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—¿Cómo sigue Amelia? —preguntó Mara, esta vez en una llamada. Había estado en contacto con Aslan por mensajes mientras terminaba de estudiar y limpiar, pero ahora quería saber con más detalle cómo iba todo.

—Bien, ahora está durmiendo. Mami le puso un suero y la inyectó hace un rato —Aslan se acomodó en el mueble frente a Amelia, observando su rostro pálido y tranquilo mientras hablaba—. Es una de esas veces en las que agradezco a Dios que mami sea enfermera, porque si no, hubiera tenido que llevarla a emergencias. Desde que llegó del colegio, no ha mejorado.

—¿Williams no ha pasado por allí? —Mara insistió, preocupada por la situación.

—No, él sale de trabajar a las 8 de la noche —respondió Aslan, revisando nuevamente su teléfono.

—Debe de estar muy preocupado.

—Sí, me tiene el celular lleno de mensajes preguntando por ella.

—¿Y la mamá de Amelia?

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⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

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