La noche después del partido contra la Sub-20, el ambiente en el complejo estaba lleno de celebración. Los jugadores de Blue Lock estaban en alta alegría, disfrutando de la victoria y del éxito logrado en el campo. Rin, aunque cansado, no podía dejar de sonreír por la forma en que Mariana había reaccionado durante el partido. Su entusiasmo y apoyo le habían dado una motivación extra.
Después de un rato, cuando la celebración comenzó a calmarse, Rin y Mariana decidieron retirarse a la habitación de Rin para pasar un tiempo juntos en un ambiente más tranquilo. Era una oportunidad para relajarse y disfrutar de la compañía mutua después de un día tan intenso.
Un momento tranquilo
La habitación de Rin estaba decorada de manera simple pero acogedora. Había una cama grande, una pequeña mesa con algunas revistas de fútbol y una ventana que ofrecía una vista parcial del campo de entrenamiento. Rin y Mariana se sentaron en la cama, todavía vestidos con sus ropas de celebración, aunque ya sin el cansancio de las horas de juego.
Mariana miraba a su alrededor, notando detalles de la habitación que nunca había visto antes. Había una sensación de calma en el aire, y eso contrastaba con la energía del día. Rin, mientras tanto, estaba sentado junto a ella, observando cómo ella exploraba el lugar.
"Tu habitación es... diferente a lo que imaginaba," comentó Mariana con una sonrisa. "Es acogedora."
Rin se rió ligeramente. "No es mucho, pero es mi lugar."
Mariana se giró hacia él, viéndolo con una mirada curiosa. "Es perfecto para relajarse después de un día como el de hoy."
Conversaciones y risas
Se sentaron juntos, hablando sobre el partido y riendo sobre anécdotas de los jugadores y los momentos más destacados del juego. Rin, normalmente reservado, parecía más relajado con Mariana a su lado. Era como si la presencia de ella le diera la libertad de dejar de lado las tensiones y simplemente disfrutar del momento.
"Recuerdo que al principio era muy serio con todo esto," dijo Rin, su tono de voz suave y reflexivo. "Nunca pensé que alguien pudiera cambiar eso."
Mariana lo miró con ternura, entendiendo que se refería a cómo su relación había impactado su vida. "Me alegra haber sido capaz de hacerlo. A veces, es bueno tener a alguien con quien compartir estos momentos."
Rin asintió, sonriendo de manera más abierta. "Sí, definitivamente."
Un gesto de cariño
Después de un rato, la conversación se fue calmando, y Rin, sintiendo que era el momento adecuado, se inclinó hacia Mariana. Con una expresión que mostraba la combinación de afecto y sinceridad, colocó una mano sobre su mejilla.
"Mariana, gracias por estar siempre aquí, por apoyarme y por ser parte de todo esto," dijo, sus ojos reflejando una profunda gratitud.
Mariana se sonrojó ligeramente, pero su sonrisa era cálida y genuina. "Siempre estaré aquí, Rin. Eres importante para mí."
Rin la miró con cariño, y en un momento de intimidad compartida, se inclinó hacia ella y la besó suavemente en los labios. Era un beso lleno de ternura y amor, una muestra de la conexión que habían desarrollado.
Planificando el futuro
Después de ese dulce gesto, ambos se recostaron en la cama, con Rin envolviendo su brazo alrededor de Mariana. Había una tranquilidad en el ambiente, y el cansancio del día parecía desvanecerse lentamente.
"¿Qué planes tienes para el futuro?" preguntó Mariana, rompiendo el silencio mientras se acomodaba más cerca de él.
Rin pensó por un momento, considerando sus palabras. "Quiero seguir mejorando, seguir trabajando duro para alcanzar mis metas en el fútbol. Pero también quiero asegurarme de que, sin importar lo que pase, sigamos siendo parte de la vida del otro."
Mariana sonrió, tocando suavemente su mano. "Eso me parece perfecto. Yo también quiero estar a tu lado, apoyándote en cada paso del camino."
Rin sonrió en respuesta, sintiendo una profunda satisfacción. Sabía que, a pesar de los desafíos y las incertidumbres que pudieran venir, tenía a alguien en quien podía confiar y que siempre estaría a su lado.
Un sueño compartido
Mientras la noche avanzaba, la conversación se desvió hacia sueños y aspiraciones, ambos compartiendo sus esperanzas para el futuro. Hablaron sobre sus deseos, no solo en términos de carrera, sino también en lo que esperaban de su relación y de la vida en general.
"¿Alguna vez has pensado en dónde te gustaría estar en cinco años?" preguntó Mariana, su voz suave y curiosa.
Rin se quedó pensativo por un momento antes de responder. "Me gustaría estar en un lugar en el que pueda decir que he logrado lo que me propuse, tanto en el fútbol como en mi vida personal. Y, por supuesto, me gustaría que tú sigas a mi lado."
Mariana se rió suavemente, asintiendo con la cabeza. "Eso suena como un buen plan. Y creo que, con esfuerzo y dedicación, podemos lograrlo."
Rin la miró con una sonrisa de complicidad, sintiendo una profunda conexión con ella. Era un momento de calma y reflexión, un recordatorio de lo que significaba tener a alguien a quien amar y con quien compartir cada paso del camino.
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