𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 11

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"El deber"

La boda de Aegon Targaryen y Daelyra Velaryon estaba a solo unos días. Los preparativos en Desembarco del Rey eran casi tan agitados como las emociones de los involucrados. Todo el reino estaba ansioso por el gran evento, el cual no solo sellaría la alianza entre las casas Targaryen y Velaryon, sino que también continuaría la tradición del matrimonio entre primos para mantener la pureza de la sangre Valyria. La boda, sin embargo, no era lo que ocupaba la mente de Daelyra en esos momentos. Había otra cuestión, más personal y profunda, que la inquietaba.

Desde que Aegon la había besado por primera vez, algo había cambiado entre ellos. La joven siempre había sentido una mezcla de fascinación y temor por Aegon, quien, siendo mayor que ella y mucho más experimentado en la vida cortesana, había mantenido cierta distancia. Sin embargo, tras ese beso, Aegon había comenzado a mostrarse más cercano y atento. Era como si el beso hubiese roto una barrera invisible entre ellos. Aegon había pasado de ser una figura distante, casi inalcanzable, a un hombre que intentaba comprenderla, un prometido que buscaba su compañía.

Ese cambio, aunque en apariencia positivo, solo había aumentado la confusión interna de Daelyra. En el corazón de la joven Velaryon, la cercanía de Aegon evocaba una mezcla de sentimientos contradictorios. Lo amaba, de alguna forma, o al menos pensaba que lo haría con el tiempo. Pero había algo en él que la hacía sentir inquieta, como si siempre estuviera caminando en la cuerda floja, a punto de perder el equilibrio. Daelyra no estaba segura si su miedo residía en la figura de Aegon o en las expectativas que la rodeaban como su futura esposa.

Daelyra se encontraba en sus aposentos esa mañana, rodeada de sedas y joyas que habían sido seleccionadas cuidadosamente para su boda. Sin embargo, la opulencia del escenario no la tranquilizaba. Con las manos temblorosas, intentaba concentrarse en el bordado que tenía frente a ella, pero su mente vagaba hacia un solo pensamiento: no se sentía preparada para lo que vendría después de la boda. La idea de convertirse en esposa y, pronto después, en madre, la llenaba de ansiedad.

Sabía que el deber de una esposa, especialmente en su posición, era proporcionar herederos. Ese era, al fin y al cabo, el propósito principal de su matrimonio. La continuidad de la casa Targaryen dependía de ello. Pero mientras el reino entero parecía enfocado en esa misión, Daelyra solo podía pensar en su juventud, en la libertad que pronto perdería, en su propia incertidumbre sobre la vida que tendría después del matrimonio.

Un suave golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos. Daelyra dejó el bordado a un lado y se puso de pie, ajustando su vestido antes de dirigirse hacia la puerta. Al abrirla, se encontró cara a cara con la reina viuda, Alicent Hightower. La madre de Aegon y abuela de Daelyra, quien había sido la figura más influyente en la corte durante la regencia de su hijo, la observaba con una expresión seria pero no del todo fría.

•𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 & 𝐃𝐄𝐁𝐄𝐑• |𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐈𝐈 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 & 𝐇𝐎𝐓𝐃|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora