"Dos mundos, Un destino."

" El enfrentamiento"

Ya pasaron dos días de lo sucedido, no he visto a Snape por ninguna parte, toca entrenamiento y voy directo al salón de posiones, estoy nerviosa por lo sucedido.

Ahí estaba el, me acerque y no pude decir más cundo ya estábamos en el bosque prohibido.

Su mirada es seria y oscura.
-Te enseñaré, diferentes echizos y movimientos, así que presta atención, no toleraré errores.
*Snape actúa como si nada hubiera pasado y no tengo la confianza de encararlo*

-Estoy lista.
Por los siguientes días fue así, clase tras clase, mis técnica comenzaron a mejorar pero no tanto, por cada ataque de Snape terminada herida.
Mi cuerpo tenía heridas y moretones, esta vez a mi cuerpo le dolía más cada ataque y el no tenía piedad de mí, parece que lo haga con odio.

-Basta, deja de atacarme.- trato de levantarme y lo miro ya cansada.

-¿Estás cansada y herida?, escuche su voz firme. ¿Tal vez deberías tomarte un descanso, recuperar tus fuerzas?

-¿En verdad?, Ante mi negativa tajante, Severus no pudo evitar reírse suavemente y volvió a levanto la varita, lanzando otro hechizo contra mi.
-Que estúpida acabo de ser irónico, se detuvo abruptamente, bajando su varita al ver mi expresión irritada.
-Estoy tratando de enseñarte, es lo que tanto querías, se excusó con su voz firme pero sin perder esa frialdad característica. Necesitas aprender a defenderte en situaciones límites. No siempre tendrás tiempo de pensar ni de actuar delicadamente idiota.

-Me estas lastimando carajo, tome con rabia mi varía y cuando estuve a punto de atacar una imnesa energía salió disparado hacia él, Severus evadió mi inesperado ataque con facilidad, girando para desviar la varita lejos de él. Su expresión pasó de sorpresa a desaprobación, con un toque de irritación.
-No creo que lanzarme ataques improvisados sea el mejor camino para mejorar tus habilidades de defensa, dijo con un suspiro largo. Camino un poco hacia mi y corrí con mucha rabia hacia el.
-Estoy cansada de ti y de todo, no quiero estar aquí. Comencé a darle golpes en el pecho.
Severus se dejó llevar por su impulso, atrapándome contra su pecho para detener mis golpes desesperados, sin poder creer lo que estaba pasando, me sostuvo con firmeza, sin dejarme mover. Su voz salió entrecortada mientras luchaba por controlar su respiración.

-"¡Basta, basta...! ¿Qué demonios estás haciendo?"
- Yo ya no quiero estar aquí, quiero regresar a casa, me preocupan mis padres, quiero irme a mi mundo. Estaba alterada y no paraba dorar.
Mi cara pegada a su pecho me hizo sentir tranquilidad y el se quedó en silencio unos segundos con rostro indescifrable mientras me sujetaba con firmeza cerca de él. Su voz sonaba grave y contenida.
-No puedes simplemente volver a tu vida normal, dijo con tono severo. No después de todo lo que has vivido y lo que has llegado a saber aquí. Además, no te permitiría irte.
Mi cara se iluminó y me puse algo roja, quería hablar pero tenía un nudo en la garganta. Severus notó inmediatamente el cambio en mi expresión, el nudo en mi garganta seguía ahí. El podía ver el impacto de sus palabras en mi, el destello de tristeza y emoción que me atravesaba cada palabra en mí.
Intentó decir algo, pero se detuvo, atrapado entre la firmeza y la ternura. Su agarre en mi se aflojó ligeramente, su mano moviéndose hacia mi rostro en un gesto casi inconsciente de consuelo, algo en mi quería repetir ese beso pero los nervios me ganaron.

-¿Alguna vez te has enamorado? Fue lo primero que me vino a la mente, él dio un pequeño respiro ante la inesperada pregunta, su expresión volviendo a ser impenetrable y oculta. Su mano, que todavía descansaba suavemente contra mi mejilla, titubeó momentáneamente antes de que él apartara la mirada, su mirada perdiendo un poco de su habitual frío. Después de un largo silencio, respondió en voz baja, con una mezcla de tristeza y ironía.
-"Una vez."
-¿Y aún estas enamorado de ella?
El se tensó ante mi pregunta, su rostro aún evitando encontrarse con mi mirada, hubo un breve silencio en el que se tomó un momento para ordenar sus pensamientos y sentimientos. Finalmente, respondió con voz aún más baja, llena de pesar y melancolía.
-"Sí."
-Perfecto, que bien por usted, *idiota*. A su comentario regreso mi enojó, torcí los ojos y comencé a caminar para alejarme de ahí.
Severus me miro con su rostro ensombreciéndose una vez más, su otra mano se alzó para sujetarteme por el otro brazo, obligándome a quedarte frente a él. Su voz sonó con más rudeza de lo que pretendía, pero debajo de ello había un toque de vulnerabilidad.
-¿A dónde vas?
-Pues ya termino la clase y ya suéltame.

-¿Terminaste? preguntó, aún sujetándome por el brazo. Después de un momento, suspiró y soltó mi mano, permitiéndome liberarme de su agarre, sus ojos estaban intentando leer mi expresión.
-Puedo dejar que te vayas, dijo con voz firme, pero... antes tienes que responderme una pregunta.
Curiosa lo mire de nuevo.
- Dígame.

El estaba buscando las palabras adecuadas. Sus ojos estaban fijos en los míos cuando finalmente rompió el silencio con voz suave pero decidida.

¿Cómo te sientes tú por mí?
El silencio permaneció por un momento, fue interrumpido por el zumbido distante de alguna planta. Me sentí atrapada por su intensa mirada, los ojos negros de Severus profundos y llenos de emociones contenidas, su mano inconscientemente apretando el puño contra su costado.
Me sentí perdida en mi cabeza, estaba en shock, cómo podía contestar algo que ni yo sabía.

-Yo ¿le gustó a usted? Me acerco suavemente a él en buscando de sus labios.
Su expresión se endurece, luchando contra su propia confusión.
-Eso es irrelevante. Eres mi alumna, y se supone que debo estar a cargo de tu educación, así que no juegues conmigo con tus niñerías. Dio la vuelta y se fue.
-Ese tonto me esta volviendo loca, para que pregunta esas cosas. Sentí un pinchazo en el corazón al pensar en la mujer que el ama.
.............
Severus.
-Soy un idiota, que me pasa por qué actuó así, suspira, hay lucha interna en su cabeza.
" Tenía que decirle que me gusta más de lo que debería. Esto es irracional, inapropiado, pero... Si dejaba que me besara no tendría el control.
La quiero lejos de mi.