𝐒𝐎𝐔𝐋 ▎ 𝗞𝗹𝗮𝘂𝘀 𝗠𝗶𝗸𝗮𝗲𝗹𝘀𝗼𝗻

twelve

Los días eran cada vez más solitarios con la predominante sombra de los problemas que rodeaban a los Salvatore. Jane que hasta ese entonces guardaba el secreto de haberse encontrado con el vampiro original por miedo al que dirán sus hermanos.

Había estado ese día buscando en la mayoría de las bibliotecas de Mystic Falls mirando algo similar a su situación de ese momento aunque no tenía ni la remota idea de que es lo ocurría.

La poca información que encontró fue de la maldición de Elena y un simple diosa que ocasionó la maldición en los hombres lobos. La diosa Selene.

Se sentía impotente por la poca información y regreso a casa severamente decaída por lo que logró encontrar, en la entrada de la mansión Salvatore se encontraba Elijah Mikaelson y Elena Gilbert conversando.

—¿Qué haces tu despierto? —Peguntó Jane a la defensiva al verlo totalmente bien, se suponía que debía tener una daga en el pecho.

—La pequeña Salvatore.

Elijah se giró hacía la pelinegra acercándose peligrosamente a ella, viendo como cargaba algunos libros de maldiciones antiguas. Qué en realidad el sabía que no ayudarían en absolutamente en nada a la joven.

Janette Salvatore no sabía como se vio envuelta en el lío de Elena Gilbert. Se encontraba en la parte trasera del auto donde escuchaba falsas promesas de contarse solo la verdad y una alianza que terminaría totalmente mal.

Mientras Elijah narraba el encuentro entre Katherine y Klaus hace demasiados siglos atrás que solo generaba incertidumbre hacía la ojiazul y curiosidad sobre el tema en ese momento. El sacrificar a una persona a costa de recuperarse le parecía completamente terrorífico, como algo que jamás se atrevería a hacer.

—¿Qué? —Janette solo había estado en un largo trance durante unos minutos escuchando atentamente. —¿La maldición es falsa?

Antes de que el original tuviera tiempo para responder, el teléfono de Elena no para de llamar y cansado se lo tiendo para que conteste, encontrándose con que su tía Jenna sabía toda la verdad de lo ocurría. Cuando finalmente se fue prometiendo regresar, Jane volvió a la mansión en compañía de Elijah.

—¿Y porque me quiere a mi? —Pregunto curiosa sobre la poca información que tenía hasta ese momento y que él día del sacrificio llegaría temiendo lo que ocurriría.

—En realidad se una parte de la verdad que Klaus me contó hace siglos, de una pequeña humana que solía aparecer en sus sueños. Más tarde logramos por medio de una bruja saber que todo hombre lobo estaba destinado a tener una compañera pero al estar su maldición sellada no había forma de que pudiera reconocerte, sin embargo seguías apareciendo constantemente en sus sueños lo cuál de por si era demasiado extraño. Tú, Janette Salvatore eres un misterio en la vida de todos. —Elijah se sentó elegantemente en el sofá viendo la llama roja de la chimenea que los envolvía a ambos.

—No puedo ser su compañera. No soy una mujer lobo. —Janette negó segura de si misma al ver la mirada inquietante de Elijah.

—¿Y qué nos asegura que una humana no puede ser su compañera? —Preguntó tranquilo ante la obvia posibilidad de lo que podía ocurrir. Klaus romperá su maldición no sólo para obtener su lado hibridó sino que también para reconocer como compañera a Jane.

La pelinegra se negaba a aceptar esa información, era imposible ella sea la compañera de Klaus, después de lo que hará sufrir a sus hermanos. 

—Por más que intentes negarlo es una realidad que debes aceptar.

—No quiero.

—Aveces simplemente no tenemos elección Jane.

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Janette no sabía que pensar a cerca de la información que le había proporcionado Elijah. Jamás estaría con él pensaba la pelinegra.

Los tres Salvatore's se encontraban en la sala de su hogar discutiendo nuevamente en el cómo podrían salvar a Elena junto con Elijah. 

—¿Klaus tiene todo para hoy? —Preguntó Elena curiosa, la esperanza se albergaba en el corazón de la morena para poder aplazar su muerte o lo que vendría.

—Si no los tiene los tendrá.

Damon salió del lugar extasiado preocupando a su hermana menor, Stefan salió detrás de el mayor de los Salvatore y seguido de Jane. Qué solo lograba escuchar la pelea.

