Capitulo 13

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*Entran Minato  y Karin* 

Kushina: Aquí está tu padre. Díselo tú mismo, a ver cómo lo toma. 

Minato: Cuando el sol se pone, la tierra llora rocío .,mas en el ocaso del hijo de mi hermano, cae un diluvio. ¡Cómo! ¿Hecha una fuente, hijo? ¿Aún llorando? ¿Bañada en lágrimas? Con tu cuerpo menudo imitas al barco, al mar, al viento, pues en tus ojos, que yo llamo el mar, están el flujo y reflujo de tus lágrimas; el barco es tu cuerpo, que surca ese mar; el viento, tus suspiros, que, a porfía con tus lágrimas, hará naufragar ese cuerpo agitado si pronto no amaina.-¿Qué hay, esposa? ¿Le has hecho saber mi decisión?

Kushina: Sí, pero el dice que no, y gracias. ¡Ojalá se casara con su tumba!

Minato: Un momento, esposa; explícame eso, explícamelo.¿Cómo que no quiere? ¿No nos lo agradece? ¿No está orgulloso? ¿No se da por contento de que, indigno como es, hayamos conseguido que tan digno caballero sea su marido?

Naruto: Orgulloso, no, mas sí agradecido. No puedo estar orgulloso de lo que odio, pero sí agradezco que se hiciera por amor.

Minato: ¿Así que con sofismas? ¿Qué es esto? ¿«Orgulloso», «lo agradezco», «no lo agradezco» y «orgulloso, no», niño consentido? A mí no me vengas con gracias ni orgullos y prepara esas piernecitas para ir el jueves con Shikamaru a la iglesia de La hoja  o te llevo yo atado y a rastras. ¡Quita, cadavérico! ¡Quita, insolente, cara lívida! 

Kushina: ¡Calla, calla! ¿Estás loco? 

Naruto: Mi buen padre, te lo pido de rodillas; escúchame con calma un momento

Minato: ¡Que te cuelguen, descarado, rebelde! Escúchame tú: el jueves vas a la iglesia o en tu vida me mires a la cara. No hables, ni respondas, ni contestes. Me tientas la mano. Esposa, nos creíamos con suerte porque Dios Hagoromo nos dio sólo este hijo, pero veo que lo único nos sobra y que haberlo tenido es maldición. ¡Fuera con el penco! 

Karin: ¡Dios Hagoromo lo bendiga! Señor, sois injusto al tratarlo de ese modo. 

Minato: ¿Y por qué, Karin? ¡Cállese doña Hozuki, y a charlar con las comadres! 

Karin: No he faltado a nadie

Minato: Ahí está la puerta

Karin: ¿No se puede hablar?

Minato: A callar, charlatana! Suelta tu sermón a tus comadres, que aquí no hace falta

Kushina: No te excites tanto

Minato: ¡Cuerpo de Dios Hagoromo, me exaspera! Día y noche, trabajando u ocioso, solo o acompañado, mi solo cuidado ha sido casarlo; y ahora que le encuentro un joven caballero de noble linaje, de alcurnia y hacienda, adornado, como dicen, de excelsas virtudes, con tan buena figura como quepa imaginar, me viene este tonto y mísero llorica, este muñeco lloron, en la cumbre de su suerte, contestando «No me caso, no le quiero; no tengo edad; perdóname, te lo suplico». Pues no te cases y verás si te perdono: pace donde quieras y lejos de mi casa. Piénsalo bien, no suelo bromear, El jueves se acerca, considéralo, pondera: si eres hijo mío, te daré a mi amigo; si no, ahórcate, mendigo, hambrea, muérete en la calle, pues, por mi alma, no pienso reconocerte ni dejarte nada que sea mío. Ten por seguro que lo cumpliré.

*Sale Minato*

Naruto: ¿No hay misericordia en las alturas que conciba la hondura de mi pena? ¡Ah, madre querida, no me rechacéis! Aplazad esta boda un mes, una semana o, si no, disponed mi lecho nupcial en el panteón donde yace Nagato. 

Kushina: Conmigo no hables; no diré palabra. Haz lo que quieras. Contigo he terminado

*Sale Kushina*

Naruto: ¡Dios mío! Karin, ¿cómo se puede impedir esto? Mi marido está en la tierra; mi juramento, en el cielo. ¿Cómo puede volver a la tierra si, dejando la tierra, mi marido no me lo envía desde el cielo? Confórtame, aconséjame. ¡Ah, que el cielo emplee sus mañas contra un ser indefenso como yo! ¿Qué me dices? ¿No puedes alegrarme? Dame consuelo, Karin

Karin: Aquí lo tienes: Itachi está desterrado, y el mundo contra nada a que no se atreve a volver y reclamarte, o que, si lo hace, será a hurtadillas. Así que, tal como ahora está la cosa, creo que más vale que te cases con Shikamaru Nara. ¡Ah, es un caballero tan apuesto! A su lado, Itachi es un pingajo. Ni el águila tiene los ojos tan cafes, tan vivos y hermosos como Shikamaru. Que se pierda mi alma si no vas a ser feliz con tu segundo marido, pues vale más que el primero; en todo caso, el primero ya está muerto, o como si lo estuviera, viviendo tú aquí y sin gozarlo

Naruto: Pero, ¿hablas con el corazón?

Karin: Y con el alma, o que se pierdan los dos

Naruto: Amén

Karin: ¿Qué?

Naruto: Bueno, me has dado un gran consuelo.Entra y dile a mi madre que, habiendo disgustadoa mi padre, me voy a la celda de Kakashi a confesarme y pedir la absolución.

Karin: En seguida. Eso es muy sensato

*Sale Karin*

Naruto: ¡Condenada vieja! ¡Perverso demonio! ¿Qué es más pecado? ¿Tentarme al perjurio o maldecir a mi marido con la lengua que tantas veces lo ensalzó con desmesura? Vete, consejera. Tú y mis pensamientos viviréis como extraños. Veré qué remedio puede darme Kakashi; si todo fracasa, habré de matarme.

*Sale Naruto*

 Entran Kakashi y Shikamaru Nara 

Kakashi: ¿El jueves, señor? Eso es muy pronto. 

Shikamaru: Así lo quiere mi suegro Namikaze  y yo no me inclino a frenar su prisa. 

Naruto: ¿Decís que no sabéis lo que el piensa? Esto es muy irregular y no me gusta.

Shikamaru:  Llora sin cesar la muerte de Nagato  y por eso de amor he hablado poco. Venus no sonríe en la casa del dolor. Señor, su padre juzga peligroso que su pena llegue a dominarlo y, en su prudencia, apresura nuestra boda por contener el torrente de sus lágrimas, a las que el es tan propensa si está solo y que puede evitar la compañía. Ahora ya sabéis la razón de la premura.

Kakashi: {piensa: Ojalá no supiera por qué hay que frenarlo}.-Mirad, señor: el joven viene a mi celda.

*Entra Naruto*

Shikamaru: Bien hallado, mi joven y esposo. 

Naruto:  Señor, eso será cuando pueda ser esposo. 

Shikamaru: Ese «pueda ser» ha de ser el jueves, mi amor. 

Naruto: Lo que ha de ser, será.

Kakashi: Un dicho muy cierto. 

Shikamaru:  ¿Venís a confesaros con Kakashi? 

Naruto: Si contestase, me confesaría con vos. 

Shikamaru: No podéis negarle que me amáis. 

JULIETAVoy a confesaros que le amo. 

Shikamaru: También confesaréis que me amáis. 

Naruto: Si lo hago, valdrá más por ser dichoa vuestras espaldas que a la cara. 

Shikamaru: Pobre, no estropeéis vuestra cara con el llanto. 

Naruto: La victoria del llanto es bien pequeño:antes de dañarlo, mi cara valía poco. 

Shikamaru: Decir eso lo daña más que vuestro llanto. 

Naruto: Señor, lo que es cierto no es calumnia,y lo que he dicho, me lo he dicho a la cara. 

Shikamaru: Esa cara es mía y vos la calumniáis. 

Naruto: Tal vez, porque mía ya no es.-Kakashi, ¿estáis desocupadou os veo tras la misa vespertina? 

Kakashi: Estoy desocupado, mi apenado hijo.-Señor, os rogaré que nos dejéis a solas. 

Shikamaru: Dios me guarde de turbar la devoción.- Naruto, os despertaré el jueves bien temprano.Adiós hasta entonces y guardad mi santo beso.

*Sale Shikamaru*

🖤La tragedia de Itachi y Naruto🧡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora