futura esposa

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La búsqueda de anillo no fue nada fácil. Se reunió con Denna y Ruslana a escondidas de Violeta. Aprovechó uno de esos días en los que se metía en el estudio desde por la mañana y no aparecía en casa hasta por la noche, así no habría peligro de que sospechara de nada porque no sabría dónde iba a estar. La jornada de compras fue muy intensa. Recorrieron todas las joyerías posibles de Madrid. Empezaron por el centro y, luego, se fueron moviendo a otros sitios, barrios de las afueras y centros comerciales donde habían tiendas de joyas.

Chiara tenía desesperadas a sus amigas. Quería el anillo perfecto, Violeta tenía que tener el mejor anillo que hubiera visto nunca pero parecía no encontrarlo en ningún lugar. Miro vitrinas y vitrinas, le sacaron anillos hasta de debajo de las piedras pero no encontraba nada que le gustase ni que estuviera a la altura de su novia. Denna y Ruslana la miraban preocupadas. Habían visto anillos realmente bonitos pero, nada, a Chiara no le gustaba ninguno.

Ya iban de capa caída, camino a casa de Chiara y Violeta. Allí posteriormente se reunirían con Alex, Nerea y, siendo seguro la última en llegar, la propia Violeta para cenar todos juntos como ya acostumbraban desde hace unos cuantos años. Ya estaban apunto de entrar en el portal cuando pasando por la misma calle donde vivían, encontraron un localcito que no habían visitado. Era una joyería pequeñita, que se notaba que era bastante antigua pero con encanto. Chiara miró a sus amigas con un puchero a lo que ellas contestaron no muy conformes con la idea porque ya estaban bastante cansadas.

- No, Kiki, no. - Dijo Ruslana. - Hemos mirado tropecientas tiendas y ningún anillo te gusta, aquí no encontramos nada seguro. Esta tienda es muy pequeña.

- Eso, hay que subir, creo que hemos tenido suficiente por hoy, Kikita. Verás que va a llegar Violeta y todavía no estamos en casa. Va a empezar a sospechar. - Añadió Denna.

- Va, venga. Última oportunidad de hoy y ya no os molesto más. La próxima voy yo sola a ver anillos.

El puchero de Chiara acabó por hacer ceder a sus amigas y entraron en la joyería. Era minúscula en comparación con las que habían visitado durante todo ese día. Parecía que no le quedaba mucho para cerrar porque los dependientes estaban recogiendo. Una chica joven y un señor mayor estaban al otro lado del mostrador. Fue la chica la que la atendió.

- Hola, venía buscando anillos de compromiso.

- Genial, ¿alguna característica en especial? Tenemos de oro, de plata, con piedras distintas...

- Tú saca los que tengas. Quiero ver de todo.

Sintió los suspiros de Denna y Ruslana a su lado. Sabía que estaban cansadas pero ella iba a rebuscar hasta en la última joyería del planeta para encontrar la alianza perfecta. Quería que todo saliera bien y, para ello, lo más importante era tener el anillo adecuado. La chica empezó a sacar anillos y Chiara los examinó hasta que se paró en uno que le llamó bastante la atención. Ninguno hasta ese momento le había hecho pararse a mirarlo más detenidamente.

Era un anillo de oro precioso con un diamante en medio pero, lo más llamativo, el diamante estaba flanqueado por dos pequeñas lunas. Bien sabía Chiara lo importante que era la luna para su novia así que preguntó si lo podía coger, lo tuvo en sus manos, lo miró de muy cerca y, finalmente, tomó la decisión que llevaba todo el día esperando a que llegara, aunque sus amigas más que ella por todas las horas de búsqueda.

- Es este, me tengo que quedar con este.

Denna y Ruslana la miraron sorprendidas y casi le aplaudieron de la emoción que tenían en ese momento. Por fin su amiga se había decidido. Lo cierto era que el anillo era precioso y, además, muy singular. Era tan especial como Violeta. Estaban seguras de que iba a encantarle aunque si Chiara le regalaba un anillo de plástico y le decía cásate conmigo, también lo hubiera aceptado. La chica de la joyería vio que el anillo no tuviera ningún problema y lo colocó en una cajita que metió en una bolsa para dársela a Chiara. El desembolso de dinero fue importante pero le dio igual, todo por hacer feliz a Violeta. Ruslana casi se desmaya al ver el precio del anillo.

One shots - Kivi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora