Capitulo 16

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Entra Itachi

Itachi: Si puedo confiar en la verdad de un sueño halagador, se acercan buenas nuevas. El rey de mi pecho está alegre en su trono y hoy un insólito vigor me eleva sobre el suelo con pensamientos de júbilo. Soñé que mi amada vino y me halló muerto (sueño extraño, si en él un muerto piensa) y me insufló tanta vida con sus besos que resucité convertido en un emperador. ¡Ah, qué dulce ha de ser el amor real si sus sombras albergan tanta dicha!

*Entra Kagami, criado de Itachi*

Itachi: ¡Noticias de Konoha! ¿Qué hay, Kagami?¿No traes cartas de el ayudante Yamato? ¿Cómo está mi amor? ¿Está bien mi padre? ¿Cómo está Naruto? Dos veces lo pregunto, pues nada puede ir mal si el está bien.

Kagami: Entonces está bien y nada puede ir mal. Su cuerpo descansa en la cripta de los Namikaze-Uzumaki  y su alma inmortal vive con los ángeles. Vi cómo lo enterraban en el panteón y a toda prisa cabalgué para contároslo. Perdonadme por traeros malas nuevas, pero cumplo el deber que me asignasteis.

Itachi: ¿Es verdad? Entonces yo os desafío, estrellas.-Ya sabes dónde vivo; tráeme papel y tinta y alquila caballos de posta. Salgo esta noche.

Kagami: Calmaos, señor, os lo ruego. Estáis pálido y excitado, y eso anuncia alguna adversidad.

Itachi: Calla, te equivocas. Déjame y haz lo que te he dicho. ¿No tienes carta para mí de  Kakashi?

Kagami: No, señor.

Itachi: No importa. Vete. Y alquila esos caballos. Yo voy contigo en seguida.

*Sale Kagami*

Itachi: Bien, Naruto, esta noche yaceré contigo. A ver la manera. ¡Ah, destrucción, qué pronto te insinúas en la mente de un desesperado! Recuerdo un boticario, que vive por aquí. Le vi hace poco, cubierto de ropa oscura,  recogiendo hierbas. Estaba macilento; su penuria le había enflaquecido. En su  tienda pendía una tortuga, un caimán disecado y varias pieles de peces deformes; y por los estantes, expuestas y apenas separadas, un número exiguo de cajas vacías, cazuelas verdes, vejigas, semillas rancias, hilos bramantes y panes de rosa ya pasados. Viendo esa indigencia, yo me dije: «Si alguien necesita algún veneno, aunque en Suna venderlo se pena con la muerte, este hombre se lo venderá.». Ah, la idea se adelantó a mi menester y ahora este menesteroso ha de vendérmelo. Que yo recuerde, esta es la casa; hoy es fiesta, y la tienda está cerrada. ¡Eh, boticario!

*Entra Sasori (boticario)*

Sasori: ¿Quién grita?

Itachi: Vamos, ven aquí. Veo que eres pobre. Toma cuarenta ducados y dame un frasco de veneno, algo que actúe rápido y se extienda por las venas, de tal modo que el cansado de la vida caiga muerto y el aliento salga de su cuerpo con el ímpetu de la pólvora inflamada cuando huye del vientre del cañón.

Sasori: De esas drogas tengo, pero las leyes de Suna castigan con la muerte a quien las venda.

Itachi: ¿Y tú temes la muerte, estando tan escuálido y cargado de penuria? El hambre está en tu cara; en tus ojos hundidos, la hiriente miseria; tu cuerpo lo visten indignos harapos. El mundo no es tu amigo, ni su ley, y el mundo no da ley que te haga rico, conque no seas pobre, viola la ley y toma esto.

Sasori: Accede mi pobreza, no mi voluntad.

Itachi: Le pago a to pobreza, no a to voluntad.

Sasori: Disolved esto en cualquier líquido y bebedlo y, aunque tengáis el vigor de veinte hombres, al instante os matará.

Itachi: Aquí está el oro, peor veneno para el alma; en este mundo asesina mucho más que las tristes mezclas que no puedes vender. Soy yo quien te vende veneno, no tú a mí. Adiós, cómprate comida y echa carnes.

*Sale Sasori*

Itachi: Cordial y no veneno, ven conmigoa la tumba de Naruto, que es tu sitio.

Entra Sai

Sai: ¡Eh, Kakashi! 

*Entra Kakashi*

Kakashi: Esa parece la voz de Sai.Bien venido de Suna. ¿Qué dice Itachi? Si escribió su mensaje, dame la carta. 

Sai: Fui en busca de Yamato  que había de acompañarme. Le hallé en la ciudad, visitando a los enfermos. La guardia sanitaria, sospechando que la casa en que vivíamos los dos estaba contagiada por la peste, selló las puertas y nos prohibió salir. Por eso no pude viajar a Suna.

Kakashi:  Entonces, a Itachi, ¿quién le llevó mi carta? 

Sai:  Aquí está, no pude mandársela ni conseguir que nadie os la trajese. Tenían mucho miedo de contagios. 

Kakashi: ¡Ah, desventura! Por la orden otsutsuki, no era una carta cualquiera, sino de gran trascendencia. No entregarla podría hacer mucho daño. Vamos, Sai, buscadme una palanca y llevádmela a la celda. 

Sai: Ahora mismo os la llevo.

*Sale Sai*

Kakashi: He de ir solo al panteón. De aquí a tres horas despertará Naruto. Se enfadará conmigo cuando sepa que Itachi  no ha sido avisado de lo sucedido. Volveré a escribir a Suna; a el lo tendré aquí, en mi celda, hasta que llegue Itachi. ¡Ah, cadáver vivo en tumba de muertos!

*Sale Kakashi*

Entran Shikamaru y Kasuga (criado), con flores, agua perfumada [y una antorcha].

Shikamaru: Kasuga, dame la antorcha y aléjate. No, apágala; no quiero que me vean. Ahora échate al pie de esos tejos y pega el oído a la hueca tierra. Así no habrá pisada que no oigas en este cementerio, con un suelo tan blando de tanto cavar tumbas. Un silbido tuyo será aviso de que alguien se acerca. Dame esas flores. Haz lo que te digo, vamos. 

Kasuga [aparte]:  Me asusta quedarme aquí solo en el cementerio, pero lo intentaré. 

*Sale Kasuga*

--Shikamaru cubre la tumba de flores--

Shikamaru: Flores a esta flor en su lecho nupcial. Mas, ay, tu dosel no es más que polvo y piedra. Con agua de rosas lo he de rociar cada noche, o con lágrimas de pena. Las exequias que desde ahora te consagro son mis flores cada noche con mi llanto.

*Silva Kasuga*

Shikamaru: Me avisa Kasuga que viene alguien. ¿Qué pie miserable se acerca a estas horas turbando mis ritos de amor y mis honras?

*Entran Itachi y Kagami con una antorcha, una azada y una barra de hierro*

Shikamaru: ¡Cómo! ¿Con antorcha? Noche, ocúltame un instante.

*Se esconde Shikamaru*

Itachi: Dame la azada y la barra de hierro. Ten, toma esta carta. Haz por entregarla mañana temprano a mi padre y señor. Dame la antorcha. Te lo ordeno por tu vida: por más que oigas o veas, aléjate y no interrumpas mi labor. Si desciendo a este lecho de muerte es por contemplar el rostro de mi amado, pero, sobre todo, por quitar de su dedo un valioso anillo, un anillo que he de usar en un asunto importante. Así que vete. Si, por recelar, vuelves y me espías para ver qué más cosas me propongo, por Dios Hagoromo, que te haré pedazos y te esparciré por este insaciable cementerio. El momento y mi propósito son fieros, más feroces y mucho más inexorables que un tigre hambriento o el mar embravecido.

Kagami: Me iré, señor, y no os molestaré.

Itachi: Con eso me demuestras tu amistad. Toma: vive y prospera. Adiós, buen amigo.

Kagami [aparte]: Sin embargo, me esconderé por aquí. Su gesto no me gusta y sospecho su propósito

*Se esconde Kagami*

🖤La tragedia de Itachi y Naruto🧡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora