Capítulo 25

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Capítulo veinticinco

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Capítulo veinticinco

Un cumpleaños diferente

Julio 06, 2018

Adriel Miller

Noah se levantó de la mesa, sus hombros caídos como si llevara el peso del mundo sobre ellos. Era su cumpleaños, pero no había ni rastro de la energía habitual que siempre traía a este día. Lo observé desde la cocina mientras tomaba un vaso de agua, intentando encontrar el momento adecuado para preguntarle lo que ya intuía. Los últimos días había estado distante, más apagado de lo normal, y hoy eso era más evidente que nunca.

Finalmente, decidí acercarme. No podía dejar que siguiera en ese estado, y menos en su cumpleaños.

—Oye, Noah —dije en tono bajo, para no sonar invasivo—, ¿qué pasa? No pareces estar disfrutando del día.

Él tardó unos segundos en responder, sin mirarme, concentrado en el agua que bebía, como si fuera lo único que le mantenía firme en ese momento.

—Kelly y yo terminamos —dijo finalmente, su voz apenas un susurro.

La habitación pareció detenerse. Sabía que algo había estado pasando entre ellos, pero no esperaba que fuera tan grave. Kelly, su vecina de toda la vida y su novia durante tanto tiempo, había decidido poner fin a su relación. Sabía que la mudanza de Noah a Boston era inminente, pero no pensé que fuera lo suficiente para romper algo que había sido tan fuerte durante años. Era difícil pensar que una distancia que se anticipaba desde hace tiempo había logrado lo que tantos intentos de sus padres, amigos y conocidos no habían podido hacer.

—¿Cuándo pasó? —pregunté, tratando de entender la situación.

Noah dejó el vaso sobre la mesa y se frotó la frente con ambas manos, como si intentara ahuyentar la tristeza que lo envolvía.

—Hace un par de días. Dijo que no podía lidiar con la distancia que se venía. Que lo mejor era terminar ahora, antes de que fuera más doloroso.

Me quedé en silencio, procesando lo que acababa de decirme. Kelly y Noah habían sido inseparables, y ahora, la idea de que el próximo gran paso de su vida —su mudanza a Boston— fuera lo que los separara, parecía cruel. Era una decisión que ambos sabían que llegaría, pero no esperaba que Kelly fuera la que diera ese paso tan drástico primero. El eco de su dolor resonaba en la habitación, y me di cuenta de que no era solo una ruptura; era una despedida anticipada. Noah había soñado con un futuro juntos, y ahora se le escurría entre los dedos.

Con lágrimas en los ojos, Noah comenzó a recordar momentos felices que había compartido con Kelly. La frustración y el dolor que sentía eran tan intensos que no podía contenerse más. Sus manos temblaban ligeramente mientras se dejaba llevar por la tristeza, y por un momento, su mirada se perdió en un recuerdo que nunca volvería. Esa imagen de ella riendo, de sus abrazos, de sus conversaciones interminables. Era como si un torrente de emociones se desbordara en él.

Dulce amor #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora