La despedidaLa brisa del mar llegaba hasta los muros de la ciudadela de Antigua, trayendo consigo el aroma salado y el susurro lejano de las olas rompiendo contra los acantilados. En los patios de piedra blanca, donde los cuervos revoloteaban, se encontraba Daelyra. A lo lejos, las torres del Hightower brillaban bajo la luz del sol, erguidas con orgullo sobre la ciudad que las rodeaba. Antigua era un lugar majestuoso, pero para Daelyra había sido algo más: su refugio, un lugar donde se sintió segura y cuidada.
Hoy, sin embargo, sentía una pesadez en el pecho. Sus tíos, Daeron y Gwayne Hightower, con quienes había pasado sus últimos meses, se marchaban de vuelta a Desembarco del Rey. Era hora de despedirse. Mientras caminaba hacia ellos, Daelyra recordó lo bien que la habían tratado durante su estadía. Ambos hombres, tan diferentes entre sí, habían sido sus protectores y amigos, ofreciéndole una calidez que ella apenas recordaba de su propia familia.
Daeron, el más joven, era un hombre de sonrisa fácil y espíritu aventurero. Siempre tenía una historia o una broma a mano, y aunque su tiempo en Antigua había sido corto, se había ganado el cariño de todos. Gwayne, por otro lado, el hermano de su abuela Alicent, era más serio, más reservado. Sin embargo, había mostrado una ternura especial con Daelyra, tratándola casi como si fuera su propia hija.
-Te vamos a extrañar, pequeña -dijo Daeron, abrazándola con fuerza cuando finalmente se acercó. Su voz, normalmente despreocupada, tenía un dejo de tristeza.
-Antigua no será lo mismo sin ti -agregó Gwayne, aunque su tono era más tranquilo.
-Los extrañaré también -respondió Daelyra, sintiendo que sus ojos se humedecían. No quería llorar, pero la sensación de pérdida la inundaba-. Ambos han sido muy buenos conmigo. No sé cómo agradecerles todo lo que han hecho.
-No tienes que agradecer nada -respondió Gwayne con una sonrisa suave-. Eres parte de la familia.
Daeron le revolvió el cabello de manera juguetona, como solía hacer. Daelyra rió suavemente, pero había una sombra de nostalgia en su sonrisa. La despedida era inevitable, y aunque se había acostumbrado a la calma de Antigua, sabía que no podía quedarse para siempre.
-Volveremos a vernos pronto -dijo Daeron, intentando animarla-. Desembarco del Rey no está tan lejos.
-Lo sé -murmuró ella, aunque sabía que no sería lo mismo. Desembarco del Rey era un lugar diferente, lleno de intrigas y peligro.
-Bueno, será mejor que subamos a nuestros caballos antes de que tu abuela empiece a preguntar dónde estamos -dijo Gwayne, con una mirada hacia la distancia, donde Alicent los observaba desde la distancia.
Daelyra asintió y les dio un último abrazo a cada uno. No estaba lista para dejar que se marcharan, pero tampoco tenía opción. Sabía que el destino la llevaría de vuelta a la corte tarde o temprano. Sus tíos se apartaron, montando sus caballos, y antes de que partieran, Daeron le lanzó una última sonrisa y un saludo juguetón con la mano. Luego, con un leve toque de sus talones en los flancos de sus corceles, ambos cabalgaron hacia el horizonte.
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•𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 & 𝐃𝐄𝐁𝐄𝐑• |𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐈𝐈 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 & 𝐇𝐎𝐓𝐃|
Fanfiction°•●𝐋𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 𝐯𝐢𝐯𝐢ó 𝐬𝐮 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐲 𝐞𝐥 𝐬𝐮𝐟𝐫𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨, 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐩𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐫í𝐚𝐬 𝐦𝐚𝐪𝐮𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚. 𝐂𝐨�...