"Cedric y el Karma"

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Todo el castillo estaba revuelto con la emoción del próximo  Baile de Navidad. Las chicas estaban ocupadas eligiendo vestidos y chismorreando sobre las posibles parejas, mientras que los chicos se sentían nerviosos y algo ansiosos de invitar a alguien.

Por mí parte, la emoción era palpable. Nunca habías asistido a un baile, y la idea me llenaba de anticipación y emoción.

Desde que Harry arreglo las cosas con sus amigos no lo había visto en estos días, pero, decidida salí a buscarlo para saber si me invitaría al baile, después de una pequeña búsqueda, encontré a Harry en el patio del castillo, hablando con Ron y Hermione. Me acerque a ellos con una sonrisa nerviosa.

-Harry, empecé , un poco insegura, "necesito hablar contigo un momento."

Hermione y Ron me miraron de reojo, y sus expresiones se volvieron cautelosamente neutras. Era cierto que tenían un prejuicio formado hacia los Slytherin debido a sus experiencias pasadas, y aunque no conocían mucho de mi, no parecían muy entusiasmados por mi presencia.

Harry, por otro lado, se dio cuenta de la tensión en el aire y me miró con atención.
-No es nada importante Harry, tengo clases en otro momento te busco. Bye
Mientras me alejabas, sentí las miradas de Hermione y Ron siguiendome aún sobre mi. Harry, sin embargo, me dio una sonrisa leve y me siguió con la mirada hasta que me perdí en un corredor cercano.

A medida que seguía caminando, el colgante de mi collar se balanceaba ligeramente, reflejando la luz con cada paso que daba. Mis pensamientos se enfocaron en las duras expresiones de Hermione y Ron, sus ojos desbordando desconfianza y recelo hacia mi.

No podías evitar un sentimiento de desazón, quizás había algo más en mis acciones o en mi personalidad que los hacía desconfiar de mi, algo que no me daba cuenta.

-¿Soy realmente una persona malvada? murmure para mi misma, mi rostro marcado por las preocupaciones.

Aún no comprendía bien por qué Hermione, Ron, y Snape me miraban con desconfianza. Y qué más inquietante, era la incertidumbre de dónde provenía mi magia.
-¿Quién soy realmente?
Me adentre a la última clase de posiones, aún mi mente estaba en otra parte.
Snape estaba de pie frente a la clase, impartiendo su típica lección de pociones con su voz monótona y crítica, pero apenas podía centrar mí atención en sus palabras.
Debido a mi falta de atención, en algún momento de la clase cometi un error grave con mi poción. El líquido que se suponía que debía tener un color azul pálido, se volvió de un color verde brillante y empezó a burbujear peligrosamente.

Snape notó mi error y se detuvo delante de mi mesa, con los ojos entrecerrados y una expresión de desaprobación marcada.
El observó cómo el resto de los estudiantes recogían sus cosas y salían del salón en silencio, dejando solamente a los dos solos. Una tensión pesada llenaba el aire mientras me enfrentabas a él, sabiendo que iba a reprenderme, paso un raro de un silencio incómodo.
-Creo que no tiene nada que decir, así que me voy. Tome mis cosas para poder salir, Snape, que estaba ocupado ordenando algunos frascos cerca de su escritorio, se detuvo al oír mis palabras. Giró su rostro hacia mi, sus ojos oscuros fijos en los míos.

-No te he dado permiso para marcharte, respondió con frialdad. Vamos a hablar sobre tu falta de concentración.

-¿De que quieres hablar? solo es un pretexto más para acorralarme como la última vez...

De la nada dio una risita burlona.
-No necesito tenerte a la fuerza, pero ¿que pasa por tu mente?
Lo mire irritada pero sabía que le dolía.
-Es el baile, me siento emocionada y estoy esperando a que Harry potter me invite y tengamos una muy buena noche juntos. El escuchó mi respuesta con una mezcla de irritación y frustración visible en su rostro. Parecía como si mi respuesta hubiera provocado una reacción indeseada en él.

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