Capítulo 39

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Una vez llegado al hotel humano, separamos las habitaciones, y tuvimos suerte de que todas las necesarias estuvieran desocupadas

Al entrar corrí hacia la cafetería y alcance todo lo que deseaba comer. Lissa lo pagaría, lo sabía.

Todos me sonrieron y en sus ojos veía el cariño y el amor que me tenían. Bueno... esto era perfecto.

Dimitri, había seleccionado la habitación más cercana al primer piso... ¿razón? No la sabia, pero tampoco no me importaba al saber que estaría acompañada por él.

- Te amo, Roza - murmuro en mi oído cuando la puerta se cerró - Te amo

Sonreí ante sus palabras y me estremecí cuando mordisqueo el lóbulo de mi oreja

- Te amo demasiado - susurre

Vi como sus labios se tiraban en sus esquinas formando una sonrisa, antes de volverme y apretarme contra su cuerpo besándome duramente. Su lengua rozaba mis labios pidiendo permiso para entrar en mi boca y sin duda lo concedí. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas en su cintura profundizando el beso explorando nuestras bocas. Cuanto extrañaba esto.

Dimitri me tendió sobre la cama y se alejo por un segundo observándome con fascinación y amor, pero no permití hacerlo más tiempo.

Me senté en mis rodillas y lo bese otra vez pasando mis manos debajo de su camisa sintiendo como Dimitri se estremecía ante mi contacto. Atraje su camisa por encima de su cabeza y recorrí con mis dedos su estomago suavemente, acariciando su abdomen y su pecho perfecto.

Bese su pecho, su cuello y sus labios mientras Dimitri gemía de placer. Él se acerco a mí y retiro mi blusa, sus grandes manos recorriendo fuertemente cada centímetro de mi piel. Llego al sujetador y lo retiro acercándose a besar mis pechos.

Gemí cuando su lengua acaricio mi pezón y deslice mis manos en medio de sus pantalones.

Dimitri me atajo con fuerza y de nuevo nos besamos mientras el murmuraba mi nombre, cada palabra impregnada de amor y adoración, haciéndome de nuevo la persona más feliz del mundo.

Me tumbo de nuevo en la cama mientras se quitaba los jeans quedando tirados en el suelo al igual que el resto de nuestra ropa. Me beso suavemente y me miro a los ojos pidiéndome un permiso silencioso. Asentí y nos volvimos uno de nuevo. Nuestros corazones, nuestras almas, nuestros seres se convirtieron en uno.

Ahora teníamos una tercera oportunidad, lo cual hizo inmemorable este momento.

La pasión explotó en mí y fue increíble. Había olvidado lo que se sentía, había olvidado aquel mar de éxtasis.Cerré los ojos, como nuestro cuerpo cada ritmo emparejado otros.Atraje su cara hacia mí y Dimitri me beso profundamente y se escapo de mis labios un gemido de placer.Dimitri me observaba mientras me besaba y en sus ojos podía ver la felicidad que lo invadía...

Esta era la mejor bienvenida que podía tener

Vampire Academy love after deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora