one piece alianza en la oscuridad (remake)

el paso al nueva generacion

El resto del año fue de paz y felicidad para Luffy y su familia, pero, lamentablemente, la enfermedad finalmente alcanzó a Shirohige (Barbablanca). El gran pirata cayó gravemente enfermo, y con sus últimas fuerzas se preparó para despedirse de aquellos que más amaba.

En el gran palacio de Amazon Lily, Luffy observaba cómo su abuelo daba su último aliento de vida. A su lado, Shirohige, con una sonrisa débil, levantó su naginata y se la entregó a Luffy. Con voz suave y quebrada, le dijo:

—Mi niño, ha llegado mi tiempo. Estoy partiendo en paz, sabiendo que nadie bajo mi cuidado quedará desprotegido. Vi nacer a la siguiente generación que pondrá de cabeza al mundo una vez más.

Luffy, con el corazón pesado, bajó su cabeza. Shirohige, con una sonrisa triste, puso su mano sobre la cabeza de su nieto y le habló con ternura:

—No llores, mi querido. Me voy en paz, rodeado de lo que más amé en esta vida.

Luffy sonrió débilmente, aunque las lágrimas caían por su rostro.

—Si ves a Teach en el cielo, dile que gracias... fue mi único amigo y un gran hermano.

Shirohige asintió lentamente.

—Nos veremos allá, hijo. Les dejo el destino del mundo en sus manos.

Con un último suspiro, Shirohige partió a otro mundo, con paz en su corazón, dejando un legado que resonaría a través de todas las generaciones.

Luffy y los demás se arrodillaron en un silencio respetuoso, sintiendo el peso de la pérdida y la grandeza del hombre que había sido Shirohige. Aunque el dolor era intenso, también sabían que ahora les tocaba a ellos llevar la antorcha y continuar con el legado del gran pirata.

Luffy, con un gesto solemne de su mano, dividió la gran naginata de su abuelo, Shirohige, en varias partes. Con cada trozo de la legendaria arma, se la entregó a aquellos que más amó en vida. Este acto simbolizaba no solo el fin de una era, sino también el comienzo de una nueva, donde el espíritu de Shirohige viviría a través de aquellos que continuaran su legado.

—Ya verán, abuelo... y Teach. Seré el Rey de los Piratas —declaró Luffy con determinación, sus ojos brillando con el fuego de la voluntad inquebrantable.

Como si el mismo destino escuchara sus palabras, el mar se agitó con furia, y las densas nubes que cubrían el cielo se dispersaron de repente. Un claro brillante se abrió en el bosque cercano, bañando a todos los presentes con una luz celestial.

Luffy sonrió con una mezcla de tristeza y esperanza. Parecía como si los espíritus de los grandes piratas que le precedieron estuvieran respondiendo, dándole su bendición.

—Ja, ya verán, los héroes de la era anterior estarán orgullosos —murmuró Luffy, mirando al cielo despejado, sintiendo la presencia de Shirohige y Teach, como si lo estuvieran observando desde el más allá.

Los miembros de la Gran Flota Mugiwara y la Sword Marina sintieron la poderosa convicción de su capitán y renovaron su juramento de seguirlo hasta el fin del mundo. Luffy sabía que, con la fuerza de sus nakamas y su familia, no había nada que no pudieran lograr juntos.

Unos días después de la muerte de Shirohige, varios portas y el mismo gobierno mundial intentaron apoderarse de sus islas peor cierto demonio creba masacres con tal que proteger esas islas y en unos de esas peleas termino pasamos la noche con stucy la cual se convirtió en una espía después de eso Luffy decidió que era hora de presentar a sus hijos a los padres de sus esposas, comenzando por Wano. Con determinación, llevó a Black Maria y a su hija, una pequeña que heredaba el cabello negro de Luffy y el porte imponente de su madre, ante el Rey de las Bestias, Kaido.