Tren de medianoche

Prólogo

Las vacaciones habían sido muy eternas para Karime, necesitaba descargar su energía en nuevas rutinas pero sus amigas y novio se encontraban fuera de la ciudad, estaba completamente sola. Era muy raro que la chica más popular de la escuela estuviera picandose los ojos del aburrimiento mientras veía como sus padres se encontraban jugando ajedrez en el recibidor de su casa, los adoraba pero muchas veces eran demasiado aburridos para su energía. Norris estaba cerca de ella viendo curiosamente la partida de sus padres.

Encontró la excusa perfecta para salir y terminar con su muerte lenta de aburrimiento, iría por la cena.

Caminar por la ciudad le permitía distraerse demasiado, sabía que debía estar en casa en menos de una hora y por esa razón apreciaba cada escaparate de tienda que se cruzaba en su camino pero algo llamó demasiado su atención, realmente no recordaba que existieran sitios de ese tipo, una librería.

Cuando entró al lugar, rompió el silencio con el trinido de la puerta vieja, realmente no había nadie como para generar más ruido. Conforme se iba adentrando al negocio, encontró a una mujer de cabello plateado y enormes lentes revisando unas facturas. Todo a su alrededor eran grandes cantidades de libros y hasta el fondo había una pequeña sala con tres muebles de color negro, una mesa redonda de madera y dos sillones puffs grandes que estaban reluciendo por su color rojo.

一Disculpe, ¿en qué consiste esto?

一Pagas cierto producto para que puedas acompañarlo al momento de leer el libro 一la encargada respondió sin dejar de escribir pero al ver su sonrisa al final de la oración logró comprender que solo estaba ocupada y no molesta.

一¿Como un cibercafé?

一Más o menos, solo que aquí debes dejar alguna identificación, comprar uno de los productos y leer un libro usado de la estantería 一la mujer de anteojos señaló la repisa que estaba detrás de ella, había una gran variedad de productos preparados previamente y unos cuantos instantáneos.

Vaya tontería, pensó pero más tonta fue cuando sus ojos descubrieron que estaban entre los estantes la colección de Harry Potter. ¿Qué más daba detenerse a experimentar nuevas cosas con libros que había leído al menos 100 veces durante su niñez?

一¿Cuánto tengo que pagar por un sándwich y la leche de fresa?

No podía creer que a sus 17 años estaba comprando la comida de cualquier niño pequeño solo para poder leer un libro.

La hora pasó demasiado rápido y para su mala suerte, no llevaba ni 20 páginas, quizás otra persona jamás retomaría esa experiencia tan absurda pero para Karime, era un nuevo escape de sus vacaciones aburridas. Al dejar el libro en el estante sintió como una mirada la escaneaba de arriba a abajo, no se sorprendió debido a que estaba muy acostumbrada a todas las miradas en la escuela cuando hacía sus rutinas.

Su confianza de desplomó cuando se encontró una chica de su edad detrás del mostrador, su semblante era muy relajado pero su mirada imponía demasiado, Pindter no sabía si sus nervios tan repentinos eran por ver a la chica más guapa del lugar, aunque bueno, solo había visto a dos personas en la librería y una de ellas pasaba de los 50 años, o si era por ser la primera vez en tanto tiempo que hablaba con alguien durante sus vacaciones. Ninguna de las dos tenía sentido, ella conocía perfectamente a esa chica: Gala Montes.

一Tienes que dejarlo de este lado, debo de verificar que sigue en buenas condiciones.

一Mañana regresaré 一por alguna extraña razón Karime soltó ese comentario ante tal silencio, en cuanto salió de su boca, se había arrepentido.

La chica castaña que estaba detrás del mostrador dejó de teclear en la computadora, su mirada fue directo a la pelinegra, regalándole una sonrisa.

一Entonces es un hasta mañana, Karime.