5. Contradicción

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Esa noche Diego sale de bañarse envuelto en la toalla, va caminando por el pasillo en dirección a su habitación, cuando abre la puerta para entrar se queda hipnotizado con lo que sus ojos ven.

Brennan se encontraba sentada en la orilla de su cama, ésta vez estaba diferente a otras veces, vestida de una manera un tanto provocativa o tal vez demasiado. Eso le gustaba y se le hacía muy difícil dejar de mirarla, pensaba en lo más profundo de su ser como haría ésta vez para rechazarla, no quería pero lo tenía que lograr a cómo de lugar.

- ¿Cómo entraste? - le dice él secándose el pelo con otra toalla, trataba de evadir su mirada, aunque le costaba, parecía que tenía un imán de atracción visual hacia ella y a todo su cuerpo.

- Estaba tomando un refresco en lo de Astrid cuando Alexander la fue a buscar para ir al cine, entonces le dije que me dejara aquí para vernos como te dije hoy a la tarde.

- ¿Te vestiste así solo para ir a la casa de tu amiga?

- ¡Me descubriste! Cuando estaba por tocar timbre, él salía y le dije que había coordinado contigo y se lo creyó o realmente no le importó si era mentira - le dice ella cruzándose de piernas e inclinándose en una posición más sexy sobre la cama.

- Si sigues así me vas a provocar.

- Es la idea - Le dice ella con una mirada pícara. - A propósito, te ves muy guapo con el torso desnudo y recién bañado.

Él trata de ignorarla, se acerca a su ropero a escoger un par de prendas y siente su presencia por detrás de él muy cerquita, casi sentía su calor corporal y su respiración en la nuca.

Deja de revolver las prendas y se gira en su propio eje quedando de frente a ella, sabiendo de los riesgos que podría causar si no hacía un paso al costado, pero se quedaron mirando fijo a los ojos durante varios segundos, realmente le gustaba lo que sentía por ella.

Ella se abre la blusa de manera sensual, quedando en brasier, él alcanza a ver que es de color negro pero levanta la vista hacia sus ojos.

No sabe que decir para que no se note que le temblaban los labios, tenía muchas ganas de besarla y más sabiendo lo que ella estaba buscando, eran notables sus ganas mutuas, su corazón le empezó a latir demasiado y la cabeza no paraba de contradecir sus deseos de hacerla suya por primera vez.

Aunque lo atormentaba su contradicción cada vez más, Diego sin ser consciente se dejó llevar por el impulso y la tomó con su mano grande por la espalda acercándola hacia sí mismo.

Brennan aprovechó el momento para querer besarlo, ya que sus encantos por lo visto estaban dando buenos resultados.

Cuando Brennan apenas roza sus labios con los de él, inesperada y bruscamente él la toma de sus brazos con ambas manos, la empuja hacia la cama quedando encima de ella mirándola con deseo, a lo cuál ésta por la sorpresa deja salir un suspiro ahogado.

- Has alcanzado mi límite Brennan, insistiendo todo el tiempo, viniste a mi casa así vestida a querer seducirme - le dice él.

- Creí que te gustaría.- Le dice ella con un poco de temor en la respuesta, estaba algo confundida.

- No me gusta, me encanta! - le dice él, eso último en modo de susurro, a lo cuál ella le sonríe con mirada lujuriosa y él procede a besarla apasionadamente hasta bajar a su cuello produciendo una oleada de escalofrío apacible.

Poco a poco le fue soltando las manos para poder bajar las prendas de ella de la cintura hacia abajo, estaba bastante excitado y eso lo motivó a continuar.

A medida que él le deslizaba la ropa y dejaba al descubierto su zona más íntima, ella se excitaba aún más, el cuerpo le temblaba de placer junto con escalofríos.

Él retiró la toalla dejando su erección al descubierto, ambos sintieron repentino calor de deseo por lo que se avecinaba.

Él la toca entre las piernas notando lo húmeda que estaba, ella arquea su espalda a modo de respuesta de que le gustaba y disfrutaba la suavidad de sus dedos en sus partes, cuando están en la situación más profunda Brennan creía que él iba a penetrarla pero no fue así.

Diego quedándose con las ganas de seguir se fue a cambiar al lado del ropero. Ella se quedó viéndolo decepcionada y sorprendida de su actitud.

- ¿Qué haces?. - Le dice ella en modo de reclamo.

- No vas a obtener más que eso conmigo, te puedes ir por donde entraste.- Le dice él fríamente sin mirarla.

- Eres un imbécil. Como pudiste hacerme eso! No te quiero ver más! - le dice ella sintiéndose humillada mientras se viste y sale de la habitación enojada.

Diego se lamenta por la situación pero no se quería permitir avanzar. Tenía realmente miedo por ella. Deseaba que ojalá las circunstancias hayan sido otras.
Logró su objetivo de decepcionarla pero no se sentía bien, no era la forma en que el quería que terminaran las cosas.

- - -

Días después Diego tomó sus pertenencias del departamento de Alexander y se fue a la casa que era de su abuelo para estar solo.

Se sentía avergonzado por haber humillado así a Brennan, tuvo el impulso de enfrentarla, necesitaba pedirle disculpas por más que sabía que ella no lo perdonaría, pero él quería que supiera que estaba arrepentido.

Cuando iba para su casa, se encontró a Astrid en el camino, le gritó de todo y le dijo que Brennan todo el tiempo decía que no quería volver a verlo.

Días después

Era un día normal en el galpón, el camión acababa de llegar y cuando los empleados estaban por empezar a cargar la mercancía de un momento a otro, de manera sorprendente entra la policía, empiezan algunos disparos de los cuales uno va directo al pecho de Alexander, en medio de todo, a Diego lo esposan y se lo llevan detenido junto con la mayoría.

Varios meses después

Brennan salía de su trabajo camino a su casa, iba absorta en sus pensamientos.

Más allá de todo lo que pasó, a ella le costaba trabajo sacárse a Diego de la mente.

Luego de que Astrid le dijo que él fue a querer pedirle disculpas, sentía que lo quería volver a buscar pero tenía inseguridad de que volviera a convertirse en un patán.

Pero luego fueron pasando los meses se fue dando cuenta que la intensión de Diego desde un principio era alejarla para protegerla.

Si no hubiera sido ella tan obsesiva e insistente de querer estar a toda costa con él, sentía que él jamás la hubiera tratado así, necesitaba verlo para hablar los dos tranquilos, ella estaba dispuesta a perdonarlo aunque no se volvieran a ver más después de ese encuentro.

Astrid cada vez más furiosa porque su amiga no entraba en razón por un tipo que sólo se burló de ella.

Brennan de vez en cuando pasaba cerca del depa de Diego disimuladamente pero nunca se lo cruzaba ni de "casualidad".

A veces también detenía su auto cerca del galpón por si lo veía salir, pero nada, ni rastros de Diego ni de Alexander. Como si se los hubiera tragado la tierra. Tampoco veía movimiento alguno.

Días más tarde recibió un mensaje de su amiga que le tenía novedades de Diego y Alexander.

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Holaa espero que les vaya gustando como va hasta ahora !!
Más adelante vienen los capítulos más lindos !! 😍😍












Vencer lo turbioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora