↬ epílogo

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...

Un año después.

El tiempo pasa demasiado rápido cuando estás ocupado o cuando estás en un estado de felicidad y de satisfacción personal, en el que el tiempo pasa a segundo plano.

Jun había descubierto eso en los últimos meses, en especial en los días anteriores y posteriores a su boda con Wonwoo.

El sueño de una boda perfecta, nunca fue uno de los primordiales en la lista del castaño para su vida, pero una vez que Wonwoo y él se comprometieron oficialmente, él había sido el más emocionado.

Una de las cosas que Jun habia adorado de la boda es que la familia de Wonwoo pudo venir y ser parte de ese momento de su vida, sentir el apoyo de la familia Jeon, fue algo que el castaño agradeció demasiado.

Por parte de Jun, su familia igual lo apoyó en ese día tan importante, en especial sus hermanas.

Y la gran sorpresa fue ver a su madre llegar ese día, Junghwa aún estaba en proceso de aceptar todo lo que había pasado con su hijo, pero con el tiempo ella ha sabido sobrellevar todo y poco a poco estaban retomando su relación de madre e hijo.

Su vida como pareja en realidad no había cambiado a lo largo de ese año y después de la boda, ahora tan solo vivían en un departamento más grande, Jun había juntado el dinero suficiente para abrir un consultorio propio en donde se sentía más tranquilo, había sido como haber inciado desde cero y eso le daba una paz infinita.

Por otro lado, Wonwoo había encontrado trabajo en uno de los laboratorios mejor posicionados en la ciudad, por lo que su vida estaba mucho mejor y más estable que antes.

- Es un hermoso día para estar vivo, si mi esposo va a despertarme así. - habló el pelinegro con una brillante sonrisa, admirando lo hermoso que lucia su esposo sentado encima de él.

- Buenos días, amor. Es hora de que me hagas el desayuno. - dijo Jun sonriendo igual, dándole un pequeño beso en la frente a su esposo, antes de bajarse de encima de él y salir corriendo de la habitación.

- ¡Hey! - se quejó Wonwoo divertido saliendo de las sábanas para seguir al castaño. - Eres como un niño pequeño. - comentó el pelinegro una vez que alcanzo a su esposo en la cocina.

- Bueno, si no recuerdo mal... a alguien le gustaba que lo llamara Daddy. - respondió burlón el castaño, mirando coquetamente al pelinegro.

- Basta, no comiences con eso. - bufó el pelinegro, acercándose a él.

- ¿Por qué no? - preguntó con un toque de inocencia.

Wonwoo mirando con detenimiento las piernas brillantes y tonificadas, que estaban desnudas antes sus ojos, luciendo tentadoras para él.

- Porqué puede que ya no te haga el desayuno y termine follandote en este instante. - dijo tomando las caderas del castaño para jalarlo hacia él.

Jun rodó ojos con una sonrisa en sus labios.

- No te creo capaz de eso. - susurró el ojimiel, acariciando lentamente el pecho de su amante.

- Soy muy capaz. - murmuró el pelinegro con los ojos fijos en los labios de jun.

- Mhm... demuestralo. - murmuró seductoramente Jun, mordiendo su labio inferior.

Wonwoo sonrió de lado, con una mirada llena de determinación, inclinándose de inmediato para besarlo.

El castaño sonrió entre el beso, soltando un dulce jadeo cuando Wonwoo apretó sus caderas antes de bajar sus manos hacia los muslos de Jun.

- Sabes que hacer. - susurró el pelinegro con la voz ronca, sin dejar de besarse.

Bad Idea | WonhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora