Capítulo 3:

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No me arrepentí de haber ayudado a esa chica.

–¿Tienes hambre? Creo que podría ir a la cafetería en este momento –le propuse a la chica de pelo negro con blanco–.

–Sí, creo que eso me haría sentir mejor. Por cierto, soy Olivia, aunque la mayoría me dice Liv –se presentó–.

–Yo soy Mía –continué–.

Por fin, después de un rato, llegamos a la cafetería. Logré ver a Ronny en una mesa y lo saludé con la mano.

–Hola Ronny ¿Podemos sentarnos? –pregunté–

–Claro que sí. Veo que ustedes dos se conocen –empezó–.

–Ella solita evitó que Mason me ponga un collar. Es más fuerte de lo que crees –comentó Liv–.

–No es para tanto –dije mientras sacaba mi comida de mi lonchera–.

–Se ven bien esos macarrones con queso –comentó Ronny–.

–Son lo único que sé cocinar, y como tanto mis tíos como primos son vampiros, pues creo que moriré de hambre –dramaticé–.

–No me digas que en serio eres prima de Mason e Ethan –empezó Liv–.

–Es que sí lo soy. ¿Por qué suena tan difícil de creer? –pregunté–

–Porque ellos son... intimidantes –respondió Ronny–. Sobre todo Ethan.

Solté una risa.

–Ay, no me hagas reír. Es demasiado tierno y me cuida mucho, no lo veo lastimando a nadie –afirmé con seguridad–.

Ambos soltaron una gran carcajada.

–Creo que te han visto la cara, girl –comenzó Liv–. Pregúntale a Ronny lo que le pasó.

–Tengo miedo de preguntar. Pero, ¿qué te hizo, Ronny? –mis ojos se abrían como platos–.

–Ethan me llevó al bosque para jugar a las escondidas –empezó–.

–No veo nada malo en eso. Es decir si es sólo jugar...

–No –me cortó–. Cuando un vampiro te lleva al bosque, es para cazarte. Él me persiguió mientras yo corría por todo el bosque –contó apenado–. Disfruta de asustar a los demás, no es diferente de Mason.

No reaccioné bien. ¿En qué momento dejé que mis padres me convencieran de vivir con estos locos? No iba a sobrevivir el verano si seguía así.

–Hablando de Ethan... –soltó Liv–.

–¿Comiendo sin mí? Eso sí que es de mala educación –dijo Ethan comiéndose uno de mis macarrones–.

No supe qué decirle. Parecía no importarle absolutamente nada ni nadie.

–Ethan, pensé que te conocía lo suficiente –admití sin pensar–.

Él estaba serio, mirándome fijamente.

–Mejor hablemos de esto en privado –respondió guardando todas mis cosas en mi mochila–.

–Voy con ustedes –me tranquilizó Liv–.

–Lo siento Liv, pero esta es una charla familiar. Así que a menos que quieras terminar en el sótano de Mason, mejor sigue por tu camino –la amenazó mientras me jalaba del brazo–.

Podía sentir los latidos de mi corazón en ese preciso momento. No reaccionaba, era como si mi cerebro no procesara lo que  acababa de pasar.

–Ahora que estamos solos en el patio, dime qué te molesta pulguita –pidió mientras me apretaba una mejilla–.

–Es que sencillamente no entiendo nada. Pensé que Mason y tú eran buenos pero parece que me equivoqué –respondí–.

No me contestó nada, pero me abrazó fuerte a modo de consuelo.

–Hablaremos de todo esto en casa después. Pero te prometo que las cosas van a mejorar –me aseguró–.

–Gracias E –le agradecí–. Creo que iré con mis nuevos amigos, no vayan a creer que me hiciste algo malo.

Ethan soltó la risa, no pudiendo más. En mis siguientes clases me senté con Ronny y con Liv, mis clases siendo muy tranquilas.

Hasta que sonó la campana de fin de clases y tuve que irme con Mason y con Ethan.

ValtorWhere stories live. Discover now