Capitulo 6 el viaje comienza

18 7 4
                                    

Era más que entendible lo que ambos sentía por el otro,  lejos de poder ocultar las emociones que Eliot hacia sentir a Amelia.


Con unas voz suave y casi en susurro  —Eliot yo quiero ser sincera contigo, no debería…—  es interrumpida por el mismo Eliot  que se levanta frente a ella y la arrincona contra la baranda del balcón.


— Deja que yo me encargue de lo que “Debería” —


La expresión de asombro y nervios de Amelia no era normal al tener al príncipe tan cerca, a punto de besarla, los nervios invadieron a Amelia, por primera vez no sabía que hacer.  Cuando de repente, se escucha la puerta y  se escuchó la voz gruesa de Atop.



—no quería interrumpir pero se acerca Nerea príncipe—



Eliot se detiene volteando a la puerta buscando a Atop pero no lo logra ver, ambos se separan manteniendo la distancia, y en menos de 5 segundos entra Nerea eufórica por el baile.


Emocionada se lanza sobre Eliot dándole un beso enorme, que incómoda a Amelia, y tras ver esto se retira un poco triste, entra nuevamente en el salón y junto en la entrada de balcón a un costado estaba Atop.



—Pequeña luna aquí estoy, trate de darles el mayor tiempos pero no podía decirle que no a la duquesa, se iba ver muy sospechoso—



—Atop debiste entrar y sacarme de ahí, no puedo seguir con esto— muy triste con mucha tristeza en la mirada a punto de llanto.



Desconcertado y preocupado por verla así, no dudo en tomarla del brazo y la cintura para irse, sacarla de ahí, Elowin nota está acción de su hijo y lo sigue con la mira hasta que se pierde, Owen desde una esquina se percata también de lo ocurrido pero para no armar revuelo, espera perderlos de vista para salir el del recinto.



Atop subió a Amelia en el carro para llevarla a casa. La escena que acababa de presenciar la había afectado profundamente. Sentada, con la mirada perdida en el suelo y una tristeza palpable, murmuró:


—No puedo creer lo que vi… ¿Cómo pude ser tan tonta.


Atop, al verla tan abatida, se acercó con preocupación, intentando entender lo que ocurría.



—¿Qué pasó, Amelia? —preguntó en un tono suave, casi temeroso de la respuesta.



Amelia suspiró profundamente, intentando controlar el nudo en su garganta.


—Lo vi… —dijo, con la voz quebrada— Aunque quisiera, no podemos estar juntos. Lo entendí claramente, allí, frente a mis ojos. Sabía que era un error confiar en él, pero aun así… —una lágrima rodó por su mejilla, la limpió rápidamente, tratando de mantenerse firme— aun así decidí enamorarme de Eliot.



Atop frunció el ceño, sus ojos reflejaban la mezcla de sorpresa y enfado. No podía comprender cómo alguien había podido hacerle daño.


—Nunca pensé que te lastimaría, pero los humanos… su naturaleza es inconstante —dijo con un tono serio, lleno de amargura.



Amelia asintió con tristeza, su voz temblaba al hablar.


—Lo sé, lo sé… —repitió, como intentando convencerse— Pero pensé que él era diferente, que tal vez… —se detuvo, ahogando otro sollozo, luchando contra la desesperanza— podía verlo en su mirada, algo puro, algo que creí que jamás encontraría…


Atop la observó con ternura, su corazón dolía al verla sufrir. Se acercó aún más, su voz fue un susurro cálido, intentando calmarla.


—Los humanos son efímeros, Amelia. Viven y aman como si el tiempo se les escapara de las manos. Para nosotros, una promesa es eterna, pero para ellos… es solo un suspiro en su breve vida.—

El Legado De Las Sombras Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora