Gritan '¡SILENCIO, SILENCIO!' como si de algo bueno se tratara... Él está más presente que nosotros, que nuestras opiniones y pensamientos. Y, muchísimas veces, el silencio se convierte en un arma de destrucción.
Creíste ver al silencio como un amigo y olvidaste que un amigo también puede traicionarte, convirtiéndote en silencio para siempre.