Capítulo 20

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Él me encerró entre su cuerpo y la pared, decidido a hacerme suya. Su mano recorría todo mi cuerpo quemándolo lentamente. Mi atención estaba en la sangre que corría en sus venas. Pero no, me refrene, aun no.

Sus labios se aplastaron en los míos con una fuerza demoledora.

Su cuerpo quedo expuesto mostrándome su definido cuerpo. Pasa mi lengua por aquellos músculos sudoroso mientras él se apoderaba de mí. Nuestras caderas se unieron fuertemente, cada vez él empujaba con más fuerza en mí haciéndome jadear y rugir. En menos de un milisegundo yo estaba encima de él. Su sangre me atraía cada vez más así que enterré mis colmillos en su cuello. Esto subió la pasión entre los dos. Dimitri jadeo al principio pero luego tiro más en mí. Deje de beber, lamiendo cada gota de su poderosa sangre. Deslice mis manos por su cabello y sentí cuando acaba. Me aplaste mas contra él, besando sus largos brazos musculosos.

Me tumbe en su pecho. Su calor llenaba cada parte de mí. Ahora mi vida estaba completándose. Seria perfecta si él siempre estuviera a mi lado.

Dimitri se quedo dormido, lo cual aproveche. Ya era de noche así que salí a buscar comida.

Mis hermanos estaban en la puerta susurrando, al verme se acercaron con una mirada sombría.

- ¿Noticias? - pregunte

- Si - dijo Alex - un ejército de Strigois nos busca

Lo sabía. Galina había dejado un nuevo dueño de su gran imperio, y ese era mi peor enemiga: Ana

- No podemos escondernos más aquí - dijo Diego

- Tienes razón - acorde - en unas semanas nos iremos - los mire y me di cuenta de que estaban muy débiles - vamos a alimentarnos

- ¿Y dejarlo solo? - pregunto Alex

Pese en ello. Él estaba débil por la pérdida de sangre y el ejercicio que habíamos acabado de tener.

- Está bien - les asegure

Ellos asintieron y salimos a buscar nuestra presa.

Los días pasaban y Dimitri y yo seguíamos juntos. Él estaba un poco débil, así que lo dejaba descansar varias horas al día. Lo que más ahora me importaba era si ¿debería despertarlo o no? Dentro de una semana viajaríamos a Europa, a enfrentar lo que se avecinaba con Ana. Despertarlo me daría mayor ventaja, pero mi parte egoísta quería tenerlo como rehén.

El sonido de unos pasos siguiéndonos me trajo de vuelta y los tres nos tensamos. Un grupo de cuatro guardias nos encerraron, pero eran jóvenes. Los mataríamos rápido. Salte hacia uno rompiendo su cuello y los demás los utilizamos para alimentarnos. Aunque la sangre de Dimitri y esta me daba fuerza, la sangre de Dimitri me excitaba y me divertía hacerlo. Pero esta solo me daba gran fuerza y vida. Vi como mis hermanos sonreían por el éxtasis que les provocaba.

- Delicioso - dijo Diego

Alex acariciaba la cara del guardián y murmuro

- Era muy guapo

Reí y el eco resonó entre la noche. Nos levantamos dejando los cuerpos y acomode mi cabello. Alex hizo lo mismo, y aunque ella era tan hermosa como yo, su cabello era un poco difícil de manejar. Suspiro y lo dejo.

- Volvamos a casa - dijo Diego

Él siempre se preocupaba por nosotras, y aunque los mitos de los Strigois era que éramos criaturas malvadas le faltaba algo. No digo que éramos buenos, pero aun así, nos preocupábamos por los nuestros. Algunas veces por beneficencia, pero nosotros nos preocupábamos por amor, amor de familia, era lo único que nos quedaba de ser Moroi.

Al ver nuestra calle recordé mis pensamientos y sabía que necesitaba más información.

- ¿Sabes algo más sobre Ana? - pregunte

Alex sacudió su cabeza

- Ella está reuniendo los Strigoi más fuerte para buscarnos

Asentí y suspirando entre a la casa. Se sentía un ambiente pesado y mi cuerpo se tenso. No sé qué pasaba

- ¿Dimitri? - llame

No respondía. Asustada le hice señas a Diego que me acompañara. No había nadie en la habitación, pero todo seguía en su sitio

¿Había escapado? ¿Cómo?

Un grito de dolor proveniente de parte de Alex freno mis pensamientos. Rápidamente corrimos hacia ella solo para verla caer por la estaca de Dimitri en su corazón.

La ira estallo en mí. Me acerque y lo tire contra una pared. Logro recuperar su equilibrio y en ese momento escuche un rugido de furia proveniente de Diego. Un guardián - el mismo de la corte - luchaba contra él. Diego podía matarlo, así que volví mi concentración a Dimitri.

Su estaca bailaba al lado de su cuerpo y vi una forma de tomarlo sin que me hiriera. Salte directamente, pero gire un poco a la izquierda. Por el impacto y la debilidad que tenía por la pérdida de sangre, caímos al piso y su estaca cayó de su mano.

Él empezó a utilizar la fuerza en mi contra tratando de tirarme a un lado, pero sus intentos no sirvieron de nada. Gire su cara con un golpe y en ese momento lo decidí. Lo despertaría y trabajaría para mí. Los recuerdos empiezan a desvanecerse y a perder importancia cuando eras despertado. Esa era mi mejor opción.

Acerque mi cara hacia su cuello y lo mordí. Dimitri se sacudió violentamente, pero luego su cuerpo se relajo cuando las endorfinas le llegaron.

Succione tan fuerte como podía, pero luego una fuerza nada física me mando a metros de él.

En un segundo unas figuras fantasmaticas llenaron la casa. El dolor de cabeza me llego mientras desesperadamente trataba de alejarlos. Fantasmas.

Nunca había creído los cuentos de besados por la sombra, pero ahora me daba cuenta que eran reales. Una nueva figura se presento, pero se veía más real que las otras. Rose. Su cara estaba llena de odio y vi con asombro como se acerca a Dimitri y acariciaba su rostro.

Dimitri estaba muy débil y solo susurro

- Te amo

- No - susurro ella

Dimitri se desmayo y la ira estallo en Rose y levanto la estaca. No podía creerlo. ¿Cómo un fantasma podía tocar algo físico?

- ¡Camilla! - grito Diego

En un segundo la tenía enfrente de mí y atravesó mi corazón con la estaca. Empecé a removerme por el dolor pero luego sentí un golpe demoledor en mi pecho. Rose. Grite cuando la estaca se enterró más, pero aun no moría. La fortaleza de los años estaba en mí. Era consciente de los gritos de Diego, pero mi visión estaba totalmente negra, lo único que podía ver era cuerpos transparentes y caras llena de odio. Rose resaltaba entre todas ellas. Rose rugió y vi como enterraba su mano en mi pecho y luego sentí cuando halo mi corazón arrancándolo. Todo callo en ese momento y una puerta negra se abrió ante mi visión. Antes de que esa fuerza succionadora me halara, Rose me miro con tristeza y dijo

- Nunca te perdonare

Vi a Alex y agarre su mano. No me importaba lo que ahora pasaría. Nunca me arrepentiría por haber matado a Rose.

Una nueva mano se unió a la mía y vi que era Diego. Ahora estábamos juntos. Juntos para todo como siempre nos habíamos prometido...

Vampire Academy love after deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora