Capítulo veinte
¿Boston?
Junio 02, 2018
Adriel Miller
El reloj de la oficina de Rossi siempre tiene ese tic-tac suave que llena los silencios entre nosotros. Me siento en la misma silla de siempre, tratando de poner en orden mis pensamientos antes de que empiece la sesión. Hoy se siente diferente. Hoy tengo buenas noticias.
Rossi me mira con su habitual calma, listo para escuchar, como siempre. Ya no me resulta incómodo, como al principio. Hay algo en su manera de estar presente que me invita a hablar sin reservas.
—¿Cómo te has sentido, Adriel? —pregunta, con su tono paciente.
Muevo la cabeza, respirando hondo. Lo que voy a decir me emociona, pero también me pone un poco nervioso.
—Bien. Mejor de lo que esperaba, la verdad. —Sonrío levemente, mirando el suelo por un segundo ante de volver a levantar la vista.
Rossi levanta una ceja, curioso.
—Eso es bueno. ¿Qué ha cambiado?
—Bueno... —Sonrío más ampliamente, esta vez sin poder evitarlo—. He vuelto con Sabik.
Por fin lo digo. La noticia que he estado guardando para este momento se siente liberadora en cuanto sale de mi boca. Rossi asiente, su expresión no cambia demasiado, pero sé que ha captado lo importante que es para mí.
—¿Y cómo te sientes con eso? —me pregunta, inclinándose hacia adelante.
—Feliz. Muy feliz. —La palabra suena tan simple, pero es la verdad—. Sabik y yo hemos pasado por muchas cosas, pero siento que estamos en un buen lugar ahora. Nos dimos el tiempo para trabajar en nosotros mismos y, cuando nos encontramos de nuevo, fue como si todo encajara.
Rossi me mira con una sonrisa suave.
—Eso suena como un avance significativo. ¿Qué dirías que es diferente esta vez?
—Creo que ambos cambiamos. Antes, había mucha presión, mucha inseguridad por ambos lados. Ahora, nos sentimos más seguros de quiénes somos y de lo que queremos. No es perfecto, pero funciona. —Hago una pausa, recordando nuestras últimas conversaciones y cómo, por primera vez en mucho tiempo, todo se sintió tan bien.
Rossi se recuesta ligeramente en su silla.
—Eso es un gran progreso. ¿Hay algo que te preocupe sobre esta nueva etapa con Sabik?
—Bueno, claro... —Dudo por un segundo, pero es mejor decirlo—. Todavía tengo miedo de arruinarlo, de que algo pase y todo se venga abajo. Pero creo que eso es normal, ¿no?
Rossi asiente.
—Es completamente normal. El miedo al cambio y al posible fracaso es parte de cualquier relación, especialmente después de haber pasado por una separación. Lo importante es que te sientes capaz de enfrentar esos desafíos.
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Dulce amor #2
Roman d'amourLIBRO 2 "Porque a veces el primer amor no era la primera pareja que has tenido, si no la primera persona que te ha marcado de una manera positiva, pero por cosas del destino esa "relación" no llega a ningún lado, y aunque la relación que tuve con l...