15.

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J.

Los días en mi oficina se sentían como años, siglos, quizás, pero pensar en ver a Lisa al salir de este espantoso lugar y ella me envuelta entre sus brazos, me llene de sus lindos besos me alentaba a seguir con la jornada laboral. Había contado las veces que Kai había pasado frente a mi oficina durante el día, 12 veces, 12 veces Kai había pasado frente a mi oficina durante el día, no lo entendía, pero el solo pasaba, no daba un vistazo o algo así, solo pasaba y ya.

—Señorita Kim.

Era el detrás del marco de la abierta puerta de mi oficina, le miré con atención y cerré mi trabajo de gran importancia en el computador, en realidad jugaba un juego de cartas.

—Kai, ¿Qué sucede? Pasa por favor.

El chico frente a mi ahora tomó una bocanada de aire como si fuese a decirme algo que le dieran muchos nervios, con curiosidad le miré para saber qué es lo que diría.

—Me gustaría invitarle a cenar esta noche, eh hecho una reserva para dos en un restaurant nuevo por la zona done sirven un buen vino europeo, si no le molesta.

Lisa me había invitado a cenar a un restaurant Frances, el cual era su favorito y quería mostrármelo, no podía rechazar al chico, pero mucho menos a Lisa. Era un lindo gesto por tarde los dos.

—Kai yo, debo pensarlo, últimamente los días en la oficina son muy duros.

El parecía entenderlo y asentía con cuidado. Kai es un buen chico, pero él no es el chico que yo busco, en realidad yo busco a una chica tailandesa que me llena de destalles todas las noches y sabe lo que quiero.

—Bien, la dejaré un momento, espero su respuesta señorita Kim.

—Claro, Kai. Lo pensaré.

No lo pensaría, solo pensaría en como decirle que no sin que suene mal, es que no podía rechazarlo, él era muy amable y no sabía cómo hacerlo. Mis labios sintieron el calor de aquella bebida obscura casi amarga que me mantenía despierta y de relativamente buen humor.

El sonido de la puerta me hizo sobresaltar, estaba tan sumida en mis pensamientos y en disfrutar aquel café que ni siquiera me percaté del lugar en el que seguía aún.

—Adelante. Por favor.

dije dirigiendo mi vista a la puerta que se abría dejando ver un gran arreglo floral de colores cálidos y primaverales.

—Señorita Kim un chico ha traído estas flores.

Miré con una sonrisa el arreglo floral que la recepcionista sostenía en brazos para depositarlo sobre mi escritorio. Tomé la tarjeta con mis manos leyendo con un perfecto manuscrito de iniciales L. M.  sonreí al pensar en Lisa escogiendo un lindo arreglo para mí y escribiendo sus iniciales en una casi perfecta letra para mí.

—Me retito señorita Kim.

La voz de la recepcionista me hizo salir de mis pensamientos, estaba tan feliz en aquel momento.

Seducción |  Jenlisa. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora