Un Matrimonio En Secreto

Capitulo 7

Samuel;

Aquí estoy, apunto de casarme con una mujer que no amó, hace tres días que la conocí y decir que es amor sería muy pronto.
Digamos que me gusta y me atrae pero hasta ahí o eso creo.

Estaba preguntando el juez, si Mariela me aceptaba o no, cuando....... Alexandra apareció, arruinando todo, tan entrometida como siempre.

—¡Alexandra! ¿Que haces aquí?.— Grite, muy molesto. ¿Cómo es que me encontró? ¿Acaso Owen, le dijo lo que planeaba? De ser así, Owen me tendrá que dar una explicación.

— Que más hermanito, asistiendo a tu boda, no me lo podía perder.——Respondió, Alexandra.

— Un momento.— Refiriendome al juez, para que me esperara un momento, mientras que hablaba con Alexandra.—— tengo que hablar con mi hermana.

—Vamos.— Le dije Alexandra.

Alexandra me siguió, la lleve a un lugar más apartado de la sala, dónde se encontraba el juez y Mariela.

— ¿Cuando regresaste de Miami?.— Pregunte Alexandra.

— Pues está mañana, papá me avisó que te casarías hoy, con Charlotte y eso no me lo podía perder, además....

— Para.—La calle, es que cuando le das la oportunidad de hablar, no se calla parece una cotorra.

—Pues tu me preguntaste y yo te respondí.

—Pero cuando hablas, no te controlas hablas más que una cotorra.

—Entonces, ¿Para que me preguntas, si no quieres que hable?.—Dijo, fingiendo molestia.

—¿Cómo me encontraste?

— Hay vas de nuevo con tus preguntas y luego no quieres que te contesté.

— ¡Alexandra! Responde lo que te pregunté.— Dije, ya algo molesto, es que en verdad mi hermana me saca de mis casillas.

— Esta bien, te responderé pero no me interrumpas, que es una historia muy larga.

— Espero y no sea muy larga, porque si no te das cuenta, hay una chica que me esta esperando, para casarse conmigo.— Dije eso, apuntado con mi dedo, hacia el lugar donde deje el juez y Mariela.

— Si ya ví, te resumiré todo lo más que pueda.— . A lo que, solo asentí con la cabeza.

— Papá me dijo que te casarías hoy con Charlotte, así que salí desde Miami en cuanto me avisó papá, para llegar aquí.

—¿Y luego?.— Dije, impaciente.

— Es que, no podía creer que en verdad te casarías con ella, después de que te puso el cuerno con Oliver.

— Ni me lo recuerdes.

— Cuando llegue esta mañana a la mansión, le pedí a mamá y papá que no te dijeran nada que había regresado, quería darte una sorpresa.

— Y que sorpresa me diste.

— El punto es que, iba hacía tu habitación, en la que mamá me dijo que te estabas cambiando, cuando.....

— ¿Cuándo que, Alexandra?.—Dije ya desesperando por que terminara de hablar.

— Cuando te ví salir sigilosamente, sobre los pasillos de la mansión y te seguí.— Abri los ojos como plató.

— ¿Alguien más me vió?.— Dije, preocupado por qué alguien más supiera dónde estaba.

Y es que si me escapé, le dije a mi madre que me dejara sólo, que quería estar tranquilo, para cuando llegara la hora en que iba salir rumbo al altar. A lo que ella me creyó y se fué, dejándome sólo, tiempo que aproveche para escaparme.