𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗦𝗜 𝗡𝗢 𝗜𝗠𝗣𝗢𝗥𝗧𝗔𝗥𝗔 ✶ rafe cameron

𝗢𝗢𝟭

𝙀𝙈𝙄𝙇𝙔 !

Bajo las escaleras del jet privado, acomodándome el pelo. Papá también bajó del jet y subimos al auto que nos estaba esperando.

Las estrellas adornaban el cielo nocturno. Se veía re lindo, así que le saqué una foto.

Llegamos a la mansión y nos bajamos del vehículo, adentrándonos a la casa.

— Me voy a dormir, tengo un re sueño — suelto un bostezo a la vez que hablo en español.

— Bueno, mi amor, descansa.

Le doy un beso en la mejilla y subo las escaleras, yendo a mi cuarto. Me desmaquillo y me pongo mi pijama, cerrando los ojos para finalmente dormir.

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Siete y treinta de la mañana.

¿Cuándo puse la alarma a esa hora? La puta madre.

Me levanto con las buenas ganas del mundo, nótese el sarcasmo. Camino al baño, me desvisto y me meto a la ducha, no sin antes poner música.

— Ella e' un diabla, ni siquiera siente culpa, se acercó y nos pusimos a bailar. Y bailamos sin culpa, que yo sé que en el fondo te gusta — canto mientras me paso la esponja por los brazos.

Después de unos largos minutos estando abajo del agua, salgo con una toalla enrollada en mi cuerpo y otra en mi cabeza.

Abro el placard... y no sé qué mierda ponerme.

Sarah siempre me dice en joda que tengo el ropero de Barbie, pero nada que ver, ni ahí. Ojalá tener el ropero de Barbie.

Cierto, todavía no le avisé que llegué, qué pelotuda. Igual capaz paso por su casa ahora, fue. Ward y Rose ya deben estar despiertos.

Lo pensé un poco y me puse una pollera beige, un top de manga corta blanco y unas Air Force blancas. Por más que era de mañana, hacía calor.

Enciendo mi celular y a todo esto ya eran las ocho y treinta. Mierda, ¿tanto me tardo?

Le mando un mensaje a Rose diciéndole que en la madrugada había llegado a la isla y que no le dijera nada a Sarah o a Wheezie, para que fuera una sorpresa.

Ella me responde que no lo hará y me pregunta si quiere que vaya a almorzar allá, que las chicas todavía están durmiendo, así que accedo.

Casualmente, Ward también le avisó a mi padre, así que mientras pasaba el tiempo me puse a boludear y a ver mis fotos para después subirlas a Instagram.

Cuando se hicieron las once y cuarenta, salimos de casa y empezamos a caminar porque la casa de los Cameron está al lado de la nuestra, literalmente.

No tardamos ni tres minutos que ya llegamos y abrimos la puerta. Rose dijo que iba a dejar abierto.

Vamos al jardín y ahí los veo. Mi segunda familia.

La rubia se levanta de donde estaba sentada y viene hacia mí, abrazándome. Después le sigue Ward.

— Me alegra verlos, Emily, Mattheo.

— Estás tan grande. La última vez que te vi tenías, ¿qué? ¿Trece, catorce años? — asiento riendo —. Y ahora ya eres toda una adulta.

— También nos alegra verlos.

— ¿Por qué no vas a despertar a las niñas? Ya vamos a comer — opina Rose sonriendo.

— Claro.

Me adentro a la casa y subo las escaleras. Abro la puerta del cuarto de Sarah silenciosamente y la veo durmiendo junto a Wheezie.