One shots - Kivi

hold me

Chiara cayó rendida en la cama del hotel de Zaragoza. Habían sido unos días frenéticos de ir a avión y a tren por día. Lunes, martes y miércoles en Madrid habían sido especialmente cansados pues tenía muchísimo trabajo esos días, incluso el miércoles iba a viajar a su tierra para poder recibir un par de premios pero le fue imposible mover los asuntos que tenía en la capital.

Acabó cogiendo un avión a Menorca el jueves por la mañana, fue un viaje express, solo pasó un día en su casa pero lo suficiente para cargar pilas y volver a conectar con su isla. Por la mañana, un avión la llevó a Barcelona, tenia que ir a los 40 Music Awards. Agradeció tener la compañía de sus amigos y se lo pasó genial pero tuvo que marcharse pronto, no quería machacar mucho su voz, sabía que no debía. Al día siguiente, tenía concierto en Zaragoza por lo que tuvo que coger un tren para ir hasta allí.

Después de cada show, acababa siempre destrozada por el esfuerzo que suponía pero ese día estaba especialmente cansada por la semana que había tenido. Aún así, no podía dejar de cumplir su pequeña tradición después de los conciertos justo antes de irse a dormir. Tenía un mensaje suyo: amor, increíble como siempre, he estado viendo cositas por twitter 🩷. No contestó y, directamente, marcó su número para llamarla. Era un poco tarde pero sabía que siempre esperaba su llamada.

- ¿Kiki?

- Violeta, acabo de llegar, estoy muy cansada.

- No hacía falta que me llamaras si estabas muy cansada, amor. Con que me contestaras y me dijeras que todo había ido bien...

- Quería llamarte, siempre lo hago aunque hoy estoy muerta. Necesito dormir.

- Lo sé, tienes que descansar. Ha sido una semana muy movida. ¿Ha ido todo bien?

- Todo genial, la gente muy animada como siempre. Ha sido muy divertido aunque la voz la tenía un poco regular, no sé ni de donde he sacado las fuerzas, te lo juro.

- Es lo que tiene ser una artistaza, aunque lleves mucho cansancio encima, sales a darlo todo.

Chiara sonrió. Violeta siempre sabía lo que hacer para darle el subidón de autoestima que necesitaba de vez en cuando.

- ¡Calla! Bueno, tanto hablar de mí, ¿tú hoy en Motril qué? ¿Cómo te lo has pasado?

- Súper bien, hemos ido a ver una exposición por la mañana mis padres y yo y luego nos hemos ido al cortijo con la familia al completo. Los echaba de menos, ojalá poder bajar más. Estoy deseando que sea tu concierto en Granada, van todos a verte. Mi hermana está loca por escuchar mala costumbre en directo.

- Que suerte haber podido pasar más tiempo en tu pueblo. Ojalá haber podido yo pasar más tiempo en Menorca, jo. Ah, y a Tana le dices que si quiere, sale a cantarla conmigo. - Bromeó Chiara haciendo soltar una carcajada a su novia.

- Se muere de la vergüenza pero yo creo que en el fondo, le encantaría.

Siguieron hablando un poquito más. Violeta le contaba su día más detenidamente a una Chiara que escuchaba muy atentamente pero que se moría del sueño. La pelirroja se lo notó en la voz y en los miles de bostezos que la escuchó dar así que decidió ir dando por acabada esa conversación antes de que se durmiera con el móvil en la oreja.

- Kiki, cariño, te voy cortando ya, ¿vale? Se te nota que estás cansadita. ¿A qué hora os volvéis mañana?

- Vamos en la furgo así que en cuanto nos vayamos despertando y vayamos desayunando, pues entonces. ¿Tú a qué hora llegas?

- Mi tren sale temprano, creo que llego antes que tú, te espero en casa. Bueno, nos vemos mañana, tengo muchas ganas de verte ya.

- Y yo más Vivi, te he echado mucho de menos en estos días locos. Estoy deseando llegar a casa para estar juntitas.