15. Pavor entre la diversión

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Brennan al igual que su suegra Coni, se quedan petrificadas por la mirada de los tres rostros espectantes en la mesa, pero sobre todo por el de la niña que ya había entendido todo cuando empezó a sonreír formándose una capa de cristalización en sus hermosos ojos.

- Mami ¿Al fin me vas a dar el hermanito que tanto estoy esperando desde que cumplí siete?

- Si hija, es muy pronto aún, pero si todo sale bien vas a tener a tu hermanito o hermanita.- Y le sonríe cálidamente hasta que la niña se acerca y se unen en un abrazo. - termina de comer mi amor así la abuela te lleva a la escuela.

- Felicitaciones!! Nosotros también nos vamos !! Adiós pequeña que te vaya bien en el colegio. - Les dicen Pablo y su abuela Isabel.

Fueron pasando los días, Delfina en su cumpleaños se lo pasó increíble. Estaba muy feliz de tener a toda su familia completa, habían venido hasta sus abuelos por parte de Brennan que no eran de la ciudad y los veía poco. Ya todos estaban enterados de la gran noticia del bebé que venía en camino.

Nueve meses después

Tuvieron un varoncito al cual le pusieron Dixon de nombre, cumplía dos meses de nacimiento, Brennan de a poquito comenzaba nuevamente a trabajar en la cafetería. Pero solo eso, como para hacer algo, porque quería dedicarse a pleno a sus dos hijos.

Le facilitaba mucho tener a una empleada en la mañana y a Nadia como siempre en la tarde.

Era Domingo, el primer día que Delfina salía con Pablo sola al cine sin supervisacion de sus padres, la niña así lo había decidido y ellos estuvieron de acuerdo, realmente él se había ganado esa confianza, por siempre comportarse excelente.

- Mami mami ya llegué!!!.- grita desde la entrada corriendo toda desarreglada y hasta con migas de pochoclos en el pelo.

- Hija shh! que tu hermano duerme, lo vas a asustar. ¿Cómo les fue mi amor? ¿Pablo no entró?Hija estás toda hecha un desastre.

- Noo, le hice señas para que se fueran cuando abrí la puerta y te vi. Se iban para no se donde. - Le dice ella toda enérgica.

- Ahh bien, ¿con quien estaba?

- ¿Por?¿Quién?.- pregunta la niña dándose cuenta que habló de más.

- Hablaste de Pablo en plural.

- Ehh?? ¿Que es eso?.- Dice la niña enarcando una ceja y comienza a reír cuando ve que su madre la descubrió.

- Es que fuimos con Nadia. Pablo me dijo que aún se están conociendo y que no diga nada. Pero para mí son novios por cómo se miraban. - y se cubre la boca con sus pequeñas manos.

Brennan comienza a reír, ella ya sospechaba que algo se traían por varias miradas que se dedicaban cuando estaban compartiendo espacio con ella, hacían realmente muy linda pareja.

Días después

Era finde largo desde jueves hasta el Lunes, asique la familia decidió ir al pueblo donde había crecido Brennan para que sus padres conozcan a Dixon.

Aprovechando que estaban ahí se enteraron que en una pequeña ciudad contigüa al pueblo hacían un evento importante para niños en el cual cantaba una niña famosa de la cual Delfi era fan, así que decidieron llevarla todos y darle una sorpresa.

- ¿Abuela falta mucho para llegar?, dijo el abuelo que era casi como doblando la esquina pero ya se hizo una eternidad, estoy aburrida.- pregunta la niña desde la parte trasera. Habían ido en dos autos, porque todos en uno no entraban y la niña decidió ir con sus abuelos.

- Ya casi llegamos Delfi, no seas impaciente, son unos pocos kilómetros nada más.

Cuando llegaron había muchísimos autos, tuvieron que caminar mucho hasta la entrada, al ir llegando Delfi se quedó con la boca abierta porque veía los afiches con el rostro de su "ídola".

Se lo pasaron increíble todos, Diego y Brennan se sabían las canciones de memoria de tanto escucharlas en la casa cuando su hija las ponía a todo volumen.
Los abuelos se quedaron detrás del todo con la carriola cuidando de Dixon, además de que desconocían a la niña cantante.

Al finalizar el show su abuela Clara quiso comprarle un algodón de azúcar a Delfina antes de arrancar rumbo al pueblo, estaban esperando para ser atendidas, cuando llegó el turno de ellas la niña con rostro temeroso se fue corriendo en dirección a sus padres, la mamá de Brennan no entendía su actitud, desde que habían llegado que quería comer uno de esos.

Delfina se pegó a su padre pidiéndole por favor que se quería ir a la casa de los abuelos urgente.

- ¿Pero qué sucede hija?¿Te asustó algún otro niño?.- Le dice su padre quedando a su misma altura sin entender la desesperación de su hija al querer irse así.

- Noo, es que estoy muy cansada. Por fi papi vamonos.

- ¿Pero y el algodón de azúcar por qué no lo quieres si lo puedes ir comiendo en el camino? Yo te dejo comerlo en el auto.

- No no por favor, ya me quiero ir. - ya casi en sollozos dice eso último.

No muy convencidos de la excusa se fueron lo más rápido posible, en los casi cinco años que llevaban conviviendo con ella era la primera vez que hacia un berrinche de esos, ni siquiera por un juguete se había puesto así.

Semanas después

Luego del episodio de la noche del show Delfina volvió a actuar normal como siempre, no tuvo ningún arranque más.

Era Domingo y decidieron salir la familia completa a pasear a la feria, era la primera vez que salían los cuatro juntos en la gran ciudad desde que había nacido Dixon.

La niña se lo estaba pasando fantástico, se subía con su papá a todos los juegos que había mientras Brennan los veía desde abajo con el bebé en la carriola.

- Adiós Mamii !! .- saludaban desde las tazas locas que giraban alrededor de la plataforma, aunque sus padres no estaban muy seguros si era un juego apto para ella, una vez que estaban en pleno andar se dieron cuenta que ese juego era muy brusco.

Brennan nota que la señora del puesto de algodón de azúcar miraba mucho a su hija por tercera vez aproximadamente, la veía de modo curioso, no quería alarmarse pero como madre no dejaba de preocuparle.

La tranquilizaba que Diego no le sacaba el ojo de encima a su hija ni tampoco se le despegaba ni por descuido. En esos lugares llenos de tanta gente y niños había que tener mucho cuidado.

Delfina y Diego hacían competencia en todos los juegos, matando patitos, pegando a globos hasta romperlos, etcétera.

- Dale papi que te estoy ganando!!!! .- Le grita entusiasmada.

Brennan se impacientaba cada vez más, veía desde su ángulo que la señora hablaba con una chica adolescente de tal vez unos catorce años y señalaban hacia Delfina y Diego.

Entonces acomodó a Dixon en la carriola, encaminó hacia su marido y les dijo que era hora de irse, que necesitaba cambiar el pañal al niño, mintió para no preocuparlos, necesitaba irse de ahí, realmente la asustó la actitud de esa señora, quería creer que fuera todo imaginación de ella o que se trate de una paranoia. Pero era raro tanta casualidad en una noche.














Vencer lo turbioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora