Capítulo 18: Renunciar al Control

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Itadori, jadeando por el dolor, sostuvo la katana con su mano restante, su brazo amputado colgando inútilmente a su lado. La maldición de grado especial, alta y musculosa, observaba con una sonrisa cruel, disfrutando de la desesperación de los jóvenes hechiceros.

Megumi, a su lado, estaba listo para cualquier cosa, su postura resuelta.

La maldición dio un paso adelante, su risa resonó a través de los oscuros pasillos del dominio incompleto. De repente, se escuchó una voz familiar y siniestra de la mejilla de Itadori. Una boca apareció en su piel, revelando los dientes afilados de Sukuna. "Bueno, parece que estás en una situación difícil, chico."

"Sukuna..." Itadori murmuró, sintiendo la presencia del Rey de las Maldiciones dentro de él.

La risa de Sukuna era profunda y resonante. "Dile qué, Itadori. Te ayudaré a matar esta maldición, pero con una condición."

Itadori, su rostro lleno de dolor y desesperación, sabía que cualquier trato con Sukuna sería peligroso. "Cuál es la condición?"

"Es simple. Después de que matemos esta maldición, matarás a tu amiga Megumi y, por supuesto, a la chica. Lo disfrutaré un poco más" Dijo Sukuna con una voz llena de malicia. "De lo contrario, te dejaré morir aquí y ahora."

Itadori miró a Megumi, su mente luchando con la decisión. ¿"Hay otra opción? Puedo hacer un trato con Kaede en su lugar?"

Sukuna se rió entre dientes, su risa llena de malicia. "Kaede está un poco ocupado con Kagekiri en este momento. No creo que tenga tiempo para hacer tratos contigo."

"Kagekiri... ¿quién es Kagekiri?" Preguntó Itadori, confundido.

Sukuna se burló. "Eso no es asunto tuyo, muchacho. Ahora, toma una decisión. Mi paciencia se está agotando."

La maldición de grado especial aprovechó la distracción y atacó rápidamente, lanzándose a los dos hechiceros. Itadori apenas logró bloquear con la katana, pero la fuerza del impacto lo arrojó al suelo, jadeando de dolor.

Megumi envió su negro lobo para repeler la maldición, su expresión determinó. "Itadori, ¡espera! No aceptes nada de lo que dice."

La voz de Sukuna se hizo más insistente. "Da, Itadori. Déjame tomar el control y terminar esto. Solo tienes que aceptar mis términos."

Itadori cerró los ojos, luchando contra la tentación y el dolor. Sabía que la ayuda de Sukuna era su única esperanza, pero el precio era demasiado alto. Abriendo los ojos, miró a Megumi, su nuevo amigo.

"No... No puedo hacerlo", dijo Itadori con una voz temblorosa pero resuelta. "No sacrificaré a mis amigos, sin importar el costo."

Sukuna dejó escapar una risa cruel. "Sabía que dirías eso, muchacho. Entonces prepárate para morir."

La maldición de grado especial lanzó otro ataque feroz, y esta vez, Itadori sabía que su resistencia estaba en su límite. Con un grito de desafío, levantó la katana con su mano restante, decidido a luchar hasta el final, sin importar las consecuencias.

Megumi, al ver la determinación de su amigo, tomó una postura defensiva a su lado. "Tenemos que pensar rápido."

La maldición de grado especial se abalanzó sobre Itadori, que apenas podía sostener la katana con su mano restante. El dolor de su brazo amputado lo debilitó, pero su determinación lo mantuvo de pie. Megumi estaba a su lado, convocando a su lobo negro para atacar la maldición y comprarles algo de tiempo.

Jujutsu Kaisen: RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora