Jeremías.
Hace un rato que estaba esperando a la Javi con el Cris en el aeropuerto, el Cris quedó de avisarme cuando llegaran, por mientras hablo con el Furia.
–Todavía no llega —le dije al Furia.
–Lo demás esta listo —me dijo el.
–Bueno mi sangre, gracias —le dije.
Justo me llego el mensaje del Cris avisandome de que ya se habían bajado del avión.
–Ya llego, ahí hablamos —le corté.
Vi al Cris y la Javi caminar, la Javi venía pendiente de su celular delante del Cris.
Me acerqué a saludar al Cris que venia detrás de ella, como la Javi estaba pendiente de otra cosa no me vio.
–Buena mi sangre —nos saludamos.
–¿Por qué viene tan pega en el celu? —le pregunté viendo a la Javi.
–Esta enojada.
–Cris vamonos en Uber noma, el Jere ni me hablo así que no va a venir, ya era —dijo ella.
Me acerqué a la Javi y la abracé por detrás, ella dio un salto y se dio vuelta.
–Yo te dije que iba a estar aquí.
Sus ojitos se iluminaron y me abrazó.
–Me asustaste Jeremías —se separó para mirarme—. Te extrañé —me agarro de las mejillas y me dio un beso.
–Yo igual princesa —ella sonrió—. ¿Vamos?
Ella me dio la mano y yo le ayude llevando su maleta.
–¿Cómo te fue en Argentina? —le pregunté al Cris mientras caminábamos.
–Bien, hicimos varias cosas.
Seguimos hablando un poco de música hasta que llegamos al auto y nos subimos.
[...]
La Javi recién termino de saludar a su familia con el Cris, todavía no iba a su pieza.