Jujutsu Kaisen: Renacimiento

Capítulo 17: Desesperación

Kaede, mientras sostenía a Kagekiri en su regazo y acariciaba suavemente su cabeza, preguntó con un toque de duda en su voz:

"Kagekiri, ¿qué pasó después de mi muerte?"

Kagekiri respiró hondo, su expresión se volvió seria cuando se enfrentó a Kaede. "Después de tu muerte, Kaede-sama, las cosas cambiaron drásticamente en la sociedad Jujutsu. Miyako Gojo fue asesinado por usted en esa confrontación final, debilitando significativamente nuestras defensas. La traición de Sukuna y su plan para convertirse en una maldición devastaron nuestras filas aún más."

Kaede asintió, recordando la traición de Sukuna. "Lo sé, Kagekiri. Traté de detenerlo, pero no pude prever todas las consecuencias."

"La muerte de dos de los tres hechiceros más fuertes, tú y Miyako, dejaron a la sociedad Jujutsu en el caos. Sin tu fuerza, los espíritus malditos corrieron desenfrenados, y las pérdidas entre los hechiceros fueron inmensas. Sukuna, el último de los tres grandes hechiceros, nos traicionó, y su alianza con las maldiciones casi destruyó la sociedad Jujutsu por completo."

Kaede frunció el ceño. "Sabía que Sukuna había traicionado a la sociedad Jujutsu, pero no me di cuenta de que el impacto sería tan devastador."

Kagekiri asintió tristemente. "Sí, su traición fue la más devastadora de todas. Fue solo gracias a las graves heridas que le infligiste y los esfuerzos combinados de hechiceros nuevos y veteranos que logramos sobrevivir."

Sukuna, disfrutando de la tensión, sumado con una sonrisa maliciosa, "La caída de los grandes fue solo el comienzo. El caos y la desesperación que siguieron fueron verdaderamente gloriosos."

Kaede lo ignoró y se volvió hacia Kagekiri. "Entonces, ¿qué ha pasado desde entonces? Cómo están nuestros antiguos aliados?"

"...Han pasado mil años, Kaede-sama. Muchos de los viejos aliados han desaparecido, y la sociedad Jujutsu tuvo que reconstruirse casi desde cero. Pero hay esperanza. Los nuevos hechiceros están aprendiendo y adaptándose. Gojo Satoru, uno de los más talentosos, es prácticamente como Miyako-sama por lo que pude ver. Si toma el liderazgo, sé que puede restablecer el equilibrio."

Kagekiri sonrió con una mezcla de orgullo e ira. "Me alegra ver que alguien tan talentoso como Gojo Satoru es ahora el más fuerte. Pero no puedo evitar sentirme enojado por cómo te derrotó recientemente. Aunque respeto su poder, me duele verte derrotado de nuevo."

Kaede asintió, entendiendo. "Entiendo, Kagekiri. Es difícil de aceptar, pero Gojo Satoru es un aliado por ahora, por lo que debemos cooperar con él por el momento."

Kagekiri asintió lentamente, aunque la ira aún ardía en sus ojos. "Lo sé, Kaede-sama. Haré lo que sea necesario para ayudarte y protegerte, incluso si eso significa aceptar a Gojo Satoru."

Kaede hizo una pausa por un momento, con los ojos fijos en los de Kagekiri. "Lo que más me importa ahora no es el estado del mundo o las luchas de poder. Lo que quiero es recuperar mi libertad. Y con respecto a Gojo Satoru, solo me derrotó porque ahora solo poseo una pequeña parte de mi poder. Cuando recupere toda mi fuerza, las cosas serán diferentes."

Kagekiri respiró hondo, sintiéndose algo aliviado por las palabras de Kaede. "Entiendo, Kaede-sama. Estoy aquí para ti, y superaremos cualquier obstáculo."

Kaede, Kagekiri y Sukuna permanecieron en la tensa atmósfera del lugar, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Sin embargo, Kaede comenzó a formular un plan en su mente, consciente de que tendría que recuperar toda su fuerza para lograr sus objetivos.

"Kagekiri, hay algo que debemos hacer antes de que podamos pensar en recuperar los dedos de Sukuna", dijo Kaede, su voz firme y decidida. "Necesito un cuerpo. No puedo operar completamente mientras estoy atrapado aquí."