La relación entre Rin y Mariana había alcanzado un nivel de comodidad y confianza que les permitía disfrutar de su cercanía y de los pequeños gestos de cariño que compartían. En este capítulo, la conexión entre ellos se refleja en una serie de bromas y toques juguetones que fortalecen aún más su vínculo.
Un día en el parque
Era un sábado soleado, y Rin y Mariana decidieron pasar el día en un parque cercano. Había sido una semana ajetreada, y ambos estaban buscando una manera de relajarse y disfrutar de su tiempo juntos. Se dieron un descanso de sus rutinas diarias y se dirigieron a un parque que ofrecía un ambiente tranquilo y natural.
Caminaron por senderos rodeados de árboles, disfrutando del aire fresco y de la compañía mutua. Rin había traído una manta para que pudieran hacer un picnic, y Mariana había preparado algunas golosinas para disfrutar al aire libre.
"Este lugar es perfecto," dijo Mariana, extendiendo la manta en el césped y acomodándose sobre ella. "Me alegra que hayamos decidido venir aquí."
Rin sonrió y se sentó junto a ella, comenzando a sacar los bocadillos de la cesta. "Me alegra que te guste. Creo que necesitábamos un descanso."
Un toque juguetón
Mientras disfrutaban de la comida, Rin y Mariana comenzaron a jugar con los bocadillos. Mariana le lanzó un pedazo de fruta a Rin, quien rápidamente se defendió lanzando un trozo de queso a ella. La tarde se llenó de risas y pequeños juegos, con ambos disfrutando de la diversión y la cercanía.
En un momento, Rin se inclinó para tomar una bebida de la cesta, y Mariana aprovechó la oportunidad para darle un pequeño empujón, haciéndolo tambalear de manera juguetona. Rin la miró con sorpresa y luego se inclinó hacia ella, intentando atraparla en un abrazo rápido.
"¡No te escapes!" exclamó Rin, mientras Mariana se reía y trataba de esquivarlo.
"¡Nunca me atrapará!" respondió Mariana, corriendo un poco alrededor de la manta y disfrutando de la persecución.
Un toque más íntimo
Después de un rato de juegos y risas, ambos se relajaron sobre la manta, tumbados uno al lado del otro. La tranquilidad del parque y el contacto físico cercano creaban una atmósfera perfecta para momentos más íntimos.
Rin, acostado sobre el codo, miró a Mariana con una sonrisa cariñosa. La suavidad de la tarde y el calor del sol creaban un ambiente relajado. Con una mano libre, comenzó a acariciar suavemente el brazo de Mariana, disfrutando de la sensación de su piel.
Mariana se giró hacia él, sintiendo el toque de Rin y sonriendo con ternura. "Siempre sabes cómo hacerme sentir especial."
Rin le dio un beso en la frente, su expresión mostrando su afecto genuino. "Me alegra que lo sientas así."
Momentos de cercanía
A medida que el sol comenzaba a ponerse, el ambiente se volvía aún más romántico. Rin y Mariana se abrazaron, acurrucándose uno junto al otro mientras miraban el atardecer. La cercanía y el toque de las manos de Rin sobre la piel de Mariana eran una muestra de la conexión profunda que compartían.
Mariana, sintiendo el calor y la seguridad en los brazos de Rin, se acomodó más cerca de él, susurrando: "Este es uno de mis lugares favoritos para estar. Aquí, contigo, todo parece perfecto."
Rin la miró con una sonrisa afectuosa. "Lo mismo pienso yo. Cada momento contigo es especial."
Reflexiones bajo el atardecer
El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, y el cielo se teñía de colores cálidos. Mientras observaban el atardecer, ambos compartieron pensamientos sobre su relación y sus esperanzas para el futuro.