capitulo 12.2

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Perspectiva (Rai)


Rai había llegado finalmente a su base. A pesar de que no había hecho mucho más que caminar durante el día, no pudo evitar suspirar, cansado. El calor del exterior le había tomado por sorpresa. Siempre había escuchado que París, al estar en Europa, tendría un clima más templado, con días mayormente frescos, pero este calor... era agobiante. 

Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano mientras empujaba la puerta, agradeciendo internamente la frescura que le recibió al entrar.

—Malditas expectativas equivocadas —murmuró para sí mismo mientras cruzaba el umbral.

El frescor del interior fue como un bálsamo instantáneo. Era el pequeño alivio que necesitaba después de caminar bajo el sol abrasador. Dejó caer su mochila en el suelo cerca de la puerta y se dirigió hacia las escaleras, preguntándose qué estarían haciendo Pierre y Eclipse a estas horas. Subió los escalones de dos en dos, con la mente ya pensando en el desayuno que podría preparar. O, bueno, en lo que fuese que Pierre hubiese intentado cocinar antes de que él llegara.

Al llegar al segundo piso, se encontró con una escena bastante predecible. Eclipse estaba sentado frente al televisor, aparentemente viendo las noticias o algún programa irrelevante, con esa postura siempre calculada, mientras Pierre estaba en la cocina, trasteando con los utensilios. Rai se quedó unos segundos observando la situación. Era difícil no sentirse ligeramente exasperado por la falta de eficiencia de Pierre en la cocina.

—Buenos días —dijo finalmente, rompiendo el silencio mientras caminaba hacia la cocina—. ¿Qué intentas cocinar, Pierre?

Pierre, que estaba de espaldas, dejó escapar una pequeña risa mientras intentaba, sin éxito aparente, voltear una tortilla en la sartén.

—Ah, Rai, justo a tiempo. Vine a hacer un desayuno decente, pero creo que ya ves el desastre. —Se giró un poco y le sonrió—. Necesitaba ayuda antes de que Eclipse viniera a matarme por desperdiciar los ingredientes.

Eclipse, sin apartar la vista del televisor, habló con su tono frío y calculado.

—No te preocupes, Pierre. Lo haré en cuanto tenga la oportunidad —dijo, su voz cargada de sarcasmo—. Siempre es bueno eliminar las debilidades dentro del grupo.

Pierre se giró por completo esta vez, apoyando una mano en la cadera y señalando a Eclipse con la espátula.

—Adelante, inténtalo. A ver si eres capaz de manejarme.

Rai suspiró, pasando una mano por su cabello mientras se acercaba a Pierre, casi empujándolo a un lado.

—Deja de amenazarse como niños. ¿Cómo es posible que hayan sobrevivido todo este tiempo juntos? —preguntó con un tono cansado mientras revisaba el desastre en la sartén—. ¿Qué demonios intentabas hacer? ¿Una tortilla mutante?

Pierre se encogió de hombros.

—Bueno, era la idea. Pero no te preocupes, ahora que estás aquí, sé que todo saldrá mejor. Y llegaste en buen momento. Si hubieras tardado un poco más, Eclipse habría tenido su excusa para deshacerse de mí.

Rai sacudió la cabeza con una sonrisa leve, sin dejar de mirar los ingredientes sobre la mesa. Cogió los panes que había comprado en la tienda y comenzó a cortarlos por la mitad, mientras Pierre seguía hablando.

—En serio, Rai, no es pecado dormir hasta tarde de vez en cuando. No sé cómo Eclipse se levanta a las cinco de la madrugada todos los días sin parecer un maldito robot.

Un Nuevo Villano?   Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora