Pecoso

8 0 0
                                        

No sé como empezar a escribir sin que me arrope la tormenta esta noche.  Siento que me he roto por dentro otra vez. Intento no perderme y pensar con la cabeza mientras las voces vuelven a intentar convencerme de que castigue a mi cuerpo.
Llegaste y te atreviste a dar esperanza con tus ojos verdes. Yo quería huir de ti pero tú venías detrás con esa sonrisa. Hasta que caí.
Y han pasado noches donde el tacto de tus manos rozaban las mías.
Donde tú brazo como salvavidas aparecía por detrás de mi espalda asegurándome de que todo estaba bien, asegurándome que un montón de personas no iban a provocar que mi ansiedad volviera.
Noches donde nos sentábamos en aquel banco a esperar, dónde sumábamos años para darnos cuenta que no importaba. Donde la luz de la luna se reflejaba en tus hermosos ojos.
Noches en la barra del bar donde nos apoyábamos a mirarnos, donde nos perdíamos detrás de ella.
¿Y ahora? Ahora todo queda en un cuento.
Te atreves a lanzarme tus palabras, diciendo que tal vez mi imaginación me jugaba una mala pasada. Que tal vez no era como yo pensaba.
Después de tu mirada, después de tus abrazos, de tus preguntas sin respuesta.
De tus mensajes de madrugada.
Después de que yo quisiera huir de esto, después de todo,  me encuentro tirado en el suelo, sin golpear esta vez, sin pedir ayuda.
Me convierto en lo que no quiero ser, en brazos de otros que disfrutan esa parte de mí. La que detesto.
Convenciéndome de que solo serán mis decisiones las que me hagan hundirme esta vez, y no por amor, no por ti. Porque así es mejor, así la culpa no la tienes tú, si no yo. Para que las heridas tengan mi nombre y la ansiedad acompañe sin recordarme tu nombre. Para dejar de llorarte, para evitar odiarte.
Porque a pesar de todo, a pesar de que sé que esto no fue una historia contada por uno, me es imposible señalarte como el culpable.
Y ahora solo me queda superarte, evitar mirarte aunque me busques con tus ojos.
Y dejaré de contar tus pecas, y de contemplar lo bien que te queda tu polo favorito.
Y me quedaré con tu imagen en medio de un concierto del cantante que te flipa, sonriendo mientras te girabas a mirarme.
Y ojalá que ese recuerdo sea eterno, mientras nos despertábamos dándonos los buenos días. Quejándonos de uno y de otro.
Y ojalá no quererte mas.
Y Ojalá sea la última noche que escriba sobre ti.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Diario de un DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora