El Plan Perfecto
–Mónica, haz el favor de estarte quieta, que así no puedo –le pedí por enésima vez, intentando sujetar uno de sus mechones mientras ella no dejaba de moverse.
–¡Es que estoy muy nerviosa, tía! –respondió Mónica, con las piernas inquietas y tamborileando los dedos sobre el borde de la silla.
–No, si eso se nota –le respondí con un tono sarcástico, sonriendo mientras intentaba mantener mi concentración en las trenzas que le estaba haciendo. Era imposible no sonreír viendo lo emocionada que estaba.
–Es que es muy fuerte –repitió por tercera vez en menos de cinco minutos.
–Es muy fuerte, todo lo que tú quieras y más, pero a este paso una trenza me va a salir mirando pa' Murcia y la otra a Cuenca –dije, negando con la cabeza mientras ajustaba el peinado.
Mónica soltó una carcajada nerviosa, aunque no dejaba de moverse.
Querría saber yo cómo estaríamos en esa situación, bonita.
Sabía perfectamente por qué estaba tan nerviosa. Esta noche tenía una cita especial con Unai Simón, su "no-novio" o "pareja sin etiquetas", como lo llamaba ella. Lo que Mónica no sabía era que esa noche no sería una simple cena casual como las otras. Unai tenía planes mucho más grandes, y yo estaba metida hasta el cuello en su complot.
Unai había estado preparando todo durante semanas, y cuando se me acercó para pedirme ayuda, no pude resistirme.
–Quiero gritar que es mi novia a los cuatro vientos –me había confesado Unai una tarde, sentado junto a mí después de un entrenamiento, sudoroso y nervioso mientras bebía agua.
–Pues ya sabes lo que tienes que hacer –le respondí, divertida.
–Lo sé, pero... ¿sabes lo que no sé? –dijo, mirándome como si tuviera una revelación en mente.
–Sorpréndeme –respondí, esperando la típica inseguridad que viene con estos momentos.
–No sé cómo pedírselo –dijo con voz sincera–. Quiero que sea algo especial, pero no tengo ni idea de cómo hacer que sea perfecto. Y tú, que eres mujer y encima muy maja, me vas a ayudar, ¿verdad?
–Eres de lo que no hay –reí, negando con la cabeza ante su súplica. Ya sabía que me tocaría organizar media cita.
–Te adoro –dijo con una sonrisa.
–No te he dicho que sí –lo regañé, aunque ya estaba más que comprometida.
–¿Por dónde empezamos entonces? –preguntó Unai, lleno de entusiasmo.
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Por ti | Martín Zubimendi
RomanceCuéntame un poco de ti, tu dolor lo sentí Aunque te cueste hablarlo me lo puedes decir En tus ojos verdes vi un poco de gris Pásame tu abrigo, abrázame No soy buena para el frío ni seré Pero esta noche contigo encontraré Mi cama en tu sofá Tu brazo...