El peso de la nostalgia

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Capítulo 11:

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Capítulo 11:

La semana siguiente, Bay tomó una decisión importante. Sentía que era el momento de compartir algo profundamente personal con Pur. Con el corazón pesado, invitó al príncipe a acompañarlo a la tumba de su padre fallecido. Era un paso significativo, una señal de que Bay comenzaba a confiar más en Pur.

El día amaneció nublado, pero no llovía. El clima melancólico reflejaba perfectamente el estado emocional de Bay. Caminaron en silencio hasta el cementerio, y Pur, notando la tensión en el aire, respetaba el dolor que Bay parecía cargar consigo. El viento soplaba suavemente, haciendo que las hojas caídas rodaran a sus pies.

Cuando llegaron a la tumba, Bay se detuvo, mirando fijamente la lápida que marcaba el descanso eterno de su padre, Blay. Era un lugar sencillo, con algunas flores secas alrededor y una pequeña inscripción que decía: "Un héroe, un padre amado."

Pur se mantuvo a su lado, sin saber exactamente qué decir. Sentía la tristeza que emanaba de Bay, como si el dolor estuviera a punto de desbordarse.

— Mi padre... murió protegiendo a la reina — finalmente dijo Bay, con la voz temblorosa. — Dio su vida para salvar el reino, y nadie... nadie parece importarle. Apretó los puños, dejando que la ira y el dolor finalmente salieran a la luz.

Pur sintió el peso de las palabras de Bay. Sabía que su padre, Kye, hablaba poco del pasado y nunca mencionaba quiénes eran los guardias que habían caído en el servicio del reino. Ahora entendía por qué Bay cargaba tanto resentimiento. El sacrificio de Blay había sido olvidado, sepultado por el tiempo.

— Bay... — comenzó Pur, pero fue interrumpido.

— ¡Él no merecía esto! — gritó Bay, su voz llena de dolor. Las lágrimas que había reprimido comenzaron a fluir incontrolablemente. — Murió para proteger a una reina que ni siquiera envió flores a su funeral... — Bay se arrodilló frente a la tumba, sus hombros temblando por los sollozos.

Pur sintió que su corazón se rompía. Ver a Bay, normalmente tan controlado, desmoronarse frente a él era doloroso. Sin dudarlo, se arrodilló a su lado, envolviéndolo en sus brazos. El cuerpo de Bay temblaba contra el suyo, y Pur no dijo ni una palabra. Sabía que, en ese momento, las palabras no harían ninguna diferencia.

Permanecieron así durante largos minutos, con Bay liberando toda la tristeza y frustración acumulada a lo largo de los años. Pur lo sostenía firmemente, transmitiéndole todo el consuelo y cariño que podía, mientras Bay finalmente permitía que sus emociones se vieran.

— Lo siento mucho, Bay... — susurró finalmente Pur, con la voz suave. — Siento mucho que nadie haya reconocido el sacrificio de tu padre. Él merecía más... tú mereces más.

Bay, todavía temblando, miró a Pur, sus ojos enrojecidos de tanto llorar. Había un reconocimiento allí, una aceptación del dolor que compartía con el príncipe.

 •Bajo el velo de la nobleza • 𝙿𝚞𝚛 𝚇 𝙱𝚊𝚢 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora