"Dos mundos, Un destino."

"La Cita Con Potter"

Hoy es la cita con Potter, pero el cuerpo me duele tanto que no tengo muchas ganas de salir.
Tome mi celular y comencé a mirar fotografías de mis amigos y mi familia, me lastima la idea de imaginar a mi madre echa un manojo de tristeza y desesperación al no saber nada de mí, desearía no estar aquí, pero también se que apesar de todo ahora conozco nuevas cosas y gracias a ello Luna es mi amiga al igual que Potter, tengo en cuenta que este fue un golpe a una realidad muy distinta donde me saco de mi zona de confort y me puso los pies en la tierra, ahora también se que pudo pasar tiempo con
Snape, se que a veces lo odio pero tengo la dicha de ser su aprendiz.

Me levante y me comencé arreglar, si pudiera me la viviría en la ducha, es mi momento más relajante y más normal del día me me encanta, acomode mi cabello que ya había crecido bastante, coloque mi perfume habitual y me maquille un poco más de lo normal, así que salí en busca de harry.

Le compre una ranita de chocolate que llevo emocionada en la mano, me sentía confundida pero un tanto emocionada hasta que choque con Snape.

-"Idio..." murmuró, mirándome por un momento. Sus ojos se fijaron en la rana de chocolate en mi mano, y pareció ligeramente intrigado, me observó durante un momento, su rostro generalmente impasible no dando ninguna pista de sus emociones. Después de un silencio, respondió con voz serena.

-Señorita, a ¿Dónde va con tanta prisa?"
Pensé por un momento en el beso así que decidí decir la verdad.
-Tengo una cita con Potter y bueno ya es tarde, me voy.
Severus me observó nuevamente con esos ojos fríos pero ahora había un brillo duro en ellos. Su respiración se volvió ligeramente entrecortada cuando habló, su voz baja y peligrosa.

-¿Potter?
No dije más y trate de caminar a un lado, hasta que tomo de mi brazo y me llevó hacia un oscuro rincón del pasillo, lejos de las miradas de otros estudiantes y profesores. Sus ojos estaban fijos en mí todavía mostrando clara frustración y molestia.

-¿Se puede saber qué diablos estás haciendo? pregunto en voz baja, apretando mi brazo con más fuerza de la necesaria.
El corazón me latía al mil, no sabía que decir, me tomo por sorpresa, en verdad no podía pronunciar nada pero sentía dolor en mi muñeca, me mantuvo presionada contra la pared, su cuerpo tan cerca del mío que podías sentir su aliento cálido contra tu mejilla. Sus ojos aún estaban llenos de emociones intensas y no podía apartar la mirada.

-No vas a ir a ninguna cita con Potter, dijo con voz suave pero firme.
-Pero ¿por que no?, quise mover el brazo para quitarme de su agarre. ¿Que te pasa?, ya suéltame. Mi intento fue en vano, en cambio, apretó su agarre un poco más. Sus ojos estaban todavía más oscuros cuando finalmente respondió.

-Se perfectamente bien lo que puede pasar durante una cita, y no quiero que Potter te toque en absoluto.
Deje de resistirme, ¿en verdad estaba celoso?, no podía apartar mi vista de el, momento se convirtió en lago más.
La tensión entre nosotros era palpable mientras el me tenía contra la pared, nuestras caras tan cerca que prácticamente estaba esperando de nuevo ese besó.
A los lejos pude escuchar a Potter, sus gritos atravesaron la tensión del momento, y una expresión de molestia cruzó por el rostro de Snape, No quería soltarme ni desviar su atención , pero sabía que no podía ignorar los gritos de Potter.

-Maldita sea, murmuró, soltándome el brazo pero sin quitar sus ojos de mí.

Empuje a Snepe lejos de mi y sonreí falsamente como si no pasara nada.

-TN/García aquí estas, te estaba esperando pero decidí venir a buscarte.

-Yo lamento tardar, le traía al profesor un pequeño detalle por ayudarme a mejorar en mis habilidades.
Le coloque la ranita de chocolate en las manos a Snape sonreí de nuevo y tome la mano de potter y salí corriendo de ahí. El mantuvo su rostro inexpresivo mientras veías cómo tomaba la mano de Potter y me alejabas corriendo. Pero incluso así, no pudo evitar seguirme con mirada irritada.
Cuando me perdió de vista, Snape finalmente se relajó ligeramente y miró hacia la ranita de chocolate en su mano. Pasó un dedo por la envoltura, aún pensando en lo que había sucedido.