12 - Cultivar un jardín (Aria x Nozomu)

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Elza miró un momento hacia atrás. Vió su barco, su Neo Venus Ark, al que debía dejar solo por unos momentos, para poder ir a Yotsuboshi a conversar con cierta idol que quería reclutar de allí. Notó que Kirara y Aria la observaban desde la cubierta con un par de sonrisas forzadas y extrañas. Sabía que había algo que estaban ocultando.

Aria era inofensiva, pero no podía decirse lo mismo de Kirara. Cualquier cosa que estuviera planeando no era algo bueno, claro que no. Quizás al regresar se encontrara con el barco llenos de animales, o con las paredes pintorreteadas. Le dió cierto escalofrío pensar en eso: su hermoso Neo Venus Ark, arruinado por una travesura de sus reclutas. Estuvo a punto de darse la vuelta y regresar pero Rei le llamó la atención.
- Vamos, ¿Usted no quiere reclutar esa idol?
Elza dejó escapar un suspiro largo, y finalmente se marchó junto con Rei. Cuando ya ambas estuvieron lejos del Neo Venus Ark, Kirara miró a Aria con una expresión maliciosa.
- La operación sacar a Elza-sama del barco marcha bien.
- Pero, ¿Y si regresa?
- Por eso hicimos que Rei se fuera con ella, se encargará de mantenerla ocupada hasta el atardecer.
La joven hada de Finlandia se emocionó. Agarró su Aikatsu Phone y marcó el número de Nozomu, el hermoso príncipe del reino M4 que había conocido en una noche de Halloween.
- Hola, príncipe. - saludó Aria. Se dió cuenta de la mirada chismosa de Kirara y apartó la vista para no avergonzarse. - ¿Cómo estás?, ¿Recuerdas que me preguntaste cuándo podíamos salir?, ¡Estoy disponible!
Se quedó unos minutos callada, mientras escuchaba la respuesta de Nozomu desde el otro lado de la línea. Sus ojos se llenaron de brillo, y soltó un pequeño chillido.
- ¡Claro!, ¡Claro!, ¡Aquí te espero! - colgó la llamada. - Kirara, dice que viene ahora mismo a recogerme. Vamos a tener una cita.
- Bien por ti, Aria, ¡Que todo sea en nombre del amor!
- Sí, sé que Elza-sama jamás me hubiera dejado tener una cita, me hubiera dicho que me enfocara más en mi Aikatsu.

Pasaron pocos minutos. Nozomu apareció frente al Neo Venus Ark. Aria sentía su corazón latir con fuerza. Sin esperar más, bajó corriendo hasta donde estaba él. El chico le dió un beso en la mano, como a toda una princesa.
- Bajo la luz de sol se ve más hermosa, señorita hada de la Finlandia.
- Muchas gracias. Es un gusto verlo, príncipe del reino M4.
Los dos se fueron agarrados de la mano, mientras Kirara los observaba.
- Me siento afortunado de que me haya dado la oportunidad de salir con usted. - dijo Nozomu en un tono galante.
- ¿A dónde iremos?
- A un lugar especial.
Caminaron hasta la estación de tren. Allí, como si los estuviera esperando, había un tren que apenas comenzaba a ser abordado. Nozomu ya tenía comprados los boletos y entraron, buscando un asiento junto a una ventanilla. Durante el trayecto, Aria no paraba de observar a Nozomu. Jamás se había sentido así antes. Desde que lo conocía sólo podía pensar en él, en su dulzura, en su belleza. Su mirada era serena y su voz calmada. Siempre hablaba con amabilidad a todas las personas, fuera quien fuera. Podía sentir el olor de su perfume, un aroma como a violetas. También notaba como se marcaban sus músculos por encima de las mangas de su camisa. Sin dudas, tenía porte de caballero medieval. Recordó algunas conversaciones que había tenido con Rei y Kirara a escondidas de Elza sobre ese tema. Rei le había dicho que era una locura enamorarse de esa forma de un chico que apenas conocía. Pero, ¿Realmente qué sabía Rei sobre el amor?, una chica que no conocía ni el amor propio, y vivía tras la aprobación de Elza como si eso fuera lo único que necesitara para vivir. Aria en cambio, sí creía en el amor a primera vista, creía en los romances de cuentos de hadas. Ella había percibido en Nozomu un sentimiento de correspondencia, él también sentía algo lindo por Aria.

Bajaron en una parada rural. Era un hermoso campo, repleto de flores coloridas que brillaban como diamantes bajo la luz de sol. Aria se quitó los zapatos, y caminó sobre la hierba con los pies descalsos. Su sonrisa era radiante, como la aurora boreal de Finlandia. Comenzó a dar giros, como si bailara. Nozomu comprondió que ella estaba realmente contenta.
- Príncipe, hay tantas flores hermosas, quisiera llevarme algunas para cultivarlas en el invernadero de Neo Venus Ark.
- Suena como una buena idea.
El chico sacó de su bolsillo algunas bolsitas de plástico.
- Bueno, señorita Aria, le debo la pala.
- No necesitamos.
Aria se sentó sobre la hierba. Escogió la flor que quería, y metió sus manos en la tierra, en busca de las raíces. Nozomu quedó estupefacto al ver la imagen de la delicada hada de Finlandia llenándose las manos de tierra colorada. Se sentó junto a ella, e imitó la misma acción. Un ligero rubor llenó las mejillas de Aria, y sonrió, estaba feliz de poder pasar ese momento juntos.

Escogieron varias flores.
- Mire, príncipe, este es un tulipán rojo. En el lenguaje de las flores significa amor verdadero. - explicó, mientras lo tomaba y lo entregaba en manos de Nozomu. - No sé cuándo podamos salir juntos otra vez, pero espero que con ella siempre te acuerdes de mí.
El chico tomó sus manos llenas de Tierra.
- No podría olvidarme de usted, señorita hada. Hoy la he pasado bien. Nunca pensé que recoger flores pudiera ser tan relajante.
Ambos comenzaron a reírse. Prometieron que pasara lo que pasara, se iban a reencontrar.

Amores singulares - FluffTober 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora