14.

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J.

Cada momento del día que Lisa y yo teníamos libre lo utilizábamos para tener intimidad. Sexo salvaje, me encantaba esto, disfrutaba los momentos de intimidad con Lisa, amaba tener su miembro dentro de mí, en mi boca, en mis manos, amaba estar con ella, de cualquier forma, y últimamente teníamos algunas cenas románticas o noches de palomitas y películas románticas, Lisa era tan dulce y detallista, pero también era tan jodidamente sexy, era muy ardiente cuando al mismo tiempo era tan linda y tierna.

N.

Las dos chicas en la tina jabonosa hablaban tranquilamente de todo y de nada, mientras las manos de la tailandesa viajaban por el desnudo cuerpo de Jennie, quien disfrutaba del tacto y al mismo tiempo del baño jabonoso.

Las bocas de las dos hacían una danza erótica. Lenta, pero genuinamente excitante, así podría describirse aquel beso, con sus corazones latiendo en un ritmo incesante y al unisón, parecían conectados, y realmente lo estaban.

—Lisa ¿nos ves en algún futuro de esta forma?

Se atrevió a preguntar la de ojos felinos. Lisa tomó un gran respiro y se atrevió a responder a la pregunta de Jennie después de pensar unos segundos con una sonrisa en el rostro su respuesta.

—Claro que si Jennie, antes no veía tantas cosas en mi futuro, pero ahora veo tantas cosas y en todas y cada una de ellas estas tu.

La tailandesa respondió con sus manos dando caricias al cabello húmedo de Jennie, a la cual se le dibujaba una sonrisa con cada palabra de Lisa. Las dos conectaron sus ojos en una mirada que expresaba todos sus sentimientos.

Las dos disfrutaban del momento, no se molestaban en pensar en que pasaría mañana en ese momento solo eran ellas dos. Ellas dos dentro de esa tina jabonosa que, aunque fuese agua lo que les abarcaba para ellas lo que sentían abarcarse la una a la otra eran los brazos de las contrarías, fundiéndose así en una abrazo puro y lleno de amor, que aun que para una persona normal solo significaba un abrazo, para ellas significaba todo.

L.

Todos los momentos que pasaba al lado de Jennie para mí lo eran todo, por completo, amaba verle y escucharla hablar por horas, de cualquier cosa, sin importar que fuese, con tan solo escuchar que tal había sido su día me llenaba de alegría, mi corazón en sus manos se sentía a salvo y protegido, cada acto de amor hacia ella era el más sincero. Quería darle todo. Arrancarme el corazón si es posible y entregárselo en sus manos.

Aun que de igual forma me encantaba estar dentro de ella y escuchar mi nombre entre gemidos y suspiros, me encantaba follar en cada lugar en el que pudiésemos, en la cama, en la cocina, en el baño, en el auto, en todas las partes posibles y a veces imposibles. Las caderas de Jennie se movían en un va y ven demasiado embriagante, su trasero chocando con mi pelvis y mi membro palpitante dentro de ella se sentía apretado por sus paredes anunciando el cuarto orgasmo de la noche, Jennie parecía agotada, pero aun así lo disfrutaba tanto como yo.

Las gotas de sudor caían por el rostro de Jennie, y su cabello desordenado reposaba por su rostro para mí era de las mejores vistas que podría haber apreciado en aquel momento y en toda mi vida, mentalmente tenía un álbum en el que guardaba los mejores momentos y vistas de Jennie. Su cuerpo, su rostro, sus manos, sus labios, su cabello, todo de ella me volvía loca de tal manera que todos mis pensamientos eran consumidos por ella.

Sentía mi corazón estremecer cada que se trataba de ella, en ese momento, mi corazón, mi alma, mis pensamientos, mi cuerpo, y todo mi ser le pertenecían. Pasé de ser su vecina que le "espiaba" desnuda y solo se tocaba a ahora tenerla solo para mí de todas las formas posibles. La amo de todas las formas posibles y en todas las posiciones posibles.

"Con tus largas piernas envuelve mis caderas, acércame a ti, cada vez más y cuando ya no puedas hacerlo aléjame, empújame. Mételo en ti cada vez más y cuando ya no puedas sácalo, con fuerza. Sostente de mí y cuando ya no puedas suéltate cae y yo te levantaré de nuevo. "

Era lo que mi mente pensaba una y otra vez cada que le veía a los ojos, como una canción de amor se reproducía una y otra vez aquella serie de pensamientos, y cada que ella tenía mi miembro dentro de ella sus ojos se conectaban con los míos.


R.

Hacían ocho minutos desde que Jisoo me había dado el mejor orgasmo de mi vida y yo luchaba por mantener mi respiración, pero me era imposible con Jisoo atacándome la boca de aquella manera, no entendía como ella podía continuar como si nada, tenía mucha fuerza, me gustaba.

—Jisoo necesito tomar aire.

Dije con esfuerzo y la respiración entrecortada intentado separar mis labios de los suyos, ella sonrío y alejó su rostro del mío con cuidado para dejarme mi espacio, después de tomar una gran bocanada de aire ahora yo fui quien atacó los labios de Jisoo. 



Seducción |  Jenlisa. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora