A ESCONDIDAS - Leandro Paredes

CAPITULO 4

Me acosté en mi cama, escuchaba la ducha del baño todavía activa, la puerta del baño daba a mi habitación así que el jugador tendría que cruzar hacia el living al salir, por lo cual no apague las luces, me puse a ver Instagram, Enzo había estado subiendo fotos diciéndole a la familia que la extrañaba, mientras seguía bajando aparecían las fotos de Valentina, bloqueé la pantalla y tire el celular a mi lado, necesitaba desconectarme de la vida y desde que llegué no había pasado una noche en paz en este lugar, extrañaba mi casa, mi madre y mis amigas.
Salí de mi trance cuando mi celular sonó con un mensaje.

Enzo: querés venir???? La noche está para dormir de a dos.

Gaia: No puedo, estoy ocupada hoy.

Enzo: Con quién? Estás con alguien? No me pinta que te cojas alguno de mis compañeros

Gaia: Que decís idiota? No te importa lo que yo haga, ni tengo porque explicarte nada.

Tire nuevamente el aparato y me tape hasta la cabeza, una parte de mi se moría de ganas de ir, pero irme, implicaba tener que darle explicaciones a mis invitados forzados. La puerta del baño me saco de mis pensamientos.
Leandro se hizo presente con solo una toalla.

-Perdon, pensé que estabas con Gio en el living. - El ojiverde me miro asombrado y me revoleo una de las toallas que llevaba en la mano en la cabeza para que no lo mire.
-No pasa nada, no te miro- Saque la toalla de mi cara y baje la mirada sin ánimos de pelear o devolverle el juego.
-¿Estas bien?- Pregunto.
- Si Leo, quiero dormir, si quieren pidan comida ustedes, no comiste nada hoy. - Le cambie de tema antes de que quiera indagar más en el tema. Finalmente entendió y se fue de la habitación sin decir más nada.

Al principio me costó dormirme, Leandro y Giovanni estaban jugando al truco de una manera bastante ruidosa, me arrepentí de haber dejado el mazo de cartas a la vista, pero finalmente el sueño me ganó.

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Al otro día me levanto temprano, tenía muchas cosas que hacer, me cambié rápidamente, si bien tenia que trabajar queria usar todos mis outfit de verano, se venía una pelea fuerte con mi papá, ya que el dia anterior no habia aparecido en el entrenamiento.



Salí rápidamente al living y mi cerebro comenzó a recordar que había dos jugadores durmiendo allí, estaban como unos bebés, se habían quedado dormidos jugando a las cartas.
Llame a recepción para pedirles el desayuno y antes de cortar el ojiverde se despertó. 
-Buen día- Le dije - para tres- Le respondí a la recepcionista y leo me interrumpió mientras miraba su celular
-Pedile a rodrigo.- Me dijo mirando su celular.
-Y te pido uno más a la 306, también de la cuenta de Scaloni, gracias. - Corte la llamada.
- Buen día- Me dijo Leo con voz de dormido- No es un poco mucho el outfit para ir a sacarle fotos a unos boludos- Me miró de arriba a abajo y se rió.
-Bueno, en algún momento tengo que usar mis outfits playeros, además después del entrenamiento quiero ir a recorrer un poco la ciudad. - Le respondí.
-Gaia estas hermosa, te estoy jodiendo.- Me sonrió provocando que me sonroje.
-Que pajero que sos amigo - Gio comenzó a reírse desde el otro sillón- No lo quería interrumpir pero vamos a tener que meternos el desayuno en el orto porque tú papá nos está puteando por el grupo- Dijo agarrando a Leo de la mano para llevarlo a su habitación a cambiarse.
-Para amigo, igual vamos a llegar tarde- Leandro se soltó del agarre.
- Bueno, pero vamos a cambiarnos pajero- Lo volvió a agarrar
-Yo los veo alla- Les dije mientras salía junto con ellos.

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Llegué al entrenamiento y justo detrás mío aparecieron mis compañeros de habitación.
-Hija, ¿Que te paso ayer? - La seriedad de mi papá provocó que los jugadores quieran acelerar el paso hacia la cancha.- Ustedes dos quietos ahí y ubiquen a Rodrigo que todavía no llegó.- Ambos se quedaron quietos y sacaron sus celulares para comenzar a llamarlo.
-Tuve una mañana difícil y preferí tomarme el día, perdón por no avisarte, necesitaba tiempo para mí, acá no tengo con quien hablar o pasar el rato, entonces a veces necesito desconectar. - Le dije exagerando un poco la situación.
- Se nota, sobre todo te levantaste bastante cómoda, yo te traje acá porque sos mi pilar en la vida y mi mano derecha. Quiero que entiendas que no sos una botinera, no sos una compañera de aventuras de Rodrigo, sos la fotógrafa de la selección y mi hija, tenés cosas que cumplir, yo te doy todas las libertades, hace amigos, salí con las chicas, las condiciones las sabes muy bien: nada de salir con jugadores y cumplir con el trabajo.- Me miró serio y veía como los chicos se miraban entre ellos tratando de hablar con la mirada. - Ahora anda a trabajar y la próxima vení más tapada- me dijo y yo simule irme, me escondí en el vestuario que estaba al lado para intentar escuchar lo que hablaria con los chicos. - Bueno, ustedes dos, tarde, ubicaron a al 7?- Preguntó.
- Si, está a dos cuadras, ahora viene - Respondió Giovanni
- Bueno Gio, anda a entrenar - Al parecer el rubio se adelantó y leo lo siguió.- Leandro vos no, quédate acá.
-Si, decime- Le dijo Leo.
-Mira Leandro, ayer no viniste a entrenar y hoy llegas tarde, te vas a quedar más tiempo. Lo que espero que sea una coincidencia el hecho de que hayas ido a pasear por la playa como mi hija ayer. - Cambio el tono de voz y se escuchó un golpe como una palmada en el hombro.
-Fui solo, tuve un problema a la mañana y quédese tranquilo que no miro a su hija con otros ojos más que como amigo - Le respondió provocando una sensación incomoda en mi que no entendía.

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-Gaiaaaaitaaaaa- Rodrigo se sentó a mi lado en la cena- ¿Que es de tu vida?
-De la tuya, no vas a entrenar, te encerras con una mina, al otro día dormís como un tronco- Rei al recordar las secuencias que nos había estado haciendo vivir.
-La vida es muy corta y a partir de mañana se termina la joda, había que disfrutar- Mañana era el inicio de la Copa.
-Bueno, pero pagate una habitación, dejaste a tus amigos afuera y los tuve que hospedar. -Lo empuje jugando.
-Que terrible debe haber sido pasar una noche con Paredes y Lo Celso, me imagino que sufriste un montón - Dijo sarcásticamente y ambos nos empezamos a reír. -Te extrañaba, ¿hoy hacemos noche de pelis y helado?
-Me encantaria pero tengo mejores planes- Sonrei.
-Me sumo, contá - Dijo curioso.
-Hay una fiesta en el puerto, pero vos no podés salir que mañana jugas, así que te pongo al día cuando tengas un tiempo. -Le sonreí y este me miro enojado.
-No me parece justo, podemos escaparnos un rato y vamos con los chicos.- Insistió.
-No, amigo, tenés que dormir. - Solté preocupada.
-Mira pendeja, cuando vos hacías yo ya estaba de joda antes de los partidos, así que vamos a ir todos- Sonrió.
-Especifica todos- Quería saber quienes lo iban a acompañar
-Gio, Lean y yo- respondió. - La banda del piso cinco. -Rodee los ojos pero ya me había mandado la cagada de hablar, no los iba a detener nadie.

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Me estaba preparando en mi habitación, tratando de elegir distintas opciones de vestuario pero ninguna me convencía, por algún motivo estaba intentando dar todo de mi para esa noche, no le encontraba ningún sentido o explicación pero en el fondo sabía que algo me estaba generando algún tipo de interés.

Finalmente me decidí por un look completamente arriesgado.

Salí de mi habitación y me dirigí a buscar a mis acompañantes de esta noche.

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Perdon por dejarlas acá, mañana van a leer todo lo que pasó en esa fiesta.