Mariela;
El día anterior se me pasó volando, después de decirle a Samuel que sí me iba a casar con él, quedamos en que nos íbamos a reunir para llegar a un acuerdo o eso fue lo que me dijo. Y ese día ya había llegado.
No podía dejar de estar nerviosa, me estaba empezando arrepentir, de haber aceptado casarme con Samuel, aunque iba ser un matrimonio falso, no podía dejar de pensar si estaba bien mi decisión, tal vez estaba siendo muy impulsiva por aceptar así nomás. Y si me retractaba, podía pensar Samuel que soy una cobarde o que no soy capaz de cumplir mi palabra.
¿Y ahora que hacía? ¿Si le marco ha Samuel, para decirle que mejor no?. Esas eran las interrogantes que me hacía a cada rato. Parecía una loca, dentro de mi departamento, caminado de aquí para allá.
¿Y si le marco a Daniela, para pedirle un consejo?. Pero creo que, no era una muy buena opción hacer eso. Daniela suele ser demasiado chismosa y conociendo la, va querer saber más sobre el tema y me hará un gran interrogatorio y ahorita no ando para resolver su indagatoria.
Mi celular empezó a vibrar, tenía una llamada, era Samuel, ¿Ya había llegado? ¿A qué hora dieron las 3:00 pm, que ni cuenta me dí?. Y lo peor aún no me había cambiado ni bañado.
'¿Porque perdí tanto tiempo en lo mismo?". Me reprochó. Descolgue la llamada.
—¿Bueno? ¿Samuel?.—Respondí.
—Mariela, ya estoy afuera de tu departamento, sal.— Dijo, Samuel.
—No podré reunirme contigo hoy, ¿Y si mejor lo dejamos, para mañana?.— Dije. Tratando de que me diera más tiempo.
—¿Donde estás?.— Preguntó.
—Estoy en casa de mi tía, se enfermo y vine a verla.
—¿Porque me mientes? ¿No será que ya te arrepentiste?.— Dijó, un poco molestó.
—No estoy mintiendo, digo la verdad, no estoy en mi casa y no me arrepentí.
—¿Segura?.
—Si.— Respondí.
—Bien.— Fue lo único que dijo y colgó.
Al momento que colgó Samuel, empezaron a tocar el timbre, en cuanto fuí abrir, el susto que me llevé, ahí estaba Samuel. Se recargó sobre el marco de la puerta y se me quedó mirando sin decir una sola palabra. Hasta que se atrevió hablar.
—Como no estás en tu casa y no te haz arrepentido, te traje el contrato que tienes que firmar.
—¿Contrato? ¿Habrá un contrato? Yo pensé que solo pondríamos nuestras reglas y ya, no que tenía que firmar un papel.
—Hahahaha.— Se empezó a carcajear.— La verdad es que, no confío en tí, que tal si me violas.— Dijo, el muy gracioso.
— Es que no entiendo por qué tanta formalidad si nuestro casamiento será falso.
—¿Y quién te a dicho que será falso?.
—¿Nos casaremos de verdad?.— Dije, asustada. Yo creía que sería falso o esa era la idea que yo me hice creer.
—Pues sí, por el civil y ante un juez.
—¿Queee? Pero porque mejor no hacer lo de mentiras, sería lo mejor.
—Eso te beneficiaria a tí, pero no a mí.
—¿Por que?.
—Mejor leé el contrató.— Dijo, dándome el contrato que traía en la mano.
Tome el contrato y empeze a leerla. El contrato decía que no estaba obligada a consumar el matrimonio y se lo agradecía. También decía, que nadie se bebía de enterar sobre nuestro matrimonio durante 1 mes, ¿Osea nos casaríamos en secreto? Mi familia no debía de saber de su existencia y en la de él no debían de saber de mi existencia, no hasta dentro de un mes. ¿Pero porque?.
ESTÁS LEYENDO
Un Matrimonio En Secreto
DragosteMariela es una chica introvertida, antisocial y tímida. Se casara sin amor y en secreto de su familia.Tendrá que enfrentar a su suegra que no la quiere por su posición social. Dos enemigas que quieren destruirla a toda costa. Mariela es verá entre l...