—Siempre hay una forma.

—No en este caso. Jane. —Janette no admitiría lo mucho que le dolió aquellas palabras, su Damon de 1864 había cambiado mucho.

Cuando regreso a la casa un estruendo sonó por todo el lugar junto con distintos gritos. Jane junto con Elena salieron corriendo para poder ver la puerta donde se encontraba Alaric que recibía gritos de Jenna.

—¿Klaus? —Preguntó Damon a la defensiva al verlo parado en su hogar.

—No es él. —Jane lo dijo por inercia, recibiendo miradas de todos los presentes. El rubor de la vergüenza surgió en los cachetes de la pelinegra, era algo totalmente raro para la Salvatore porque sabía que esa mirada que cargaba Alaric no era la misma que la de Klaus. Lo podía sentir sin saber el como. Y eso incluía la realidad de que era su compañera.

—¿Por que Klaus te solto? —Preguntó Stefan curioso acercándose a Alaric.

—Quería que les diera un mensaje. —La mirada de el hombre se ensombreció y su semblante se volvió aun mas serio que antes. —El sacrificio va a ser hoy.

Las palabras impactaron a Janette y no solo a ella, a todos lo que se encontraban en esa fría habitación; saber que un día tan precioso como la luna llena sería utilizado para un vil sacrificio por egoísmo propio la deprimía. La luna no merecía eso.

Sin saberlo también una parte de ella se alegró, era como si dos personas diferentes habitaran en el mismo cuerpo, dos versiones de ella distintas. Su conexión con la luna era tan profunda desde que tenía memoria que ha Jane ya no se le hacía raro apreciarla y adorarla, en cambio, a sus hermanos si.

Y una verdad aún más cruel estaba en silencio en ese momento, un detalle que ni Elijah ni Stefan ni Damon habían tenido en cuenta y era que Janette Salvatore sería utilizada en el mismo ritual donde matarían a Elena.

Damon subió al cuarto acompañado de Jane, que de inmediato al ver el rostro impotente de su hermano corrió a su consuelo y como no, a pesar de ser sobreprotegida; el amor de hermanos aún perduraba en ellos. Una conexión increíblemente difícil de borrar porque por más que tuvieran dificultades. Seguían siendo familia y la única que tenían.

—Damon... —Jane se acerco a él, colocando una mano en su hombro derecho, temía por lo que pasaría con el Salvatore mayor, daría todo lo que fuera por Elena aunque eso significará morir. Y saber que la muerte de la Gilbert afectaría a su hermano de sobremanera no le agrado, siempre habrá una forma u una solución y Jane no se detendría hasta encontrarla.

Elena entró a los minutos totalmente preocupada por Damon, la pelea se desató luego de las palabras de la pelicastaña. Jane se acerco preocupada por lo que ocurriría en esa situación debido a su enfrentamiento, siempre que habían disputas entre ambos, nunca solían acabar bien. Mayormente por la terquedad de Elena o la de Damon.

—¡Calmense! —Gritó Jane sobresaltando a ambas personas que se encontraban discutiendo. Elena porque aseguraba vivir por el elixir y Damon que decía que no era seguro ni probable que viviera con un supuesto elixir falso.

El Salvatore mayor empujó a su hermana hacía su cama. Jane se vió sorprendida ante tal acción y de inmediato Damon le dió de beber a Elena sangre de vampiro, la incredulidad se apoderó de ella. Jamás habría pensado que él sería capaz de hacer algo como eso, más porque sabía que Elena odiara regresar como un vampiro al igual que Jane.

Tumbada en la cama presenciaba toda la escena atónita mientras sus dos hermanos se gritaban por lo que hizo Damon. Ella en cambio no sabía que decir, entendía a su hermano pero no podía justificar sus acciones con sus razones, tampoco le parecía la acción que él había cometido.

Sin duda alguna, toda esa situación es un desastre.

SE VINO EL DESMADRE. Planeaba revelarles toda la verdad de una vez en el día de sacrificio, pero decidí hacerlo poco a poco. Aquí puse demasiadas pistas que es posible que descubran la mayoría.

Gracias a las personitas que me han apoyado desde el inicio <3 sobre todo a , no es fácil para mí con tan poca experiencia escribir muy seguido y más aún algo relativamente mejor, espero les haya gustado. Me encanta cuando comentan, no duden en seguir haciéndolo. Qué siempre respondo con dudas.