one piece alianza en la oscuridad (remake)

dos nuevas reinas una marines y una espadachina

La mañana siguiente al caos de la celebración fue un verdadero desastre en el palacio de Hancock. Los restos de la fiesta estaban por todos lados. Shirohige y Rayleigh habían quedado dormidos en medio de uno de los pasillos por su borrachera, y Law y Marco, igualmente ebrios, estaban desparramados por el suelo, uno sobre el otro. Aurora, Bellmere, Olivia, y Sora, quienes eran amigas cercanas, casi hermanas, habían decidido contratar habitaciones para pasar la noche cómodamente. Mientras tanto, Shanks y Anko también habían pasado la noche juntos.

Luffy se despertó con un dolor de cabeza terrible, su cuerpo sintiéndose pesado y sus pensamientos algo desordenados. —Ah, mi cabeza... no vuelvo a tomar de más —murmuró, frotándose las sienes.

—Vaya, hasta que el alma de la fiesta despertó —comentó Hancock con una voz llena de sarcasmo.

Luffy se incorporó lentamente, notando las miradas no muy amistosas de Hancock, Bonney, Sady, Domino, y Mikoto. —Están molestas, ¿verdad? —preguntó, aunque ya conocía la respuesta.

—¿Tú qué crees? —replicó Bonney, cruzada de brazos y con el ceño fruncido.

Luffy suspiró. —¿Y qué hice esta vez?

Sady, riendo amargamente, respondió: —La pregunta es, ¿qué no hiciste?

Luffy se quedó pensativo por un momento. —Hmm, no me digan que...

—Sí, tu madre está muy molesta —interrumpió Domino—. Y creo que tienes muchas explicaciones que dar y disculpas que pedir.

Luffy intentó restarle importancia. —Vamos, no fue para tanto...

Mikoto lo miró con incredulidad. —A ver, veamos... Recibiste a mucha gente, te peleaste con Ace, insultaste a las madres de tus exnakamas... y dices que no fue para tanto.

Luffy se rascó la cabeza, recordando vagamente los eventos de la noche anterior. —Bueno, cuando lo pones así... supongo que me pasé un poco.

Bonney chasqueó la lengua. —Un poco, dice... —comentó, aún enfadada.

Hancock se acercó, poniéndose frente a él. —Será mejor que encuentres la manera de disculparte, Luffy. Todos merecen una explicación, y tú necesitas pensar mejor antes de hablar la próxima vez.

Luffy suspiró profundamente, resignado. —Sí, sí... lo haré. Solo déjenme tomar un poco de agua primero. Mi cabeza está por estallar...

Mientras se preparaba para enfrentar las consecuencias de sus acciones, Luffy sabía que tendría un largo día por delante, reparando los daños causados por su comportamiento impulsivo.

Luffy se dirigió al baño para lavarse la cara y despejarse un poco. El agua fría le ayudó a aliviar el dolor de cabeza y el mareo, pero cuando regresó, notó que Hancock, Bonney, Sady, Domino, y Mikoto seguían con expresiones de molestia. Él sabía que no era solo por su comportamiento de la noche anterior.

—Están celosas de algo, ¿verdad? —dijo Luffy con una pequeña sonrisa, tratando de romper el hielo.

—No, para nada —respondió Hancock con rapidez, aunque su tono la delataba.

Luffy las miró con una ceja levantada. —Sí, claro, como no. Se puede ver en sus ojos.

—No, solo estamos molestas por lo de anoche —agregó Bonney, aunque su voz sonaba más nerviosa que molesta.

Luffy suspiró y se acercó más a ellas, como si tratara de entender lo que realmente sentían. —Por lo de anoche... se refieren a que me acerqué demasiado a Hina y Tashigi, ¿verdad?

—No, para nada —intervino Sady, pero su tono carecía de convicción.

Luffy, sintiendo la tensión en el ambiente, decidió actuar. Suavemente, empujó a todas hacia la cama y, con un movimiento ágil, las rodeó con sus brazos, dándoles un abrazo cálido.