LIBRO 2
"Porque a veces el primer amor no era la primera pareja que has tenido, si no la primera persona que te ha marcado de una manera positiva, pero por cosas del destino esa "relación" no llega a ningún lado, y aunque la relación que tuve con l...
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Capítulo cuatro
Rosas negras
Enero 15, 2018
Adriel Miller
Me senté en el sillón cómodo de la oficina del terapeuta Rossi, nervioso, la semana había sido intensa, estaba preparado para poder soltar lo que he llevado dentro en estas dos últimas semanas.
Y vaya que han pasado cosas.
Él me miro con sus ojos amables y me dio una cálida bienvenida invitándome a comenzar.
—Han pasado muchas situaciones estas semanas que no se por donde comenzar —Digo jugando con mis dedos— Lo primero no es que me preocupe, la verdad es que no, pero uno de mis mejores amigos salió del closet, bueno lo pillamos en un acto comprometedor con su novio.
—Eso es bueno ¿no?
—No digo lo contrario, solamente fue como una bomba estallando en mi cara diciéndome que no conozco tanto a mis amigos como creí, él para mis ojos era hetero siempre demostró aquello, y ahora tiene novio.
—¿Has pensado como él se sintió cuando empezó a sentir cosas por un hombre y no por una mujer?
—Aterrado, o eso nos dijo. —Le digo— Y se que fue muy, pero muy difícil vivir eso y solo, solo quisiera que nos hubiera dicho antes para estar junto a él.
—Solo puedo decirte que cada persona tiene su proceso, así como tú estas viviendo el tuyo, tu mejor amigo vivió el suyo.
Asiento con la cabeza.
—Ahora, hay otra cosa que he estado pensando —comienzo, jugando con el borde de mi chaqueta—. No se relaciona directamente con mi amigo, pero también está pesando en mí. Es sobre Sabik.
El terapeuta Rossi asiente, invitándome a continuar.
—Como sabe, Sabik y yo decidimos tomar un tiempo separado para trabajar en nuestras propias cosas
— ¿Qué es lo que te hace sentir que la separación podría no haber sido la decisión correcta? —pregunta Rossi, con una expresión comprensiva.
—Es difícil de explicar. A veces pienso que deberíamos estar juntos para superar esto, pero al mismo tiempo, siento que necesito este tiempo para crecer y enfrentar mis propios desafíos.
—Es comprensible que te sientas así. El tiempo separado puede ser doloroso, pero también puede ser una oportunidad para crecer individualmente. —Me anima— Es importante recordar que, aunque estés básicamente separado, todavía puedes ofrecer apoyo emocional.
Asiento, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza
Al salir de su consultorio me sentí más aliviado, las sesiones se habían vuelto un pilar fundamental en mi vida, poder desahogar todo lo que pienso, mis emociones y lo que siento a una persona que no puede juzgarme, solo escucharme es un peso menos para mis hombros.