Capítulo 11

1 0 0
                                    

Samuel;

Fuí a exigir le una explicación a Mariela, pero prácticamente me corrió de su habitación.

Después de presionarla contra la puerta, no se cómo lo hizo pero se soltó de mi agarre y me amenazó con acabarme el bate en la cabeza si no salía de su habitación, se le salió lo salvaje.

Estoy seguro de que algo oculta y no me lo quiere decir por alguna razón. No sé cómo pero averiguaré que es lo que esconde.

Le encargue a uno de mis hombre de confianza y Alexandra que la estén vigilando, tal vez estoy exagerando pero no me puedo confiar a qué algo le suceda.

Ahora estoy por los aires con Owen de regreso a México tengo algunos pendientes que resolver en la empresa no me puedo dar el lujo de no ir a trabajar.

—¿En qué tanto piensas?.— Me pregunta Owen.

—En nada.— Respondo.

—Yo diría que ése nada, se trata de Mariela.

—Pues si para que te lo voy a negar.—Admití.

—Crees que te oculta algo ¿Verdad?.

—Pues no lo sé, la ví muy sospechosa y sus palabras eran muy evasivas.

Sentía que solo respondía porque la estaba llenado de preguntas, pero nunca respondía con sinceridad su mirada se desviaba hacia otro lugar o simplemente trataba de evadirla como al principio cuando le pregunté dónde estaba.

—Tal vez solo necesite tiempo para que te cuente que le ocurrió.

—Creo que tienes razón, siento que entre más la presionó menos confianza tendrá para contarme.

—Dale tiempo tal vez no se algo tan malo.— Tal vez Owen tenga razón.

—Si puede ser.

Le daré el tiempo que necesite, para que me cuente que fue lo que pasó.

Mariela;

Después de correr a Samuel con un bate que me encontré por ahí y tratar de evadir sus preguntas interminables.

Busque algo con que entretenerme, ya que Samuel se regresó a la ciudad de México.

Me senté en el sillón de mi habitación y prendí la televisión y empeze a ver caricaturas, si tengo una niña interior que le gustan las caricaturas, eso me divierte mucho y me relaja. Dos toques a mi puerta interrumpieron mi programa.

—¿Puedo pasar?.— Era Alexandra desde el umbral de la puerta.

—Si claro pasa.— Se sentó en el sillón conmigo.

—¿Te gusta ver caricaturas?.—Pregunta sorprendida, creo que pensó que a mí me gusta ver de esas películas porno.

—Pues sí, me relaja y divierte mucho.

—Hayyyyy.— Dijo suspirando, ¿Y está que le pasá?.— A mí me relaja ver una película donde haya escenas de sexo, como 50 sombras de grey.— Ahora sí ya se que le pasa.

—Pues a mí no y nunca he visto eso tipos de películas.

—Pues deberías más si tienes a mi hermano a tu lado.— Mis mejillas se empezaron a sonrojar por la vergüenza.

—¿Siempre eres así tan directa?.— Preguntó.

—Si, no entiendo para que darle tantas vueltas cuando puedes ir al grano.

—Entonces ve al grano, ¿Porque veniste a mi habitación?

—Te prometo que no diré nada pero dime, ¿En dónde estuviste estos dos días?.— A caray creo que yo sola escarbé mi propia tumba.

Un Matrimonio En SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora