𝐒𝐎𝐔𝐋 ▎ 𝗞𝗹𝗮𝘂𝘀 𝗠𝗶𝗸𝗮𝗲𝗹𝘀𝗼𝗻

Thirteen

Janette se sentía demasiado incómoda en ese espacio tóxico, no tenía con quien estar en ese momento, y Elena se transforma en vampiro ese mismo día. En esa grande casa junto con sus hermanos irremediablemente se llegaba a sentir muy sola, no pertenecía a ese nuevo mundo. No ella, o eso creía.

Salió a caminar para poder respirar del asfixiante ambiente de la mansión Salvatore. Por el camino del bosque se logro evidenciar una sombra, casi plateada pero desapareció en ese instante. Jane se frotó los ojos intentando ver si era realidad.

Se estaba volviendo loca.

Antes de que pudiera volver a la casa Salvatore una sombra se posó detrás de ella, el atardecer había llegado a su total cumbre y prontamente junto a él la noche. La sombra se posó frente a ella tranquilamente y de alguna forma logró saber.

Su figura se alzaba impotente entre los últimos destellos del atardecer y su cara comenzaba a iluminarse cada vez más. Aquella sensación que la atormentó durante esos días, reapareció como un recuerdo constante de su destino con el pronto hibrido.

Su corazón a pesar de intentar de mandarlo para que deje de latir de aquella forma por ese hombre que ni siquiera conocía, en cambio, a Klaus se le ilumino la mirada con verla viva frente a él, sabía que lo odiaría por lo que la obligaría a hacer pero no había ninguna otra forma. Y aquel Mikaelson la extrañaba de una forma inimaginable, como llegar de un mal día y verla en sus sueños, reír junto con ella en su cabaña de ese espacio imaginario. Tenerla a su lado y que escuchara cada una de sus quejas del día. Sin saberlo ya la había aprendido a amar, tenerla frente a él sin ningún recuerdo suyo le rompía su alma en dos.

—Klaus... —Murmuro anonada viéndolo frente a ella. El momento habría llegado.

—Hola amor. —Sonrió el, se acerco lentamente a ella sin querer asustarla. —Creo que ya sabes para que vine.

—Por Elena y por mí. 

Jane se dejó guiar de él amablemente, aunque de camino intento sacarle platica; la pelinegra no cedió, lastimando el corazón de su "amado".

—Solo dolerá por hoy. —Le comentó arrepentido y aunque ella no sabía de que se trataba, tenía el presentimiento que es algo que la lastimaría. —Quiero que hagas todo lo que te diga.

Intento hipnotizarla, Jane no mostró algún signo de seguir la indicación. Le dio a entender que tenía verbena con ella en ese momento. La Salvatore menor sabía que era imposible luchar contra un vampiro original, no le serviría pelear. Al menos no en ese momento.

Klaus quito cuidadosamente el relicario que siempre cargaba Jane desde su decimotercer cumpleaños, en el se encontraba una foto de Damon y Stefan en un lado, en el otro, era los tres herederos de la casa Salvatore.

—Te lo devolveré apenas acabe el ritual. —De alguna forma Klaus ya sabía lo importante que era para ella aquel collar, Jane se lo había comentado una vez en un sueño. Luego la hipnotizó y al instante una bruja se apareció por el lugar llevando a Jane a lo que parecía ser el ritual.

Al llegar se encontró con Jenna, la tía de Elena. Jane se acercó corriendo a la mujer preocupada por como estaba, se encontraba medio dormida.

—No te acerques mucho. —La bruja la apartó de ese lugar en ese momento. 

—¡¿No pudieron elegir a otra persona?! —Gritó Jane con algunas lagrimas en sus ojos, Jenna no merecía lo que le sucedía.

—Cállate de una vez. No quiero desatar su ira.

Poco después llego Elena al lugar, repitió la misma acción que la pelinegra con Jenna.

—¿Jane, que haces aquí? —Preguntó Elena confundida de ver a su reciente amiga en ese lugar. No se acordaba del todo que la Salvatore también participaba en ese ritual. No como ingrediente. Como medio.

—También participa. Es un medio valioso para poder romper la maldición, además es una de las razones. Necesita estar presente o no podrá recuperar su memoria. —La bruja mencionó divertida, preocupando a Jane. Si recuperar sus recuerdos implicaba sacrificar a personas inocentes no lo deseaba. No lo quería.

La bruja agarró la muñeca de Jane guiandola a un cuenco grande de piedra. Corto una significativa raya para dejar fluir la sangre en la piedra.

En ese momento entró Klaus con lo que parecía ser un vampiro detrás de él. El ritual iniciaría.

Primero fue Jules. Le sacaron el corazón horriblemente, una forma tan atroz que Jane intentó ir a ayudarla. Pero Klaus la hipnotizó para que no se moviera del lugar. 

Hubo una pequeña intervención donde la miraron, Stefan había llegado a lugar pidiendo intercambiar con Jenna, la Salvatore lloró negándose y Klaus subió para hablar con él y la recién vampira de Jenna despertada logro escuchar todo.

Seguía Jenna. 

Hasta ese punto Jane no quería mirar más, se rehusaba. No quiere ver morir a alguien inocentemente frente a ella. Alguien que no pertenecía a ese mundo como Jane.

Hicieron una pausa antes de seguir con Elena. La miraron fijamente y Klaus se acercó a ella. La bruja que lo ayudaba se encontraba emocionada por poder verla, a aquella leyenda de múltiples sufrimientos de parte de su madre.

—Es tu turno. —Klaus se acercó más, su rostro a centímetros del de ella. Había algo en sus ojos, algo que lo hacía parecer casi humano en ese momento, algo que solo Jane podía sacar a la superficie.

—¿Qué se supone que debo hacer? ¿Morir? 

—Eso jamás. —Mencionó el Mikaelson serio, la acercó al vampiro que había traído; esté se encontraba tan inmóvil como una piedra. —Mátalo.

Le proporcionó la estaca a Jane hipnotizándola para que matara a ese vampiro y por mucho que intentase resistirse, no lo logró. La clavó con todas su fuerzas en el corazón de ese vampiro llevándolo a su muerte. Una muerte que jamás olvidaría que ella ocasionó.

A los segundos un dolor intenso recorrió su cuerpo, se encontraba en un estado de transformación a hombre lobo. Janette Salvatore era una mujer lobo.

Su transformación comenzó a ocurrir en ese mismo lugar mientras Elena Gilbert era succionada hasta morir. Liberandolos de su maldición hasta ese momento y logrando recuperar ciertos recuerdos de Jane y Klaus, bajo una luna llena por fin logró su objetivo y la transformación de licántropo. Esta se vió interrumpida por un intento de asesinato, pudo evitarlo convenciendo a Elijah Mikaelson de que se reuniría con su familia. Pasando el resto de la noche y día junto con una recién transformada Jane.

ALELUYAAA. Estaba que lo soltaba ola. Perooo, aún faltan más secretitos, les he dejado pistas demasiado pequeñas que dudo que las logren captar. Aunque les solte una grandota. Y sí tenemos a nuestra lobita Jane, ¿Porque es mujer lobo? se preguntara, viene ligado a un pasado de ella y Klaus. No les puedo decir más porque les suelto toda la sopa.

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