El ambiente en Blue Lock se tornaba cada vez más intenso. Los jugadores no solo estaban enfocados en mejorar sus habilidades, sino que la tensión entre ellos también iba en aumento. Con la llegada de más jugadores, el ambiente competitivo subió de nivel, y Rin Itoshi, siendo uno de los mejores, siempre estaba en el centro de todo. Sin embargo, algo en él había cambiado ligeramente desde que Mariana había aparecido en su vida.
Nuevos rivales
Una tarde, en uno de los entrenamientos más duros hasta la fecha, Mariana decidió visitar el campo de prácticas para ver a Rin. Mientras él estaba concentrado en sus ejercicios, otros jugadores de Blue Lock comenzaban a notar la presencia de la joven colombiana. Era imposible ignorarla; su energía y carisma la hacían destacar, y algunos jugadores empezaron a interesarse por ella.
Entre ellos estaba Nagi Seishiro, quien, a pesar de ser despreocupado en muchas cosas, mostró una curiosidad inusual por Mariana. También estaban Chigiri Hyoma y Isagi Yoichi, que, aunque menos evidentes, no podían evitar lanzar miradas hacia donde Mariana estaba sentada, observando el entrenamiento.
Mariana, mientras tanto, simplemente disfrutaba viendo a Rin jugar, sin notar la atención que estaba recibiendo.
La molestia de Rin
Durante una pausa, Nagi se acercó a Rin y, con su tono relajado de siempre, comentó:
"Oye, tu amiga es bastante interesante."
Rin, sin apartar la mirada del balón, sintió una punzada de molestia que no pudo disimular. Aunque su expresión se mantuvo fría, por dentro algo se removía. No era el tipo de persona que le gustaba expresar sus emociones, y mucho menos algo como los celos.
"¿Y eso qué tiene que ver conmigo?" respondió Rin secamente, tratando de ignorar el comentario.
Nagi, en su habitual despreocupación, sonrió ligeramente. "Nada, solo digo. No pensé que te interesarías en alguien fuera del fútbol."
Rin apretó los puños, sintiendo cómo su irritación crecía. No podía negar que la cercanía de otros jugadores con Mariana lo incomodaba, pero no quería admitirlo. ¿Por qué tendría que preocuparse por lo que ellos pensaran o hicieran?
Mariana entre los jugadores
Al final del entrenamiento, varios de los jugadores se acercaron a Mariana para hablar con ella. Nagi fue el primero en presentarse, con su típica actitud relajada.
"Hola, soy Nagi. He escuchado mucho sobre ti," dijo, estirando la mano con una sonrisa perezosa.
Mariana, siempre amigable, le devolvió la sonrisa y estrechó su mano. "Un gusto, soy Mariana. He visto lo buenos que son en el campo. Son impresionantes."
Chigiri, con su largo cabello rojo ondeando al viento, se unió a la conversación. "¿Qué te parece todo esto? No es común ver a alguien ajeno a Blue Lock por aquí."
Mariana rió ligeramente. "Es interesante. Nunca imaginé estar rodeada de tantos talentos, pero me gusta. El ambiente aquí es único."
Mientras conversaban, Rin se acercaba lentamente, tratando de mantener la compostura. Sin embargo, cada vez que veía a uno de sus compañeros de equipo hablando con Mariana, sentía una pequeña punzada en el pecho. ¿Por qué le molestaba tanto?
Una confrontación inesperada
Finalmente, Rin no pudo soportarlo más y se acercó al grupo con una expresión seria. Mariana lo notó de inmediato y sonrió al verlo.
"¡Rin! Estábamos hablando de lo increíbles que son en el campo."
Sin embargo, Rin apenas reaccionó. Con una mirada directa hacia Nagi y Chigiri, habló con frialdad. "¿No tienen otra cosa que hacer?"
Los jugadores intercambiaron miradas, sorprendidos por la actitud de Rin. Nagi simplemente se encogió de hombros y respondió: "Relájate, Itoshi. Solo estamos hablando."
Rin, sin embargo, no bajó la guardia. "Pues deja de hablar y ocúpate de mejorar tu juego. No tienes tiempo para distracciones."
El ambiente se tensó por un momento. Mariana, dándose cuenta de la incomodidad, decidió intervenir.
"Tranquilos, chicos," dijo con una risa nerviosa. "Solo estamos conversando. No hay necesidad de que se pongan así."
Nagi, fiel a su naturaleza despreocupada, se alejó con una sonrisa, dejando a Rin y Mariana solos.
Negando los sentimientos
Cuando quedaron a solas, Mariana se dio cuenta de que algo estaba mal con Rin. Su expresión era más seria de lo normal, y parecía que estaba luchando con algo.
"¿Todo bien?" preguntó Mariana, mirándolo con preocupación.
Rin, con los brazos cruzados, evitó su mirada por unos segundos antes de responder. "No es nada."
Pero Mariana no le creyó. Con una leve sonrisa, se acercó a él. "Rin, te conozco lo suficiente como para saber que algo te molesta."
Él suspiró, sin saber exactamente cómo poner en palabras lo que sentía. ¿Era celos? ¿Acaso estaba tan molesto porque otros se acercaban a ella? No quería admitirlo, ni siquiera a sí mismo.
"No me molesta," respondió finalmente, en un tono que no sonaba convincente ni para él mismo.
Mariana lo miró fijamente, intentando entender lo que pasaba por su mente. "Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿verdad?"
Rin asintió, pero en su interior, sabía que no estaba listo para enfrentarse a esos nuevos sentimientos que estaban emergiendo. Prefería mantener el foco en el fútbol, aunque algo dentro de él empezaba a cambiar lentamente.
El día terminó con un aire de tensión entre Rin y sus compañeros de equipo, pero también con una creciente confusión en su interior. Rin no sabía cómo manejar los sentimientos que Mariana despertaba en él, pero una cosa era clara: no le gustaba compartir su atención con nadie más.