CAPITULO 3

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—Me explican ahora o espero que se les vaya la resaca— Abro los ojos rápidamente y asustada para poder ver a mi papá en la puerta de mi suit, cruzado de brazos.
Mire el resto de mi cuerpo y estaba enroscado con el de Leandro, que de a poco se iba despertando.
—Papá— Rei nerviosa para suavizar las cosas— La cabeza me daba vueltas y no entendía mucho el porque Leo estaba al lado mío, solo podía notar almohadas en el medio. — No pasó nada.
— Leandro, ¿Me explicas?— Mi padre ignoro completamente mi respuesta. Leo a penas había abierto los ojos y se había despegado de mi, una risa fuerte se escuchó atrás.
—¿Se despertaron ya? — Rodrigo apareció en la escena— Gracias Gai por dejarnos dormir acá anoche con Lean, le tuvimos que dejar el cuarto a Giovanni, cosas de hombres— Entro a la habitación con una bandeja de desayuno.
—Me asustaron estúpidos, pensé que Leandro se había acostado con Gaia. — Mi papá confiaba ciegamente en el motorcito de la selección y sonrió aliviado.— Nada de desayuno, son las 12 del medio día, se pegan una ducha y los quiero entrenando en una hora... Leito corre la piernita de al lado de la de mi nena— Cerro la puerta dejándonos a los tres solos y tratando de comprender la situación.
—Ah, los dejo solos un rato y se dan bomba — Rodrigo salto al medio de la cama y se puso a desayunar ignorando lo que mi padre le había dicho anteriormente.
—Nada que ver, lloraba por Enzo y la rescate, me quedé dormido— Dijo Leo provocando que me avergüence de la escena que había hecho la noche anterior, la cual recordaba exactamente.
—Bueno, igual no los quiero muy juntos a ustedes, ya veo que vos te comes un quilombo y quedas fuera de la copa por calenton.— Rodrigo seguia en plan jodon mientras que yo trataba de comprender la situación al cien por ciento.
—Bueno, se pueden ir a desayunar a otro lado, me tengo que ir al entrenamiento, me duele mucho la cabeza y no tengo ganas de socializar con nadie. Leo gracias por quedarte y perdón por la escena de anoche.
—Se enojo la princesa— El motorcito agarro a Leandro de un brazo y lo arrastró hacia la puerta de salida, no sin antes que el ojiverde me diga un "no hay de qué" casi imperceptible.
Me metí a duchar rápidamente, no iba a ir al entrenamiento, no quería ver a Enzo ni en figurita, ya era demasiado que mis redes estaban repletas de fotos de el y toda la selección, necesitaba un día para mí, decidí irme a la playa.

NARRA LEANDRO

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NARRA LEANDRO.

—Amigo yo te amo pero vos sos medio idiota, ¿Cómo te vas a quedar a dormir con la hija de Scaloni? ¿O sos suicida? — Rodrigo me agarró con un brazo por el cuello.  
—Gaia estaba muy mal anoche, tomo un montón y el mejor amigo estaba escabiando y chamuyando por ahí, no la iba a dejar sola, además no pasó nada, nos quedamos dormidos, sabes que yo no me mandó cagadas— Le respondí seguro aunque por dentro estaba lleno de dudas mientras agarraba la fruta que Rodrigo llevaba en la bandeja con el desayuno.
—Ya se amigo que no te vas a mover a Gaia pero no voy a estar ahí siempre para cubrirles las cagadas, ahora sí me disculpas, este desayuno es para mi chamuyo y para mí— Me saco la fruta de la mano— Te salvó que tengamos habitaciones pegadas. — Se metió a nuestra habitación dejándome a fuera, le golpee rápidamente la puerta, necesitaba agarrar mi ropa para poderme duchar.
— Rodrigo, necesito bañarme y agarrar ropa para ir a entrenar— Le grite desde afuera mientras seguía golpeando.
— Lean— Asomo la cabeza— Estás muy estresado últimamente, anda a la playa.— Saco su mano por la puerta dejando un pequeño short de playa — No vas a ir a entrenar con eso. — Hizo una mueca burlona y volvió a encerrarse en nuestra habitación.
Subí buscando las demás habitaciones de mis compañeros hasta que finalmente Licha me dejó ducharme en su baño, una vez que termine, empezaron los cuestionarios.
—Si Rodri estaba con una mina, ¿vos dónde dormiste? ¿Te estás mandando alguna? — Miro pícaro provocando que Muriel lo quiera matar con la mirada.
—Leandro que yo no me enteré que andas de gato por atrás de Camila. — La rubia dejo de maquillarse para retarme.
—No chicos, nada que ver, dormí en el sillón de la habitacion de Gaia. — Mentí.
—No sabía que tenías tan buena onda con Gaia, pensé que no se llevaban mucho. — Licha indagó más en el tema, estando Muriel presente no le podía explicar la situación al cien, dado que ella ignoraba todo lo que realmente estaba sucediendo en la vida de Gaia. 
—Siempre nos llevamos bien, además me hizo un favor nada más, no iba a dormir en el pasillo— Sonreí nervioso.
—Igual Gaia es un amor, no tocaría a Leo ni con un rayo láser, respeta mucho nuestros lugares.— La rubia volvió a hablar mientras se terminaba de arreglar y con Licha nos tiramos unas miradas cómplices, me dió a entender que teníamos mucho por hablar y que en otro momento está charla no se iba a evitar tan fácil.
—Bueno princesas, gracias por prestarme la ducha, me voy a ir a caminar a la playa, ya que Rodrigo no me dejó sacar ni las medias de mi habitación. — Ambos se rieron y salí rápidamente de esa situación incómoda que se había generado.

A ESCONDIDAS - Leandro ParedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora