CAPITULO 13

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No le respondi nada a Rodrigo, no me dio la opción porque siguió hablando. 

-Nos vamos, gracias por todo pero con Gaia no damos mas. - Me agarro de la mano y trate de forzar una sonrisa e ir tras él. Caminamos en silencio hasta el nuestro piso y golpeo la puerta de su habitación. 

-Al fin hermosa...-Leandro se quedo callado al ver a Rodri atrás mío. 

Entramos aun en silencio y ya todos entendíamos lo que estaba pasando. 

-Les deje pasar una, me tiraron un chamuyo horrible, quiero saber que pasa entre ustedes, a mi no me mientan, son mis mejores amigos y las personas mas importantes que tengo en mi vida despues de mis hijos. - Estaba tranquilo, mi cabeza había imaginado gritos y piñas. 

-Amigo...-Se preparo para hablar Leandro pero Rodrigo volvió a hablar. 

-Yo no sé qué pasa entre ustedes, Leandro a vos te conozco hace muchísimos años, sé lo que sos como hombre y las cagadas que te mandás, a mí me da exactamente igual lo que hagas con tu vida personal porque estás para ser mi amigo y no estoy para juzgarte, pero Gaia es una de las personas más importantes que tengo, si vos me vas a decir que la vas a usar para divertirte y chau prefiero que cortemos esta amistad acá- Leandro y los ojos sorprendido ante el comentario de su amigo, quiso responder pero Rodrigo lo volvió a interrumpir. - Gaia ya pasó muchísima mierda con el pelotudo de Enzo, se merece una persona que la ame de verdad, no un pelotudo que no sepa lo que quiere y la esconda, si vos me decís que al menos lo que están haciendo puede llegar a avanzar en algún momento o hay alguna mínima chance, yo cierro los ojos, me hago el boludo con tu famila, con el viejo de Gaia, con los pibes y sigo para adelante. Para hacer lo que estás haciendo vos Leo tenés que tener mucho huevo, por eso te pregunto, ¿qué sentís por gaia?

-Amigo entiendo todo lo que me decís y soy totalmente consciente de lo que pensás vos y de cómo actúas vos.  Lo que te voy a decir todavía no se lo dije a Gaia, yo no estoy conforme con mi relación, no amo a mi mujer, y lo que sí le dije a Gai es que todavía no le puedo prometer nada, pero lo que me pasa con ella es real y es muy fuerte, huevos me sobran pero tengo a mis hijos en el medio. - Leo bajo la mirada y yo me sorprendí ante sus declaraciones.

-Listo, eso a mí me es suficiente como para hacer la vista gorda, que seas claro que sea sincero con gaia, yo sé que no sos un mal pibe Leandro, no quiero ver acá voy a sufrir entonces solo voy a aceptar esto y voy a colaborar con esto si ella está de acuerdo con lo que acabas de decir. - la mirada de ambos se posó sobre mí, estaba muy nerviosa no sabía que responder, yo sí quería estar con Leo y si quiere aceptar el lugar que me estaba dando en su vida porque me estaba pasando exactamente lo mismo que a él, por alguna razón lo sentía sincero.

-A  mí me dijeron que el tiempo pone las cosas en su lugar, que si hay algo que querés tenés que pelearla y la verdad es que no te voy a decir que es amor esto pero sí que están pasando un montón de cosas entre nosotros y los sentimientos están a flor de piel, que realmente me gustaría seguir con Leo. Yo es la primer persona que siento real y sincera en este lugar respecto a lo amoroso, me trata bien, me cuida, no quiero perder lo que tengo con él. Y me sigo sintiendo una mierda por todo lo que está pasando, pero estoy cansada de reprimir mis sentimientos por todo el mundo, esta vez la quiero pelear. - respondí.

-Listo, solamente necesitaba escuchar esto, que los dos estaban seguros de lo que estaban haciendo. Los amo idiotas. - Nos abrazo a ambos y suspiré con tranquilidad. - Gaia, dame la tarjeta de tu cuarto.

-Para que?- Respondí.

-Esta bien que haya confianza pero tampoco voy a dormir en el medio de ustedes dos- Nos reímos ante el comentario y tenía razón, Leo había preparado el ambiente con velas y un champagne, los cuales ignore por la escena de mi mejor amigo. Le di la llave de mi habitación y se fue rápidamente.

-Creo que no me asustaba tanto del parto de mi primer hija- Leandro se sentó en la cama tranquilo y rei ante su comentario.

Me senté al lado y tomé una foto de lo que Leandro había preparado.

-Sos tan dulce- Le dije y le di un beso mientras el servía el champagne.

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- Brindemos- Dijo Lean- Por nosotros, por este momento y porque quiero darte lo mejor de mi. - Chocamos nuestras copas y tomamos un sorbo para después dejarlas a un lado y comenzar a besarnos.

Leandro se recostó sobre mi intensificando el beso sin dejar de ser dulce y suave, continúo bajando por mi cuello y lo beso con pasión mientras que yo acariciaba cada parte de su cuerpo que podia.
Se alejo un poco y comenzó a desabrochar mi vestido mientras sentía sus manos calidas por toda mi espalda, dejo mi cuerpo al descubierto, solo me quedaba la pequeña tanga que llevaba.
Comenzó a acariciar mis pechos y luego se los llevo a la boca, gemi de placer mientras me mordía.
Tomo un poco de espacio y le desabotone la camisa de seda que llevaba, dejando ver su torso tatuado por completo, no podía creer la belleza del hombre que tenía encima mío, me miro a los ojos y me sonrió mordiendo un poco su labio inferior, provocando que me enamore más cada segundo que pasaba, continuo dejando besos por todo mi cuerpo y dejando pequeñas mordidas.
Sentia y disfrutaba cada pequeño contacto que tenían nuestros cuerpos.
Lo enrosque con las piernas para dejarlo debajo mío e invertir las posiciones, volví a besarlo apasionadamente sintiendo su erección en mi entrepierna. Deje besos por todo su torso y me movía encima de el provocándolo.

-Pendeja, me volves loco- Dijo y me agarró para volver a besarme.

Baje mis manos y desabroché su pantalón dejandolo completamente desnudo, él me saco la pequeña prenda que me quedaba, necesitaba ya sentirlo dentro mío.
Volvió a dejarme debajo de el y agarro un preservativo de la mesa de luz, luego de eso entro en mi sin aviso, ambos soltabamos gemidos de placer y a penas podíamos separar nuestras bocas, las gotas de sudor recorrían su pecho y sus ojos estaban firmes mirando los míos.
La piel que teníamos era increíble e innegable, nunca había sentido tanta conección en la cama con alguien, estaba fascinada.
Ambos llegamos al punto máximo para luego caer rendidos en la cama, uno sobre el cuerpo del otro.
Por primera vez me sentí completa, feliz, no había ningún sentimiento malo en mi mente, no había tristeza, Leandro había borrado todo rastro de problema en mi vida, todo iba en subida entre nosotros, cada segundo que pasaba con mi cuerpo desnudo pegado al de el era perfecto, ¿Cuando más alto estás, más peligrosa es la caída?
Decidí disfrutar el momento y aferrarme más a el.
-Gaia, sos perfecta- Me dijo mirándome con una sonrisa y abrazándome más, acomodándose para dormir lo mas pegado posible a mí.
-Vos sos perfecto, Leandro.

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Más vale que me dejen un comentario porque es el capitulo que todas esperaban.

A ESCONDIDAS - Leandro ParedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora