Un Matrimonio En Secreto

Capítulo 9

Ya pasaron una semana desde que me mudé a Miami Beach y creanme, que me fue muy difícil acostumbrarme. Extraño muchísimo a mi familia y no solo eso, también me dolió dejar mi empleó, tanto que me constó conseguir un mejor trabajo y bien pagado.

Ahora vivo en un departamento de lujo, nada comparado con la anterior. Samuel se encarga de todos mis gastos, la verdad me siento mal que haga eso, hace que me sienta como una mantenida e inútil que no puede valerse por sí mismo.

No sé si esto estaba en el contrato, pero no creo poder soportarlo por mucho tiempo. Además de eso, tengo que conseguir un nuevo empleo, si no me volveré loca aquí sola en este inmenso departamento.

Samuel me dijo que me conseguiría un nuevo empleo, pero no puedo esperar más, en verdad me volveré loca si no salgo de una vez de este encierro en el que estoy.

Ya parezco Rapunzel, con el único detalle de que no tengo el cabello tan largo como ella y tampoco la piel tan blanca, si lo lo tuviera no dudaría en que me estoy convirtiendo en ella, una chica en una burbuja, que no la dejan salir a experimentar el mundo, aunque nada me de tenía no hacerlo.

Tengo que salir, de una vez .
Me tomo una ducha rápida y salgo por fin de esa maldita casa.

Lo malo de todo esto es que no conozco a nadie y tampoco la ciudad, espero no perderme por estás calles.

Llevo un vestido rojo pasión, que me llegan por arriba de las rodillas, pero es algo suelto por de bajo, con unos zapatos color negro y en mis manos mi bolso del mismo color de mis zapatos.

Estaba caminando por una calle, un poco solitaria. Cuando un repentino viento me azotó, haciendo que mi vestido, se levantará quedando mis muslos al descubierto y también se vió un poco de mi ropa interior.

"Oh, por dios por suerte no hay nadie quien me vea". Dije sola, ya que me según yo nadie me había visto. Nadie excepto.....

—¡Bonitas bragas!.— Dijó, alguien detrás de mí. Maldita sea, ¿Quien será que me vió los calzones?. Y al voltear a ver quién fue, gran sorpresa me lleve.

Samuel;

Ya pasó una semana desde que mi esposa se fue, se escucha raro decir esposa, pero me gusta como suena esa palabra "Esposa".

Al no casarme con Charlotte, tuve que enfrentarme a mis padres, no fue nada fácil me dieron un montón de letanías, antes de que me dejarán en paz.

Y no solo eso, también tuve que lidiar con la prensa, esos malditos paparazzi no han dejando de acosarme. Se la pasan preguntando porque no me case, que si estoy enamorado de otra, que si esto, que si lo otro, la verdad ya me tienen harto.

Si por mí fuera ya les hubiera dicho a todos la verdad, que me casé y que la plantada que le dí a Charlotte, fue por gusto. Nada más no lo hago por Mariela, no quiero que salga lastimada con todo esto.

Aún no está lista para enfrentar lo que viene, por eso le encargue Alexandra que le enseñe a como comportarse ante mi familia y la prensa, pero no me han dado noticias de nada y tampoco he sabido nada de Mariela.

Le encargado a Owen, que pagué todo lo que ella necesite allá. Ya que yo no puedo hacer transferencia sin levantar sospechas. En cambio él si lo puede hacer, ya que no está casado y todos pueden pensar que es algún familiar de él o su novia.

Owen ha sido de gran ayuda para mí, no se que como sacaría esto en adelante si su ayuda, él más que amigo es como mi hermano, a él le puedo confiar todo.

Tengo que saber cómo va Alexandra con Mariela, así que le voy a marcar, no creo que alguien sospeche de algo, es mi hermana es normal que yo hablé con ella.

—¡Hola! ¿Quien habla?.— contestan del otro lado un poco ¿Nerviosa?.

— Como que quien habla, ¿Porque estás nerviosa Alexandra? ¿Pasó algo con Mariela? Pásamela necesito hablar con ella.— Trató de sonar firme, en mi voz.

—Es... Que.....— Replica aún más nerviosa. Lo sabía algo sucedió, Alexandra no es de las que se pone nerviosa de la nada, la conozco muy bien.

—¿Es que, queee? Maldita sea Alexandra, habla de una buena vez.— Dije, ya fastidiado.

—Es que Mariela, desapareció.

—¿Cómo que desapareció?.

—Pues así como lo oyes, desapareció y no sé nada de ella, le marcado a su celular pero no responde.

—¿Cuanto tiempo tienes sin saber de ella?

—Hace como dos días.

—¿Hace dos días? ¿Y hasta hoy me entero Alexandra? ¿Cuando me pensabas avisar?.

—La verdad con tu mal genio, creo que nunca, además yo aquí la dejé en el departamento si no está es porque tal vez se cansó de ti y huyó.— Se empezó a carcajear la muy estúpida.

—¿Ni siquiera cuidar de mi esposa sabes hacer bien, Alexandra?

—Ahhh, ni que fuera su niñera.— Me respondió la muy ingrata.

—Mira Alexandra no estoy de humor, mejor empieza por buscarla así sea hasta por de bajos de las piedras.— y al no reponderme pregunté.— ¿Entendiste?.— Grite aún más enojado.

—Si, entendí.— Respondió.

—Le marcaré a Owen para que mueva su gente y te ayude.— Quiso replicar pero no la deje, ya que colgué.

Maldita sea, como voy a encontrarla sin levantar sospechas. ¿Será que Mariela no pensó, en el problemón en que me iba a meter, si algo le pasaba?.

Pero creo que tal vez yo tuve la culpa, Alexandra tiene algo de razón, tal vez se aburrió, pero no de mí si no de estar encerrada una semana, pero ¿Porque no le aviso Alexandra? No conoce la ciudad y podría perderse fácil.

Cómo sea tengo que encontrarla, espero y no le haya pasado nada malo en una ciudad desconocida para ella.

Mariela;

No puedo creer lo que mis ojos ve en, ¿Cómo me encontró?.
En verdad este tipo es un psicópata. Y lo peor es que me vió los calzones.

—¡Rodrigo! ¿Que haces aquí?.— cuestionó a este psicópata, que me ve como un depredador vé a su presa.

—Lo mismo te pregunto yo.— Me responde, con esa voz ronca y gruesa.

—No tengo porque darte ninguna explicación, tu y yo no somos nada.

—No, claro que no, pero no por mucho tiempo.

—¿Que quieres decir con eso?.

—Que vas a ser Mía tarde que temprano.

—Podria decir que prefiriría tarde, pero prefiero que nunca llegue a pasar eso.

—Entonces no me va a quedar de otra.

—¿Que vas hacer?.

—Nada, ya te enterarás en unos cuantos segundos.

Ya no le quise seguir cuestionando, me di la vuelta para ir me, pero una mano con tapo mi boca con algo, no se que era lo que contenía por qué huelia muy mal. Trate de golpearlo y salir de su agarre, pero me fue imposible y todo se empezó volver oscuro, perdiendo por completo la conciencia.

Aquí les dejo el siguiente capítulo, un poco corto pero tardaré en actulizar el siguiente capítulo.

Bye.🖐️✨✍️✨