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Extra II

Veinte años después...

Lisa's pov

La vida es divertida, ¿verdad?

Es la única capaz de dar mil y una vueltas, y siempre se las arregla para llegar a su fin. Sea en el buen o en el mal sentido, seamos claros.

Lo hizo conmigo. Todo el mundo sabe que empecé como actriz porno, pasé años de mi vida trabajando en el porno y nunca pensé que esa parte de mi vida cambiaría. Hasta que llegó ese huracán llamado Jennie y lo puso todo patas arriba.

Y entonces, después de muchas peleas, sexo y confusión, nos casamos, me hice socia de Porn Hot y tuve un hijo. Y en medio de todo esto, nunca pensé que mi vida cambiaría.

Hasta que llegó cierta actriz porno y empezó a coquetearle a mi mujer. Todo se fue a la mierda. Jennie y yo nos peleamos, volvimos a estar juntas, luego volvimos a pelearnos, de una manera fea, y nos separamos. Y no pensé que alguna vez me separaría de esa mujer.

Pasamos exactamente dos meses separadas.

Dos mujeres orgullosas, a ninguna de las cuales le importaba nada. Leo tenía entonces dos años, y no verlo todos los días me mataba más que no ver a Jennie todos los días, pero aun así no quise acercarme a ella y pedirle perdón. Igual que ella no quería venir a pedirme perdón.

Hasta que Leo cayó enfermo. Ver a mi hijo hospitalizado con neumonía me destrozó y destrozó aún más a Jennie, que de alguna manera empezó a pensar que todo era culpa suya, porque ella era la responsable de Leo.

Y entonces, una vez más, la vida me dio un giro espectacular. A causa de la enfermedad de Leo, Jennie y yo volvimos a estar más unidas. Todo el resentimiento que nos habíamos guardado durante el poco tiempo que habíamos estado separadas se fue disipando poco a poco hasta casi desaparecer. Y cuando el médico nos dijo por fin que nuestro hijo estaba curado, nos curamos automáticamente de todo el estúpido dolor que nos habíamos obligado a sentir.

Volvimos. Volvió nuestro amor - no es que se hubiera ido -, volvió nuestro fuego y, como resultado, tuvimos a Ella.

Y no, no creas que la volví a dejar atrás cuando estaba a punto de dar a luz. Esa vez era una madre primeriza, no me crucifiques. Cuando Ella nació, yo ya había madurado, sabía cómo afrontar la situación y todo fue como tranquilo.

Tener a mi princesita en brazos por primera vez es algo que nunca podré explicar, igual que nunca podré explicar lo que fue tener a mi hijo mayor en brazos por primera vez. Cosas que nos da la vida y no tenemos palabras suficientes para mostrar nuestro agradecimiento.

Ella era preciosa. Tenía el pelo castaño, la piel blanca y, con el paso de los meses, sus ojos se volvieron felinos como los de Jennie. Ella y Leo se convirtieron en la parte más importante de mi vida, una parte de mí y de Jennie, el resultado de nuestro amor, en dos corazones.

Y ahora, veinte años después - y con la misma vitalidad, el mismo éxito en mi trabajo - revivir ese momento en mi cabeza me sigue produciendo la misma emoción.

Probablemente se pregunten cómo es ser actriz porno y madre al mismo tiempo, ¿verdad? Lo sé, al principio fue difícil. Cuando tus hijos se convierten en adolescentes y tienen fácil acceso a Internet, ocultarles algo tan grande es imposible. Explicárselo a Leo fue más fácil. No me llamen machista, pero Leo es un hombre, así que cuando vino a verme a los dieciséis años y me preguntó por qué había un vídeo mío en Internet, me senté con él y le expliqué.

Al principio, estaba un poco asustado. No porque tenga genitales masculinos - porque se lo he explicado desde pequeño, Jennie le dijo que yo era "especial"-, sino porque empecé a trabajar como actriz porno muy joven. Pero luego le pareció muy guay, incluso me dijo que algún día pensaría en hacer algo así. Bueno, lo intentaría, pero sabía que su pasión era otra y que estaba invirtiendo en ello. Leo estaba loco por la música, soñaba con ser cantante y viajar por el mundo de gira, podía ser un poco loco, pero le gustaba, ¿qué podía hacer yo?