LIBRO 2
"Porque a veces el primer amor no era la primera pareja que has tenido, si no la primera persona que te ha marcado de una manera positiva, pero por cosas del destino esa "relación" no llega a ningún lado, y aunque la relación que tuve con l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo ocho
Noah necesita ayuda
Febrero 28, 2018
Adriel Miller
— ¡Adriel, despierta! —escuché una voz familiar que rompió el silencio de la madrugada.
Abrí los ojos pesadamente, tratando de enfocarme en lo que sucedía. El cuarto estaba oscuro, salvo por la tenue luz que entraba por la ventana. Al principio, pensé que estaba soñando. Sin embargo, ahí estaba Noah, al pie de mi cama, mirándome con una mezcla de preocupación y urgencia.
— ¿Qué hora es? —murmuré, pasándome una mano por el rostro para despabilarme.
— No importa la hora, necesito tu ayuda —contestó, ignorando mi pregunta—. Me peleé con Kelly... y no sé qué hacer.
Al escuchar que mencionaba a mi hermana, finalmente me senté en la cama, algo confundido pero más alerta. Noah y Kelly siempre habían sido una pareja intensa, y aunque se adoraban, también solían tener discusiones de este tipo. Si Noah estaba aquí a las tres de la mañana (eso decía el reloj en mi mesa de noche), la cosa era seria.
— Está bien, cuéntame qué pasó.
Noah empezó a caminar de un lado a otro por mi cuarto, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
— Teníamos planes para salir, algo que habíamos organizado hace semanas. Pero... lo olvidé, Adriel. Le dije sin pensar que me había comprometido con los chicos para el mismo día. Apenas lo mencioné, Kelly se puso triste y... se fue. Ni siquiera quiso hablar más.
Suspiré. Sabía que Kelly había estado esperando esa salida, y que su tristeza no era tanto por la pelea sino por el olvido de Noah. Aunque lo amaba, se frustraba cuando estos pequeños detalles parecían pasar desapercibidos para él.
— ¿Y qué le dijiste tú? —pregunté, tratando de mantener la calma.
— Traté de explicarle que lo olvidé, que no lo hice a propósito, pero fue como si no me escuchara. Está dolida, y no sé cómo arreglarlo. No quiero que esto nos afecte más.
Miré a Noah, que había dejado de pasearse y me miraba con una mezcla de ansiedad y arrepentimiento. Sabía lo mucho que le importaba Kelly, y cuánto estas situaciones lo afectaban también.
— Escucha, tranquilo. No es el fin del mundo. Solo tienes que hacer algo especial para demostrarle que te importa. A Kelly le encantan los detalles, y ahora más que nunca necesitas mostrarle que lo sientes.
— Sí, pero no sé qué hacer. No soy bueno en eso... Necesito tu ayuda para planear algo que realmente le llegue al corazón.
Suspiré, recostándome nuevamente en la cama. Aunque no me encantaba la idea de tener que pensar en eso a estas horas, sabía que era importante. Después de todo, Kelly era mi hermana, y Noah realmente la amaba.