Sakura la Nueva Avatar

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 2

Lᴀ Cᴜᴇᴠᴀ Dᴇ Lᴏs Dᴏs Aᴍᴀɴᴛᴇs

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𝙏𝙝𝙚𝙧𝙚'𝙨 𝙣𝙤 𝙚𝙨𝙘𝙖𝙥𝙚, 𝙞 𝙘𝙖𝙣'𝙩 𝙬𝙖𝙞𝙩
𝙄 𝙣𝙚𝙚𝙙  𝙝𝙞𝙩, 𝙗𝙖𝙗𝙮, 𝙜𝙞𝙫𝙚 𝙢𝙚 𝙞𝙩
𝙔𝙤𝙪'𝙧𝙚 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧𝙤𝙪𝙨
𝙄'𝙢 𝙡𝙤𝙫𝙞𝙣𝙜 𝙞𝙩
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El equipo Avatar continuaba su viaje, pero la fatiga y la falta de descanso comenzaban a pasarles factura. Mientras volaban sobre el terreno árido, Sokka, como siempre, se quejaba.

—No puedo creer que hayamos dejado ese lugar sin comida. ¡Necesitamos parar pronto o me voy a desmayar! —se quejaba, mientras miraba desesperadamente el horizonte.

Aang, que dirigía a Appa, intentaba mantener el ánimo.

—Tranquilo, Sokka. Encontraremos un buen lugar para descansar pronto.

De repente, un grupo de nómadas apareció en el camino, encabezados por un joven músico de aspecto relajado llamado Chong. Después de una corta conversación, Chong ofreció guiarlos a través de una cueva secreta para llegar a su destino más rápido. Sokka, siempre el más escéptico, dudaba de la idea, pero Katara y Aang estaban intrigados por la leyenda que Chong contaba sobre dos amantes que habían encontrado su destino dentro de la cueva.

—¡Cueva secreta y túneles misteriosos! ¡Vamos a explorar! —exclamó Aang con entusiasmo.

Sakura, aunque preocupada por lo que podía encontrar dentro de la cueva, decidió seguir el ritmo del grupo. La cueva parecía peligrosa, pero si la leyenda era cierta, podían ahorrar días de viaje.

Una vez dentro, la oscuridad y los laberintos los envolvieron. La única luz provenía de las pequeñas antorchas que llevaban. Mientras avanzaban, los túneles se dividían en diferentes caminos, y pronto el grupo se vio obligado a tomar decisiones rápidas para no perderse. Sokka, como siempre, se quejaba.

—¡Este es el peor plan de todos! Estamos perdidos y ni siquiera sé cómo saldremos de aquí —dijo, su voz resonando en las paredes de la cueva.

A medida que avanzaban, el grupo se fue separando poco a poco sin darse cuenta. Sakura, que había estado caminando detrás de Katara, fue distraída por un sonido extraño que provenía de uno de los túneles laterales. Se detuvo por un segundo, sintiendo una extraña energía que parecía llamar su atención.

—Voy a echar un vistazo rápido —le dijo a Katara, que estaba demasiado ocupada discutiendo con Sokka para escucharla bien.

Sakura se desvió del grupo, adentrándose en el túnel oscuro. La energía en el aire se hacía cada vez más densa.

Tras varios minutos caminando, llegó a una pequeña cámara iluminada tenuemente. Allí, entre las sombras, distinguió la figura de alguien conocido, aunque no deseado.

—¿Quién está ahí? —preguntó Sakura, su voz baja pero tensa, sabiendo que ya conocía la respuesta.

La figura dio un paso adelante, revelando su rostro bajo la luz. Zuko, con su inconfundible cicatriz, la miraba con frialdad.

—Tú otra vez... —murmuró Sakura, su tono cargado de desprecio.

—Sakura —dijo Zuko, su voz profunda y seca—. Nunca pensé que volvería a verte tan pronto. Pero parece que el destino me está ayudando a atrapar a ambos avatares de una vez.

Sakura tensó los puños. Cada encuentro con Zuko la hacía recordar lo que él le había hecho, la vez que la secuestró, el miedo y la impotencia que sintió en su cautiverio. El hecho de que estuviera allí, en esa cueva, solo despertaba más su rabia.